Victoria.- El mate es la infusión más popular de nuestro país. Compartir un mate es compartir una charla, tiempo juntos. Y preparar el mate es un ritual con técnicas siempre a refinar.
Para muchos, la selección de la yerba es parte del ritual, el principio. No da lo mismo cualquier tipo. En la ciudad, el emprendimiento Panza Verde Infusiones vende yerba orgánica.
“Un día tuvimos la idea de llevar a Victoria, desde Rosario, la variedad de yerba orgánica tipo barbacuá y fue un éxito. Ahí creamos el Instagram, pronto empezamos a recorrer proveedores, buscamos otros tipos de yerba, probamos y lanzamos novedades, es una forma de personalizar la atención de nuestros clientes: yerba mate de autor (con yuyos, sin yuyos, variedades mezcladas, tecitos)”, narra Hernán, de Panza Verde Infusiones.
“Nuestras yerbas son antiácidas, orgánicas, agroecológicas; dependiendo el tipo que elijan, cada una tiene sus características particulares. En lo que es el proceso de producción de cada una de ellas se evitan totalmente los fertilizantes artificiales, no contienen ningún aditivo como sí sucede con las marcas industriales”, detalla.
“La estrella del equipo, la barbacuá, tiene un delicado proceso: en determinada época del año se siembra, cuando se procede a cosechar se recolecta en bolsas de arpillera de unos 50 kilos en una primera molienda y se guarda en galpones para su estacionamiento (mínimo dos años controlando temperatura y humedad). Antes de su distribución pasa por hornos de ladrillo en los que se utiliza, para realizar el secado particular, una mezcla de leña determinada, eso le da ese gusto ahumado. Tras todos esos pasos, recién se realiza la molienda fina o gruesa, según se desea y se la distribuye”, explica.
Luego, continúa: “Este proceso, y la mano de obra que se necesita para llevarlo a cabo, hace que el precio no sea el mismo que el del paquete de yerba que compramos en un comercio. Pero se gana en calidad y tranquilidad. No producen acidez y nos permiten consumir un buen mate sabiendo que no ha pasado ningún fertilizante que nos pueda dañar a la larga el organismo”.

El comienzo del emprendimiento
“Lo que comenzó como un emprendimiento que vendía solo un tipo de yerba mate (barbacuá) hoy es una marca, reconocida en la ciudad, que ofrece variedad en yerba mate antiácida y otros productos como toppings para el mate o blends de té en hebras”, cuenta. “Estando en Victoria comenzamos como Panza Verde Victoria, ahora somos Panza Verde Infusiones, y si bien tuvimos que regresar a Rosario, nuestra sede principal y nuestros corazones panzas verdes siguen en la ciudad de las Siete Colinas”, añade.
En cuanto al inicio del negocio, dice: “Este proyecto comenzó como una necesidad familiar de generar ingresos y terminó siendo algo que, literalmente, involucra a todos en la familia y es parte de ella; desde nuestros pequeños modelos hasta nosotros en el manejo de redes, en la actualización permanente de la carpeta de clientes, el fraccionamiento, la creatividad, la distribución, etc.”. Cada vez hay más oferta de productos orgánicos que no sólo contribuyen con el ambiente, sino que también le brindan al comprador la confianza de saber qué están consumiendo. Y en nuestra ciudad el número de personas que buscan la opción orgánica, aunque con parsimonia, también sigue incrementando.