** Perdiendo mi precioso tiempo con el chat-gpt, al que las pocas veces que lo consulto le hago preguntas capciosas para divertirme con sus respuestas erráticas, me sorprendió (lo juro, me sorprendió) despidiéndose con una frase nacional y popular: ¡Cuídate y hasta luego! Le pregunté ¿de qué tendría que cuidarme? Me respondió: “Mis disculpas si esa frase sonó confusa o poco clara. No hay nada específico de lo que debas cuidarte; Simplemente era una forma de despedirme. Quería expresar que espero que te encuentres bien”.&nbsp;

** Fue una decepción, esperaba que al fin alguien me explicara qué significa el ‘cuidate’ con el que los sudamericanos nos hacemos advertencias todo el tiempo, madres a hijos y ni te cuento a hijas, hermanos, amigos con amigos (no esperes que diga amigues ni amigxs porque esa mala praxis lingüística ya fue abolida por el León en celo), compañeros de trabajo a la hora de salida, al despedirnos de un encuentro casual en la vereda… Chau, cuidate. ¿De qué?, ¿Del viejo de la bolsa?, ¿Del bobero?** Como robot, como máquina, el chat gpt solo contesta en base a patrones establecidos, por carecer de experiencia subjetiva y emocional. Pero yo esperaba la gran revelación del significado de ‘cuídate’, muletilla que entre nosotros suena ‘cuidáte’, o ‘buen fin de semana amigo, cuidesé’, textual de un mensaje de audio que recibo puntualmente cada sábado y desde hace tiempo, de uno de mis centenares de contactos de whatsapp, que me intriga pero valoro la buena intención de desearme el bien y a mi familia. El caso es que no sé de qué debería cuidarme, ni me gusta transitar por la vida como un Sherlock Holmes paranoico que ve una conspiración o un riesgo agazapado detrás de cada libustrina.<h3>¡Chau bolú, cuidáte!&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** Puesto a suponer de qué deberíamos cuidarnos, más bien, digamos, puesto a pensar qué tipo de peligros y fantasmas o quizás vampiros nos acechan para que se nos recomiende llevar todo el tiempo una cruz en una mano y una estaca afilada en la otra, me quedé pensando con nueve dedos sobre el teclado de la PC, que por defecto profesional es mi única forma de pensar.** En el gobierno nacional funcionaba una Mesa Interministerial de Políticas de Cuidado, capitaneado por el extinto Ministerio de Mujeres, Género y diversidad, donde hacían reuniones entre representantes 6 ministerios, 5 agencias (Afip, Anses, etc), un Consejo Nacional, con una coordinadora. No sabemos cuánto ha quedado de esto tras el paso de la motosierra, como tampoco sabemos si algo útil ha quedado de tantas mateadas interministeriales para ver qué podemos hacer. &nbsp;** ¿De qué nos cuidaremos? ¿De pasar por debajo de la escalera, de los gatos negros, las baldosas flojas, las suegras celosas, los que nos palmean la espalda sonriendo entre dientes? ¿De los aumentos de la tarifa de luz, de los vendedores de rifas, de los crecientes baches en las rutas, de las grasas trans, los encapuchados, los arrebatadores, de la jarra loca, de los mismos que nos dicen cuídate? ¿De los chismosos, de los consumos problemáticos, los serruchadores de piso, los alacranes, la chicharrita, los perros callejeros, los aduladores, los demagogos (que tanto mal hacen). ¿De las mujeres perversamente seductoras o de los hombres que tan solo quieren conocer su dormitorio?, ¿Cuidate es una amenaza velada, o querrán decirnos algo así como usá barbijo, bebé mucha agua, o quizás… ‘no crezcas, es una trampa’..?<h3>Cuidado que el ARCA te…&nbsp;&nbsp;</h3>** En este ispa nunca se sabe de dónde viene el escupitajo, por eso conviene cuidarse mientras uno observa los cambios. Por ejemplo, hasta ahora había que cuidarse además de la Afip, siempre tan solícita para atender el llamado de alguien que denuncia a un comerciante de su competencia (nunca a los grandes evasores/lavadores y a los narcos). Eso los hacía temibles a sus agentes, y resultó que ahora por primera vez en la historia los que tienen miedo son ellos.&nbsp;** La pesada y burocrática AFIP pasará a llamarse ARCA, nombre poco conveniente que asustó a muchos que se informaron por radio, creyeron oír GARCA y pegaron el grito: ¡se confirmó! (perdón pero ARCA da para el chiste fácil). En fin, son meses de cambios muy profundos y repentinos y hay que cuidarse.Para crear más cargos es necesario crear más burocracia. Difícil saber si eran realmente necesarios los tres mil burócratas nuevos que ingresaron a la AFIP durante la no gestión del topo Alberto (hoy con 92% de imagen negativa), o si estaría siquiera enterado de que eso sucedía allí y en otras reparticiones. ¡Qué manera de hacer crecer la ocupación laboral, por Dios, total imprimimos un poco más dale que va!&nbsp;** Cambio abrupto de tema, para recordar que el 26 de octubre de 1810, en&nbsp;<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Buenos_Aires">Buenos Aires</a>, el&nbsp;<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_de_Mayo">Gobierno revolucionario</a>&nbsp;decretó la&nbsp;<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Libertad_de_prensa">libertad de imprenta</a>&nbsp;para la&nbsp;<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Prensa_escrita">prensa</a>. Fue una de las primeras medidas de los que siempre supieron que no habría democracia sin prensa libre, la que fue denostrada y vilipendiada por el gobierno kirchnerista con Guillermo Moreno como vocero, y por el gobierno actual por la temeraria boca del presidente de la Nación, para quien toda opinión no coincidente con la suya es mentira o conspiración.&nbsp;<h3>Las del estribo &nbsp;</h3>** Curiosamente, hoy también se celebra el Día Nacional de Abrazar a una Oveja (estamos todos locos) y el Día Nacional de Hacer la Diferencia, que se celebra en EEUU dedicado al servicio comunitario y al voluntariado que hace la diferencia siendo solidario. Aclarado, porque muchos de nuestros gobernantes lo entendieron como un día para “envalijar” por fuera del sueldo.** Volviendo a los primeros párrafos, consideremos también la evidente sinceridad de los que se despiden con un “nos vemos”, o “nos estamos viendo”, presente del indicativo. Esos sí que te dicen la verdad, pensalo, si nos estamos mirando a la cara nos estamos viendo. Estás aquí, te veo, nos estamos viendo el uno al otro. Sin embargo se usa el latiguillo como una promesa incierta de volver a vernos en el futuro, o quizás la expresión encierre un profundo deseo de vernos más seguido.** Finalmente, poniéndole una pausa a estas elucubraciones socarronas siempre bien recibidas por nuestros lectores, hablemos en serio sobre la expresión “cuidate”, porque en realidad casi siempre sale de la boca de quienes nos desean el bien y nosotros se lo decimos a otros de la misma forma. Encierra afecto, aprecio, el modo práctico de decirnos ‘me importas’ y quiero que estés bien hasta el próximo encuentro.** Eaa eaa pepé, ¡Nos vemos! ¡Cuidate!

El chat (también) me dijo que me cuide

** Con su refinada retórica y decoro verbal (digámoslo de este modo si vamos a preservar la habitual ironía de esta columna), el presidente de la Nación recayó una vez más en la extraña sofisticación lingüística que lo caracteriza. Quiérase o no, es un hombre que enriquece nuestro desactualizado glosario lunfardo. En este caso se trató más bien de una dicción de estilo maradoniano, muy prostibularia, cuando planteó que "hay un negocio floreciente que se llama la producción de vaselina para economistas pifiadores seriales".&nbsp;Como mérito a esta nueva zafada presidencial, debemos admitir que fue menos grotesco, menos directo y más insinuante que Maradona cuando le avisó al periodista Toti Pasman que tenía un objeto extraño metido en sus entrañas (y sin vaselina). Ríase si quiere, pero es así.

** En esta oportunidad el presi habló frente a industriales de la UIA durante el Día de la Industria, para llevarles buenas y malas noticias. Como es de estilo, a las que sirven para denostar al gobierno las toma C5N y Página/12 buscando alimentar a los anti Milei, diciéndoles que el tipo les prometió a los industriales hacerlos más ricos sacándoles guita a los más pobres (“Vinimos a achicar el Estado para agrandar el bolsillo de ustedes”. Lo dijo.). El mercado de televidentes y lectores de los citados medios se completa mayormente con simpatizantes K y con los que en su plan diario “Haciendo amigos” Milei los embolsa todos juntos como ‘zurdos de mierda’ (no es muy fino pero son sus palabras).** En el otro rincón están, entre otros, LN+ y TN, que apuntan al gorilaje y clase media, que buscan un equilibrio, en este caso resaltando que a los industriales también les dijo que algunas empresas "tendrán que aprender a andar en bicicleta sin rueditas" y advirtió que los que no necesiten "el curro para vender" podrán adaptarse mejor. El peluca te da y te quita, a menos que seas jubilado y entonces solo te quita. (¡Qué frase! Es la parte que nos toca a nosotros como medio haciendo calentar jubilados. Viste que todos los medios somos iguales)<h3>Se viene el reptilianaje &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** Los medios porteños se parecen al propio Milei. Ambos poderes (1º y 4º) apelan a la "política de la indignación” empleando un lenguaje beligerante para conectar con sectores de la población que están calientes por pasarla mal. Apelan –Milei y los medios- a sus emociones en lugar de mantener un debate racional. Ambas partes se caracterizan por la conducta de imposición de sus ideas. Lo curioso es que aquellos que más favorecieron a su campaña, como LN+ y TN, también son denostados por Milei que los llama “periodistas ensobrados” y recientemente decretó que el que quiera entrevistarlo deberá presentar primero su declaración de bienes. Es como si Zelenski (Ucrania) tratara de retrógrados a Joe Biden y al Primer Ministro alemán.&nbsp;** Obviamente no esperamos del actual presidente el aristocrático lenguaje de Marcelo T. de Alvear, ni la culta prosa de Frondizi, ni la elocuencia de Alfonsín. Después de Alberto Fernández ni siquiera hace falta un nivel de correcta comprensión de textos básicos, pero ¿qué es eso de llamar casta parasitaria, mafiosos de la política, inútiles, zánganos, delincuentes de guante blanco, los políticos son una plaga, y otros destratos, a los diputados y senadores propios y ajenos, cuyos votos necesitará siempre desde su paupérrima minoría representativa? Después dice que él es uno de los dos “políticos” más reconocidos del mundo. Declara ser uno de ellos.** Este lenguaje confrontativo que tan buen resultado le ha dado, sobre todo en los votantes sub 22, ha rendido sus frutos de tal suerte que tipos como Grabois lo imitan en procura de engordar su flaco 5,8% de la interna peronista de 2023. El “gnomo comunista” (así lo llama la ‘reptiliana’ Vicky Villarroel) se armó de una propia figura para descalificar y demonizar a los gobernantes; los llama “reptilianos repugnantes”. Buena estrategia. Los reptilianos nos ponen un poco tensos. Pero no hay que equivocarse, las pelis de reptilianos están echando buenas y la idea de que extraterrestres habitan entre nosotros es bien vista, en tanto se diga que están aquí para evitarnos males peores.<h3>¿De qué se trata?&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** Paréntesis para explicarle a Don Leoncio a qué se refiere Juan Grabois al decir “reptilianos”. Son una teoría conspirativa que describe a una supuesta raza de seres extraterrestres con apariencia de reptiles humanoides. Según esta creencia, los reptilianos habrían llegado a la Tierra hace miles de años y se habrían infiltrado en las estructuras del poder mundial, como gobiernos, corporaciones y monarquías, con el fin de dominar a la humanidad. Son ideales para echarles las culpas de las deposiciones y mocos que nos mandamos los humanos administrando mal nuestro planeta.** Las características físicas de los reptilianos incluyen piel escamosa y habilidades de transformación, lo que les permitiría ocultarse entre los humanos. Esta teoría ganó notoriedad gracias al escritor británico David Icke, quien afirma que estas entidades controlan secretamente el mundo.Para que notemos que los locos de atar no viven solamente en Argentina, ampliemos que los libros de Icke están centrados en teorías de conspiración y, aunque muchos de sus planteos podrían parecer sacados de la ciencia ficción, él los presenta como investigaciones y afirmaciones sobre la "realidad oculta" del mundo.&nbsp;<h3>Como dentrando a salir</h3>** Icke (ex futbolista y locutor deportivo británico de 72 años) ha escrito más de 20 libros donde aborda temas como los reptilianos, el control mental, la manipulación global por parte de élites (en esto podemos coincidir) y otras teorías más o menos conspirativas, pero dice que no hay ficción en ellos sino que todo lo que él describe tiene una base real, según su perspectiva. Y según mi perspectiva, Icke no está loco sino que encontró un discurso para vivir bien. En eso se parece a Grabois.** Así transcurre la vida en la Argentina que parece haberse apartado del camino a Argenzuela pero todavía no sabemos bien por cuál ripio transitamos. Se ha instalado un estilo confrontativo y populista. Se cruzan disparos directos y despectivos entre oponentes, con una retórica polarizadora que si bien moviliza apoyos, contribuye con un estado de crispación general.&nbsp;** En fin. Siendo gurí, cuando veía a un par de viejas pasar con un ramo de flores y los labios pintados, corría a decirle a mi madre: Se ve que están velando a alguien. Ahora, cuando oigo más lenguaje de tribuna en un Ríver–Boca que gestos para sumar, me digo a mí mismo que probablemente estén velando a la esperanza.** Un aplauso para el asador, si gusta.

Vaselina para economistas pifiadores

** Desde hace unos pocos años y hasta el triunfo de Milei, había cobrado gran popularidad en los ámbitos políticos y gubernamentales el vocablo ‘articular’. Tooodo debía ser articulado, lo que confirmaba, y confirma, que el Estado es una enorme máquina de impedir donde la traba es indispensable para justificar la existencia del funcionario. Parece mentira que cuanto más recursos electrónicos se han creado para la comunicación, más necesidad hay de articular entre compartimentos autónomos. La articulación es buena para hacer parecer que se hace algo. Ya no es que cada uno hace su parte porque todos deben conocer sus funciones específicas, sino que es… para hacer esto en el futuro (que rara vez tiene plazos) antes deberíamos articular al pintor con el pincel y a éste con la lata de pintura.

** ¿Por qué esta palabra se ha vuelto vulgar y desvalorizada? Quizás sea por exceso de uso, por el abuso que se hizo (quizás aún se hace) de ella, o porque cuando algún líder o lideresa la sacó del baúl de los ignorados para darle vida, sus fieles, como siempre, se creyeron en la obligación de adoptarla como banderín de porrista. Su uso nos generó grandes expectativas, hay que reconocerlo (¡al fin alguien que articula!, ya tendremos tiempo para saber qué). Pero con el tiempo fue cambiando de color como las uvas en primavera, y fue color decepción por falta de resultados prácticos, de realización efectiva, de resultados más allá de la ronda del mate? A decir verdad, palabras como acción y realización tienen más timing y eso las hace más respetables, y en comparación, articular pierde crédito.<h3>Sus pálidos reflejos &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** En resumen, la palabra ha sido usada para hacer parecer que se hacía algo, pero la falta de concreción o realización efectiva puede hacer que este tipo de discurso termine generando más desconfianza que confianza, ya que la gente espera ver resultados más allá de las palabras. Ya no se coordina, ya no se acuerda. Mejor hacer reuniones para articular, lo que sería, en nuestra pobre comprensión, algo así como juntémonos a tomar unos mates y ver qué carajos hacer con esto. Decir que se está "articulando" permite mantener una cierta ambigüedad sobre el estado real de los proyectos o políticas, evitando así la rendición de cuentas inmediata. Se ve como una especie de “estamos viendo” y cuando terminemos, veremos. Disculpen los que se ocupaban y ocupan con seriedad y entusiasmo en articular, pero es lo que parece, o nos parece, sin que nuestro parecer pretenda ser verdad.** Rima espontánea: Si le digo que artículo, respete usted mi lenguaje, no me le cambie el prefijo ni me le ponga un acento, no es artículo ni es culo, sino un curioso engranaje.Cuando en rueda articulamos, en la mesa del veremos, estamos trenzando lazos de fraterna disciplina, y una vez articulados, cada cual a su rutina.<h3>Lo nuevo es des-articular &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** Lo opuesto a articular es desarticular. Veamos algunos sinónimos que quizás asociemos con algún gobernante, o con una eminencia en particular que, aunque no pronuncia esas palabras, las ejerce con fruición: dislocar, descoyuntar, torcer, luxar, desajustar, desacoplar, desencajar, descomponer, desarreglar, desbaratar. &nbsp;Cuando nuestro benemérito presidente Milei, en un exceso de totalitarismo rajó de su partido a Poltroni, que representa el 17 por ciento de sus senadores (uno sobre 6), y después a la diputada libertaria Arrieta, estaba desarticulando a su propio partido.** Desarticulando también sus posibilidades de obtener los votos necesarios para sus proyectos en el Congreso, cuando a los legisladores propios los raja y a los que no son del palo de LLA, los llama "hipócritas", "privilegiados parasitarios",&nbsp;"casta delincuente que busca coimas y perpetuar su statu quo permanente",&nbsp;"decadentes", "orcos golpistas", "mafiosos" o "energúmenos", que a su juicio buscan "coimas",&nbsp;dicen "burradas", tienen "síndrome de Estocolmo", no quieren "ser libres" y solo defienden sus "curros" (actividades delictivas). El peluca es de los que cuando el auto no les arranca al salir de la verdulería, se dirigen a peatones cercanos para pedirles ayuda: ¡Oiga idiota, pedazo de zopenco inútil!, ¿me daría una mano empujando el auto?, me dejó a pié la estúpida batería, negra tenía que ser.** No se puede decir que Ricardo López Murphy sea un despreciable zurdo, a menos que este sea una copia trucha del que fue ministro de Fernando de la Rúa. Milei lo desarticuló con tres gritos, igual que a Carlos Melconian, llamándolos "fracasado" y "resentido", refiriéndose a ellos como parte de la "decadencia argentina". Además, calificó a Melconian de "cuatro de copas”. Lopez Murphy es hoy diputado y LLA necesita de su voto para sacar leyes. El bull dog lo apoya de todos modos, después de todo se siente mejor tratado que el papa Francisco a quien el anarcolibertario llamó "nefasto", "imbécil” y “el maligno en la tierra”. El desarticulador serial también le metió una prodigiosa desarticulación al ángulo a su colega colombiano Gustavo Petro, saludándolo como "comunista asesino" y una "plaga letal", mientras que a Lula da Silva lo tildó de "zurdo salvaje" por su apoyo a dictadores​.<h3>Doctor Lijo… articulemos&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** Su trato no es igual con todos. Por ejemplo, no es el trato que le otorga al Juez Ariel Lijo, su favorito para instalarlo como miembro de la Suprema Corte, magistrado que probablemente tenga su placard asegurado con cien candados, aunque hay periodistas audaces que se lo espiaron igual. Un diputado cordobés que no es juez de profesión sino de apellido (Luis), dijo: “El juez Lijo tiene una Pyme que fabrica bidets para proveerlos a algunos gobernantes que tienen la cola sucia”, (póngale que Luis no es tan juicioso como para decir cola, pero dejémoslo así).&nbsp;** Pero Milei no improvisa, es un hábil estratega. Un juez como Lijo o cualquiera de los que están siempre dispuestos a escuchar ofertas, son necesarios para garantizar la gobernabilidad. Cualquier gobierno colapsaría si la mitad de sus peones, alfiles y soberanos debieran desfilar por Comodoro Py o llevarse la valija a la cárcel de Ezeiza. Ya sabemos cómo es esto, ya lo escribió Borensztein, “¿quién no tiene un exceso de fotomultas, un problema con la AFIP, un contenedor retenido por contrabando o un cuñado enterrado en el jardín?” Un juez como Lijo facilita la gobernanza archivando las causas sobre estas minucias de funcionarios públicos, que distraen la atención y generan el descrédito de la casta.** Mis queridos “argentinos de bien”, sigamos en oración, que si la desarticulación no llegase a dar mejores resultados que la articulación, nos espera la disolución. ¡Fuerza entre todos!

Si no dices articular no dices nada

** Creo que todo empezó a desmadrarse el día que empezamos a ponerles chalecos a los gatos. Hay pensadores vernáculos que no coinciden con esta observación y centran sus elucubraciones en el día en que aquel hombre renegó de la corbata negándose a usarla. Quisieron los arbitrarios caminos de la vida de aquel hombre que no usaba corbata, a su madura edad fuera presidente de la Nación. Desde entonces, unos consideraron un mandato no usarla, otros se esforzaron en parecérsele y otros consideraron una descortesía contradecir el gusto de un presidente, aunque abandonar la corbata pesara en sus conciencias como una traición a su mundo y a su tiempo. Yo mismo renuncié a esa mínima prenda que tan útil me había sido para ocultar mi mediocridad, además de los pliegues sobrantes de mi cuello.

** Como toda prenda, la corbata tiene su propia historia además de la que cada quien pueda imaginar. Es razonable pensar que quizás algún hombre barrigón invitado a una fiesta, a las que no había asistido en mucho tiempo, se encontró esa noche con la imposibilidad de prender dos botones de la camisa y para ponerse una remera debajo no daba. Pasa ¿o no? Es fácil suponer que, asistido por su esposa, de las que meditan una solución en cuestión de minutos, ésta le ató un largo pañuelo al cuello cubriendo la deshonrosa abertura abdominal -que podría agravarse durante la cena-.&nbsp;** Así quedó como un complemento de la pilcha y gustó, siendo imitado y elogiado al punto de popularizarse su uso, expandiéndose por los salones frecuentados por petimetres (arcaismo que significa persona que se preocupa mucho de su compostura y de seguir las modas). Y ya no paró hasta convertirse en un avío tan popular que a nadie, ni al hombre más humilde, le faltó una en el ropero. Podía estar muy sobada, pero hacía una diferencia en ocasiones especiales.<h3>Gato descontracturado&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>¿Qué tiene que ver esto con el chaleco del gato? Pues, que forzar a un gato a usar chaleco es suponer que el mimado animal no tienen sentido del ridículo, y es un error. Se nota enseguida en el comportamiento del felino. Son como los humanos frente a sus gobernantes, capaces de ronronear cuando les acarician el lomo con sus discursos, pero también de morder y arañar cuando les quieren poner el chaleco o cuando se sienten ridículos por haber creído de nuevo.&nbsp;Les pasó también a los adolescentes que asumieron un pensamiento y conducta conforme a las nuevas tendencias y usos del mundo, y se les pararon de mano a sus madres cuando ellas insistieron en seguir poniéndoles una corbata al cuello al vestirlos para un cumpleaños de 15, solo porque “en esta casa siempre se usó corbata”.&nbsp;** Cuando el Gato fue presidente buscó sumar a aquellos jóvenes a sus simpatías y se jugó a andar con el primer botón de la camisa desprendido. Fue una transgresión para aquel momento. Después vino Alberto (gran semental pero con la nuestra) para usar ese atuendo y arrastrarlo con él al abismo de los objetos despreciables e inútiles. Lo sucedió el rey de la selva, llamado así por su configuración emocional desbordante que lo convierte en un animal salvaje, fundador del partido LLA (sigla que el doctor Rubén traduce jocosamente como Los Locos de Atar), para transgredir los límites de la buena educación y la convivencia social. Hombre capaz de eructar –por no decir vomitar- hasta sobre el plato de los senadores que aceptaban cenar con él. &nbsp;<h3>Acompañan pero no legislan&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** El líder de LLA llegó a la Casa Rosada sin corbata y con una sola muda de ropa, configurando un oficialismo que llegó al poder sin partido ni equipo, y que por eso gustó, por su naturaleza anti política. Por lo tanto, no debe sorprender que se maneje con desenfado en el poder ya que es ese mismo desenfado el que lo volvió atractivo durante su ascenso, pero debería cuidarse de que ese mismo desenfado no sea el causante de su descenso. A Milei no le alcanza con maltratar a medio mundo por X sino que lo repite en sus discursos y detrás va su ejército de trolls, cuyas instrucciones para la acción parecen ser: contra todos y por la espalda, no dejen títere con cabeza. Detesta a los políticos, comete errores por no serlo, confía en la mayoría que lo votó y olvida que la ciudadanía solo vota dos veces al año, pero en el Congreso lo hacen los diputados y senadores a los que hostiga.** En los días más recientes el presidente disparó sus rugidos leoninos contra los senadores, propios y ajenos, que el jueves aprobaron la reforma jubilatoria. Ya venían de tirarle abajo el presupuesto de la Secretaría de Inteligencia y poner a controlarla a tres enemigos suyos. Tres misiles a sus piés. Volvió a llamarlos "degenerados fiscales" y dijo que votaron "un disparate". Y es cierto que se terminó el país donde no faltaba la guita porque se imprimía inmoralmente toda la que hacía falta. Hoy debemos vivir con lo puesto. Es cierto que vamos bajando la cuesta que arriba en mi calle se acabó la fiesta (Serrat). Es cierto que los jubilados hoy comen salteado y se medican menos. Es cierto que aprobar una nueva ley jubilatoria podría ser impagable. Pero, señor presidente, sin prepotear y dialogando más, los resultados de gestión podrían ser mejores.&nbsp;<h3>Salivando en platos ajenos&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** Un presidente debe guardar cordura, así sea el presidente de un club deportivo. Sin dudas ellos también se calientan y en privado insultan más de una vez, pero nuca se los verá prendidos del paravalanchas desgañitándose con gritos y obscenidades contra el réferi o contra el 9 de su equipo. Es la diferencia entre estar en el llano o en el trono.¿Por qué no lo hacen? Porque son presidentes, y aunque se hayan quitado la corbata y se peinen como adolescentes (no está mal), eso no los iguala con la hinchada o los barras. Es atinado que no pierdan la compostura, se ven más confiables cuando se muestran aplomados pero nunca jadeantes de rabia.** La mayoría de los argentinos quiso sacudirse de encima todo lo que los había hartado y asqueado. Votó algo distinto y hasta celebró que el nuevo presidente les diera la espalda a diputados y senadores del Congreso, que los ultrajara, maltratara, descalificara, (la maldita casta… corruptos que ya no podrán vender su voto… degenerados fiscales… farsantes…). Al gran pueblo argentino salud eso le gusta porque en él mismo anida ese sentimiento. Pero la realidad constitucional es otra. En las cámaras no votan los que dos veces al año lo hacen en las urnas, sino los diputados y senadores que los representan, los que parecen haber declarado su hora de la venganza ante tanta subestimación. Aflojémonos las corbatas y compremos pochoclo que esto recién empieza.

La hora de la venganza de los legisladores

** Si alguien creyó, después de leer el primer título de esta columna, que nos colaríamos a la modalidad de coronar al mayor papanatas (categoría ligeramente inferior al papafritas) que haya pasado por el gobierno nacional… se equivocó. Aclaremos desde un principio. Podría calificar para el título de papanatas la primera mujer presidente de nuestro país, la Chabela Martínez de Juancho (1973/76), pero si alguien pensó en el púgil Alberto, se equivoca. El tipo es una mezcla de rana tardía con arquero miope que no la ve venir. Un banana que se creyó que lo convocaban para el metal (bronce) y resultó que era para descartables.&nbsp;** Entre paréntesis y fuera de la temática de hoy, tuvo razón el politicómico cordobés Luis Juez cuando dijo que “el abogado de Alberto, ayer decía que su defendido no había hecho nada, que nunca pegó, y resulta que hoy se dio cuenta que pegaba más que el Cuty Romero”. ¡Mirá vos, y parecía que en cuatro años no había pegado una!

** Pero volvamos a lo nuestro, que es el entretenimiento y no el análisis político. Si bien se desconoce el origen de la palabra papanatas, que suena tan rítmica y contundente como pelotudo, se deduce que surge de unir el verbo ‘papar’ (comer cosas blandas, como sopas, puré, etcétera, sin mascar) y ‘nata’, que es esa baba asquerosa que se formaba sobre la leche de vaca tras su primer hervor, en tiempos cuando nuestras madres la compraban cruda, sin desnatar. Se asocia a los bebés eso de papar comidas blandas succionables.&nbsp;** En ese caso, el papanatas sería una especie de bebé de pecho, o un salame que no la ve ni cuando le avisan. Y que se sepa –a excepción de la pobrecita Chabela que sin más educación que la primaria nunca pretendió llegar a tanto– los que llegaron al gobierno nunca fueron ni son bebés de pecho. El más lerdo mastica hormigón sin escupir la piedra; esos tipos y la tipa son de los que estornudan sin cerrar los ojos.<h3>Glosario de los viejos agravios &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** Los vocablos gastronómicos se ven muy demodé, pero todo vuelve, digamos que recuperarlos es promover la moda vintage del habla cotidiana y barrial. Para el lunfardo, el papafrita era un tonto de alto nivel mientras que el papanatas era un tonto infantiloide irrecuperable. Son sustantivos de la gastronomía, que nos fue pródiga al proveernos de tantos insultos y descalificaciones como perejil, banana, nabo, ñoqui, salame, queso, churro, bife (Alberto me dio varios, declaró Fabiola), y como planteábamos al principio, ese insulto coloquial andaluz: papafrita, que es lo mejor que nos pudieron traer al país los inmigrantes de Andalucía (es un chiste).** Nuestros ancestros fueron los legítimos inventores del escarnio gastronómico. Ser llamado papafrita, salame, ñoqui, queso, banana, perejil o nabo, entre otras, podía terminar en una querella judicial, un duelo de caballeros, o una agarrada a los sopapos limpios. Pero eso fue hace mucho tiempo, de cuando nadie se atrevía a insultar la madre de otro ni se metía con las partes pudendas de la hermana ni con los hijos de las meretrcices. Hoy aquellas palabras hasta suenan simpáticas e inofensivas comparado con lo que se escucha. Por cierto, papafrita es un insulto de los tantos que popularizó el lunfardo; es un tonto con honores; un paparulo. El salame era algo así como el primer novio que lleva a su casa esa chica que nos gusta. Salamín: atolondrado, olvidadizo y despistado.&nbsp;** Perejil: Creación lingüística de los años 70 que significa de escaso valor, da lo mismo si está o no está. Churro: un elogio de belleza masculina que todavía rescatan algunas mujeres, mientras que los hombres rudos utilizan expresiones menos dulces para elogiar a la mujer que los alborota. Banana: cree que se las sabe todas. Nabo: incapaz, distraído. Gracias lunfardo por tus aportes a la cultura villera. No hay muchos antecedentes de personas que, identificadas popularmente con alguna de estas adjetivaciones, hayan llegado más allá de una concejalía de pueblo. Pero llegan.<h3>Los que parecen pero no lo son&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** En la Cámara de Diputados de la Nación tenemos hoy a la diputada Natalia Zaracho, tan simpática y transparente como Lizzi Tagliani en esto de reírse de sí misma, quien declaró alegremente no haber terminado la primaria porque no le gusta sentarse a leer. Llegó hasta 6º grado, con dificultad. Pero no se puede decir que sea una paparula (ingenua) sino todo lo contrario. Necesitaban una levantamanos incondicional a cambio de una paga mensual con la que ella nunca había soñado.&nbsp;** Y en cuanto a que podría afectar su comodidad lo mucho que se debe leer y estudiar en el Congreso para auscultar qué efectos puede tener cada proyecto que presentan los ranas ilustrados, Natalia no tiene que preocuparse sino contratar asesores pagados por el Poder Legislativo y que se quemen ellos las pestañas. Bancamos a Natalia, que supo capitalizar los defectos de las listas sábana. A la ex cartonera de Villa Fiorito (Bs.As.) se la ve más feliz que Charlie en la Fábrica de Chocolates, y algún mérito tendrá para haber llegado tan lejos.&nbsp;<h3>Con fritas, por favor &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** En aquel ámbito también fue novedad esta semana el ex candidato a gobernador radical Galimberti, actual diputado nacional, al declarar que está dispuesto a dejar la banca para aceptar un cargo en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande que le ofreció Frigerio. El hombre decidió ofrendar sus sacrificios a la provincia. Se comentó que desde ahí el ex diputado opositor podrá reorganizar mejor al disperso partido Radical (UCR). Y esos beneficios extras como dormir cada noche en su casa de Chajarí y ya no en la CABA de martes a jueves, y que además se le pagará el triple de lo que percibía como legislador y en dólares (sí, la CTM garpa en dólares porque es binacional) son detalles en los que el chajariense quizás ni reparó. ¿O sí? En fin, no hay papanatas ni papafritas en el poder y tampoco hay que comportarse como tal cuando a uno le piden estos sacrificios por la patria. Si se concreta, lo reemplazaría una legisladora de La Libertad Avanza, más proclive a acompañar los proyectos del oficialismo entrerriano y nacional. Buena movida frigerista.** Y que vivan las ‘French fries’ (papas fritas, coloquialmente papafritas).&nbsp; El término French fries que se utiliza en el inglés estadounidense, proviene de los soldados de este país que estaban estacionados en Bélgica durante la Primera Guerra Mundial y tuvieron la suerte de probar las papas fritas por primera vez. Las suflé son francesas y la rellena noisette también, y las chips (crocantes) son inglesas. ¿Quién las conoce loco? We are the champions my friend, porque hoy las hace mejor Julicroc y son bien argentas.

Los papafritas nunca gobernaron

** Mientras estoy aquí, comenzando párrafos y borrándolos ya sea por no saber cómo continuarlos o porque la idea no me pareció apta, me dispersé en asuntos insustanciales (habitual en mí) hasta hacerme una pregunta de las más difíciles de resolver. Qué carajos haré con ese par de zapatos cuero de lagarto (por mí se hubiesen ahorrado el animalito), charolados, autobrillo, acordonados y con poco uso, que todavía están en su caja para mejor guarda, que ya empieza a estorbar donde quiera que se la ponga.&nbsp;** Puede haber sido un regalo, o quizás los compré para algún acontecimiento especial, tipo colación de grado, casamiento, o uno de esos momentos de cuando la corbata y los zapatos de cuero bien lustrosos todavía estaban bien vistos y no delataban un grosero símbolo ochentoso. Hoy, con ellos puestos, sos viejo aunque te hagas el canchero en la pista sacudiéndote al ritmo de un rap. Los tarros te delatan. En los 80 les llamábamos así; tamangos, timbos, tarros… Hoy se hallan en extinción y se ven solo zapas de suelas sintéticas.

** Están impecables; en su interior se lee en letras doradas “Legítimo Doncheff”. Como hoy por hoy es fácil averiguarlo, nada me costó saber que Doncheff, desde hace 75 años sigue fabricando tamangos en Córdoba (así les llamábamos, como dije, en tiempos de melenas largas) obviamente con modelos resignificados, más adaptados a las nuevas demandas.&nbsp;<h3>Malos ratos&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** Que nadie se lo tome a broma porque estar en una encrucijada como esta no es pa’ risa. No sirven para regalarlos; tirarlos es un crimen que no cometeríamos; ¿qué nos queda? &nbsp;Póngale que me los calzo y salgo para tomar una cerveza en la vereda de un bar céntrico, como quien provoca a los que se atrevan. Jean y zapatos de fina manufactura. Pasa una moto, el colado de atrás se te ríe feo de los zapatos lustrosos y te lo grita. Si uno quisiera argumentar que los finos Doncheff cuestan 55 lucas, le devolvería un: ‘¡a vos no te da la Banelco para tanto, pendejo!’–, pero cuando quisiste abrir la boca viste que el mal educado calza unas zapas de running Puma de 320 lucas. Humille y deje a los inadaptados sociales que griten lo que quieran, porque el Doncheff de lagarto no solo es barato sino que no va más ni con un traje de Armani.&nbsp;** Hoy lo más cool es vestir con zapatillas. Levántele la botamanga al magistrado o al diplomático, o la sotana al cura, y hallará debajo de su formal y distintivo atuendo, un par de Adidas con mullidas suelas con cámara de aire. Hay zapatillas Chanel de casi 1000 dólares. Esas no le quedan mal a nadie, aunque se las calce vistiendo frac y galera siempre parecerán muy cool, no por color o diseño sino por precio.&nbsp;** Recuerdo aquella vez cuando ni me levanté a bailar para que no se me vieran los Doncheff. Fue así: cuando los ocasionales ocupantes de la mesa nos presentamos, supe que dos de las mujeres presentes tenían larga fama como aguerridas defensoras de la fauna silvestre. Lo supe cundo una de ellas se mandó una monserga sobre la gente que colaboran con la extinción de especies animales comprando carteras cuero de cocodrilo o lagarto. ¡Y yo con la evidencia en los pies!<h3>He aquí la contra argumentación&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** Si me querés hablar de calzado totalmente ecológico, está la alpargata, legendaria y original desde 1885, conocida con ese nombre por ser fabricada por la firma Alpargatas SA, pero su marca original fue y es Rueda, de tela con suela de yute. Parte de la militancia ecológica hemipléjica se ocupa de militar –por ejemplo- en contra de la producción de ganado vacuno, porque supuestamente el rumen provoca el efecto invernadero (nunca los aviones o las gigantescas instalaciones para darle internet y redes sociales al mundo). Los empúan los que en Estados Unidos invierten en la producción de carne artificial, y se comen el discurso.** Veamos. Las zapatillas deportivas suelen estar hechas de materiales como poliéster, poliuretano, caucho, y otros sintéticos. La producción de estos materiales implica un consumo considerable de energía y recursos naturales, además de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI). Un estudio realizado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (nunca uno argentino) estimó que la producción de una zapatilla deportiva genera aproximadamente 14 kg de CO2e (dióxido de carbono equivalente), con la mayor parte de las emisiones provenientes de la obtención de materiales.** La mayoría de las zapatillas deportivas terminan en cualquier parte al final de su vida útil, donde pueden tardar siglos en descomponerse debido a la presencia de materiales sintéticos. Durante este proceso, pueden liberar sustancias químicas tóxicas en el suelo y las aguas subterráneas.<h3>Que no falte su lado positivo&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** No es una descalificación a las zapatillas, tan necesarias en muchos aspectos, como inevitables al influjo de la evolución tecnológica y cultural. Solo se trata de darle a cada cosa su justo lugar. No creo que hayan nacido atletas más veloces que los que marcaban récords años atrás; más bien nacieron zapatillas con alta tecnología, de fina ingeniería, que los hizo más ágiles y rápidos.** Así cualquiera; mirá si íbamos a marcar récords con las Boyero o los “espores”. Hoy vienen zapatillas que corren solas y son una especie de couch que por poco no te dan consejos sobre aceleración en la curva. Son las que hacen la diferencia en una carrera pedestre.&nbsp;** Todo comenzó en EEUU con las primeras zapatillas de lona y goma que las nombraron tenis, asociadas a ese deporte. Tardaron un siglo en perfeccionarse y llegar al cono sur del continente para deporte y recreación, y hoy ves al padre de la novia ingresando a la iglesia con ella del brazo, vistiendo riguroso traje negro, moño y unas Nike grises de gruesa suela blanca.** La evolución del calzado era necesaria, aunque derribara estereotipos. El problema no es ese, sino qué cuernos haré con mis zapatos punta fina. Por favor, no me respondan con la grosería que están pensando en este momento, porque solo me lo pregunto a mí mismo.&nbsp;** Uno se alegra con la evolución porque viene de tiempos duros y despojados de todo, cuando había solo dos marcas, que se usaban en gimnasia del colegio, y solo tres colores a elegir (blanco, rojo y azul) para chicos y chicas. La gran revelación llegó en los ‘70 con las Flecha y para el fútbol los botines Sacachispas (ahí te quería ver, Messi).Peor yo, que calzaba unas sandalias Skippy en un tórrido verano, cuando el profe de gimnasia nos mandó a correr diez cuadras por calle de tierra y volví descalzo con una sola de las Skippy en la mano.&nbsp;

Alegato en defensa del tamango de cuero

** Hay una película que ya he visto dos veces y en ambas ocasiones me conmovió la historia. Se trata de Hachiko,&nbsp;un perro de raza akita que vivía en Japón y se hizo famoso por su increíble lealtad a su dueño, el profesor Hidesaburo Ueno. A principios del siglo pasado, todos los días Hachiko acompañaba a Ueno a la estación de Shibuya para tomar el tren (que todavía funciona) y allí lo esperaba hasta que volviera del trabajo.&nbsp;Un día, en 1925, el profesor Ueno falleció de repente en su trabajo y nunca regresó a la estación. Hachiko continuó yendo a la estación cada día y a la misma hora durante los siguientes nueve años, esperando a su amigo. Su lealtad y amistad se convirtieron en un símbolo de fidelidad en Japón, y hoy en día hay una estatua de Hachiko en el lugar, como homenaje a su devoción.** En América hemos conocido esta historia gracias a la película&nbsp;"Hachi: A Dog's Tale", cuya traducción literal sería "Hachi: el cuento de un perro". Sin embargo, en muchos países de habla hispana, la película fue lanzada con el título "Siempre a tu lado: Hachiko".&nbsp;Se trata de aquella peli estrenada en 2009,&nbsp; protagonizada por Richard Gere, quien interpreta al profe Parker Wilson (basado en el profesor Hidesaburo Ueno); Joan Allen, quien interpreta a Cate Wilson, la esposa del profe; y Sarah Roemer, quien interpreta a Andy Wilson, la hija del profe. Como sea, la recordamos más bien como “la película del perro”.

** Hay otras historias más sobre “el mejor amigo del hombre”, como se lo suele conceptuar y, si bien esa amistad humano-perro desde cierto punto de vista se ve como interesada, o de interés mutuo, yo te doy y vos me das, la de Hachiko demuestra un cariño puro y desinteresado.<h3>No es lo mismo. No&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** En el día de la amistad, parecerá desatinado analizar la amistad del perro con el hombre, teniendo tantos ejemplos de fidelidad y emotividad entre seres humanos. Pero se trata, en esta fecha, de rebatir el concepto de “perro mejor amigo del hombre”, que es cuestionable, porque uno tiene amigos que no le ladran ni le joden la vida en un domingo lloviznoso de invierno para que lo lleve a pasear al parque. Un amigo aceptaría un no en estas circunstancias, sin embargo el Firulais sigue, dale y dale, con la correa en el hocico, saltando sobre el ‘amigo’, trotando hasta la puerta y de regreso, por si el tipo no entendió que tiene una obligación. Es como que plantea un derecho y nos reprocha incumplimiento del deber. ¿Qué amigo o amiga humanos harían eso?&nbsp; &nbsp;** Insisto, los perros parecen más bien una manga de interesados que abusan de nosotros porque nos saben interesados en recibir afecto. Desde un punto de vista estrictamente biológico y evolutivo, la relación entre humanos y perros comenzó con una mutua conveniencia: los humanos ofrecían comida y protección, mientras que los perros proporcionaban compañía, seguridad y ayuda en la caza. Esta interacción mutuamente beneficiosa se ha profundizado a lo largo de miles de años de convivencia y de evolucionar a la par. Ojo, que el humano tampoco se comporta como su amigo o amiga cuando trata de humanizarlo, afectando su autenticidad canina.** Me gustan los perros, aclaro, pero al mío lo trato de usted para poner cierta distancia, para que no abuse de la confianza. Nada de tuteos. Somos amigos, sí, pero uno tiene amigas y amigos humanos que no le ladran ni le orinan la alfombra de la puerta cuando olvidó dejársela abierta. ¡Perro desagradecido! (dicho esto sin rencor).<h3>Influencia canina en el gobierno&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** Si lleváramos este asunto al plano político nacional y las relaciones diplomáticas de nuestro país, se da una situación parecida a la del perro desagradecido. Tenemos un presidente que proclama a los cuatro vientos que Argentina debe abrirse al mundo, relacionarse, ganar amigos y hacer negocios (que de eso se trata) y lo intenta ladrando a los vecinos. Ya hizo calentar a varios orinándoles la alfombra. Les ha ladrado a varios presidentes vecinos y como si fuera poco, se agrandó el caniche y le ladró a un mastín (Xi Jinping de China): “No pacto con comunistas”.&nbsp;** Le escupió el hocico a un rottweiler (Lula de Brasil); les orinó la heladera a los integrantes del Mercosur; le ladró a un “Delmont” (del montón) primer ministro de España… Les ladra y muestra los dientes a los que más necesita para aprobar sus leyes, como Macri y los indispensables legisladores sin cuyos votos no hay gobierno posible. ¿Qué clase de perro haría eso? Está mal asesorado por Conan.&nbsp;** Los ‘ladrados’ no lo entienden, se han organizado congresos partidarios de interpretación del código lingüístico canino. Unos se preguntan si contrajo rabia para no darse cuenta que los necesita para sacar sus pretenciosas leyes; otros, más conciliadores, dicen… tranquilos, perro que ladra no muerde. Hay que entender el lenguaje de un hombre que vive solo, con cinco mastines que ladran contentos cuando lo ven regresar a Olivos y se queda un rato ladrando con ellos pasándose el parte del día, para no hablar con la asquerosa progresía del servicio de cocina.** Y el ladrador serial desconfía de todos, como el perro bajo la mesa en las familias numerosas de antaño que, esperando algún huesito, vivieron experiencias muy duras. Por ejemplo, cuando durante el almuerzo alguno de los humanos guarangos soltaba un silencioso y pestilente flato, comenzaban las acusaciones mutuas y zanjaban el conflicto echándole la culpa al perro, sacándolo de allí a patadas. ¡Juiiiiiiraaa! Siempre la culpa era del perro.<h3>Amigos/as que no muerden&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** La raza akita se ha ganado un monumento en Japón y aquella película que hizo famoso a uno de su especie, pero no te confíes; en la lista de razas con la mordida más poderosa los akita figuran en cuarto lugar, con una fuerza de mordida de 400 PSI (libras por pulgada cuadrada). En cambio a tus amigos y amigas –calculo por tu edad- apenas les da la mordida para manducar la medialuna en la ronda de café. En ellos puedes confiar.** Sin embargo –y ahora hablemos en serio- muchas personas experimentan una conexión emocional profunda con sus mascotas, basada en el afecto, la lealtad y el cuidado mutuo. Los perros, por su parte, muestran signos de apego emocional genuino hacia sus dueños. Pero si en lo de “mejor amigo” dejáramos afuera la palabra “mejor” estaríamos bien, porque felizmente entre los animales del género humano hay amigos menos exigentes, a los que no hay que alimentar, pasearlos y llevarlos al veterinario.** Chau. Feliz Día de la Amistad. No dejemos de celebrarlo con amigos, amigas, amigues, y con caninos también.

Cuestionable análisis sobre la amistad con el perro

** Son cosas de viejas, dijo el chico casi con desdén cuando su tía abuela le cuestionó sus modales. Viejas son las barritas de azufre y todavía calman el dolor de cuello, respondió la mujer que lo doblaba seis o siete veces en edad. Aunque por diferencia generacional ella no podía esperar mucho en común con el gurí, éste la sorprendió interesándose en ¿por qué es buena una barrita de azufre? Y la descolocó; ella misma nunca se lo había preguntado, porque si algo sirve, sirve, y no se anda averiguando los porquéses. Así eran las cosas en los tiempos de las tías y las abuelas. Además te los venden pelados y sin prospecto. Ella simplemente la pedía en farmacia cuando le agarraba un “golpe de aire” que otros llaman tortícolis, que le dejaba el cuello tieso y dolorido.&nbsp;** La barrita de azufre también ha hecho fama de ser buena para otras contracturas musculares en la espalda. Se frota suavemente o ni siquiera eso, porque basta con deslizarla, o sea hacerla rodar a la barrita bajo los dedos, escuchar el fino y misterioso crujido que produce antes de quebrarse en dos o más pedazos, y la rigidez cervical comienza a aflojar de a poco.

** Mirá, déjame buscar que te muestro una –respondió ella. El chico, que siempre mostró más interés en las matemáticas que en las artes, tomó entre sus manos aquel cilindro de azufre prensado, con su característico color amarillo pálido, evaluando a primera vista que tendría unos 8 centímetros de largo, un diámetro cercano a los 2 centímetros y un peso de unos 25 gramos, levemente cónico con un extremo de mayor diámetro que el opuesto.&nbsp;** -- ¿Y vos decís que con solo fricarte el cuello con esta barrita pedorra se te va la tortilla?&nbsp;_ Dije tortícolis, es como una contractura, y si, se te pasa con solo una pasadita, a lo sumo dos.&nbsp;-- Si, claro, y si tomo vino antes o después de la sandía muero por indigestión. Seguís con las teorías antiguas tía. A mí que alguien me explique cómo funciona, cuál de sus características modifica algo en el músculo afectado._ Mirá, a mí me basta con que me alivie el cuello tieso, a lo demás pregúntaselo a Google o a ese otro invento del que hablan ahora.** La realidad es que a estas misteriosas barritas ya las usaba mi abuela italiana, imagínate vos, que le llamaba canelli di zolfo (antorchas de azufre), y una tía genovesa las nombraba sorfanetti, que ahí si no entiendo nada. A mi otra abuela, alemana, tampoco le faltó el&nbsp;Schwefelstab en casa; viste que los alemanes te resumen una oración en una sola palabra. Desde hace más de medio siglo las fabrica en Buenos Aires la firma Azufre Alivio y no produce otra cosa, las entrega con diferentes envases, de donde las extraen los farmacéuticos para venderlas “sueltas”.** Sus fabricantes afirman que las barritas poseen muchas propiedades: absorben la carga electromagnética del cuerpo (hasta aquí no está mal), además sirve para contracturas musculares, artritis, tortícolis, y luego derrapan con sarasa: “alivia dolores menstruales, calambres, estados gripales, dolores corporales por cambio climático...”. No se acordaron de la culebrilla, si no… Eso sí, al cómo lo hace nunca te lo podrán explicar. No hay fórmula secreta; es solo azufre.&nbsp;** “En resumen, no hay evidencia científica concluyente que explique por qué las barritas de azufre podrían funcionar para aliviar el dolor de cuello. Sin embargo, factores como la carga estática, el efecto placebo y la liberación de tensión, pueden jugar un papel en la ‘percepción de alivio’ que experimentan algunas personas al usar estas barritas”, dice el viejo Google que todo lo sabe.<h3>Liberador de tensiones &nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** No era este nuestro tema de hoy, pero ya que hemos despertado la curiosidad, ampliemos que no hay evidencia científica. Se argumenta que hay en el azufre factores como la carga estática, el efecto placebo y la liberación de tensión, que pueden jugar un papel en la percepción de alivio que experimentan algunas personas al usar estas barritas.&nbsp;** Si me van a decir que no funciona, díganme por qué hace un fino pero categórico crick, crick antes de partirse en dos, y si seguimos deslizando una de esas dos fracciones por el cuello, también se parte (replica la tía abuela). En ese crujido asumimos que algo (la barrita) se hizo cargo de nuestro dolor y reventó. La teoría es que&nbsp;la barra de azufre es porosa, conteniendo burbujas de aire en su interior. Una vez que se la comienza a pasar sobre la zona afectada, la fricción hace que la barra tome calor, ese calor dilata el aire atrapado en los poros haciendo que se rompa.&nbsp;** Salga di’ áhi con tanta teoría… No se puede contra la tradición que dice que la mejor medicina es la que funciona, más allá de la ciencia, y si la barrita no funcionara no estaría durando como ciento cincuenta años, desde que la trajeron al país los inmigrantes genoveses.<h3>Es como un modelo de gobierno&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** Y si, pasa también en el ámbito político, donde se han ganado elecciones en contra de toda teoría racional o científica. Porque en política hay acciones que funcionan y otras que no, aunque esas que funcionan nunca duraron 150 años, porque, si bien a la larga están los que siguen creyendo en su magia porque les funciona a ellos en particular, siempre hay otros que se avivan y pueden llegar a ser una mayoría suficiente como para cambiar un resultado electoral. Si al ciudadano le importa salvarse a sí mismo… le basta con barrita de azufre y té de boldo. Si en cambio desea un país grande y moderno para sus descendientes, buscará medicinas con mayor sustento científico, a riesgo de equivocarse.** Claro que, los que proponen medicinas políticas de base científica, que también pueden fallar, suelen equivocarse en su concepto de sociedad. El caso es que a la sociedad también la integran (y votan) los que defienden la barrita porque muchas veces les sacó el aire del cogote. En ellos también tiene que pensar aquel que quiere gobernar para “todos” y no solo para los que tienen acceso al vademécum completo.** Copan unos el poder y ganan popularidad aliviando la carga estática que acumulan los de abajo, apostando al efecto placebo y la liberación de tensiones, todo eso a costa de lo que sea (endeudamiento y emisión, por ejemplo). Cuando la pobreza alcanza a la mitad de los argentos, copan otros el poder y reivindican la medicina científica y la libertad del sálvese quien pueda, olvidando que algunas barritas de azufre también deberían ser parte del plan, hasta que el 52% se recupere y pueda comprar medicamentos recetados.** El que entendió, entendió, y el que no me disculpará.

Nunca subestimes las barritas de azufre

** La cajera del piercing en la nariz, con sus anteojos formales y pelo recogido a manotazos, se mostraba amable y pacífica, casi querendona, la mirada atenta, la energía intacta, con cada cliente que iba guardando sus productos en bolsas de polietileno prohibidas por una ordenanza que se acata pero no se cumple. Todo este escándalo vino a raíz de un tímido reclamo que hice desde mi frecuente falta de ubicuidad, lo admito: ¿No me das un ticket?** --¿¡Cómo que un ticket!? –estalló como si un ex novio le hubiese pellizcado las nalgas– ¿De qué es el ticket, ah?, ¿de qué está hecho?_Y qué se yo… siempre fueron de papel…--¡Claaaaaro! Y lo dice como si fueran de cáscara de banana; de papel son; de-pa-pel; hay que voltear un árbol por cada ticket, pero al señor poco le importa la ecología. Lo veo en su cara, mire esas cejas tan típicas del depredador,… pide un ticket de papel ¿y para qué?, para su propio ego. ¿Nunca oyó hablar de la despapelización? ¡Así está el mundo, el clima como loco y el señorito quiere seguir talando bosques para obtener un ticket que mete al bolsillo y después se lo lavan con el pantalón!!!** Fue como si el sol se detuviera en el horizonte. Todos los pájaros callaron. A una señora se le cayó de las manos un sifón de vidrio y ni siquiera hizo ruido. Creo que no llegó al piso, se detuvo en mitad de la caída. Miré hacia la fila que se había formado frente a la caja y sentí la energía bélica de una ristra de ojos acusadores que me abrumaban con su silencio. Mirá vos hasta qué punto llegó este asunto de la despapelización –pensé ingenuamente-.

<h3>Confunden gordura con hinchazón</h3>** Forzando una sonrisa de sujeto inimputable, autoestima a la sartén, salí caminando marcha atrás temiendo algo peor, mientras me palpaba sorprendido las cejas. Por ocultarme en alguna parte me metí al baño sin necesidad. Tirando agua por el inodoro simulé haberme ocupado, me lavé las manos, le metí dos manotazos al expendedor de papel para volver operables mis manos. Me transpiraron un poco y lo arreglé con dos o tres manotazos más y una mejor frotación. El contenedor desbordaba de hojas blancas apenas arrugadas.&nbsp;** Más tarde mi amigo Sanders me hizo el favor de ir a retirarme las bolsitas de polietileno que abandoné en el espanto, con lo que legítimamente me pertenecía por haberlo garpado de acuerdo con la cifra fugaz que reclamaba el monitor de la caja. ¿Tanto bolonqui por pedir el ticket? ¿Cuánto cuesta emitir un ticket?, le pregunté desconcertado a Sanders, pensando ingenuamente en el valor de centésimos de centavos de un papelito.&nbsp;** –‘Y… más o menos entre un 21% hasta el 26% del valor de la compra’, me respondió despreocupado.&nbsp;_¿Qué clase de cálculo estás haciendo?, volví a preguntar desde mi asombro.&nbsp;--‘Calculale que se quedó con el IVA y el impuesto a las ganancias’, siguió diciendo, y con la misma indiferencia reprochó: Para qué armás bardo por un ticket de mierda, ¿para qué lo querés?&nbsp;No sé para qué lo quiero, pero cada vez que alguno confunde despapelización con evasión, me da como que la diferencia entre esas dos palabras agudas es que la segunda le alcanza a la Afip para pagar una asignación por hijo.<h3>Ecos del ecosistema&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** En el escenario de los defensores del medio tirando a cuarto ambiente que nos queda, uno se siente poca cosa frente a los más poderosos abanderados de esta causa:&nbsp;Los bancos, Afip, compañías de seguros, de servicios…. Y ya se sabe que detrás de ellos no siempre está la gente más tierna con la sensibilidad a flor de piel. No son todos así, por supuesto, en las altas finanzas también hay amantes de la naturaleza. Pueden fallar, es cierto, pero como máximo saldrán a cazar.&nbsp;** El grito de batalla: ¡vamos a despapelizar por el bien del ecosistema!, nació en una mesa oval donde un CEO les presentó a los accionistas un número que los llenó de éxtasis; la millonada de dólares que se ahorrarían al deshacerse del papel y obligarnos a tramitar todo desde una PC o desde el celular. Desde entonces ahorran papel en comprobantes aunque no escatiman el de servilletas y suministros para tualé.** Aquella medida ecológica les produjo éxtasis, según se cuenta en la intimidad de estos conspicuos benefactores del ecosistema, porque la despapelización también les permite despedir a un alto número de empleados que fueron necesarios para el viejo papeleo. Algo así como matar dos pájaros de un tiro, ya que de ecosistema hablamos.<h3>Más respeto que soy papel&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** Hacia la digitalización va el mundo y es inevitable, pero por favor un poco más de respeto por el papel. Después de todo, si por él no fuera, no tendríamos ni siquiera la constancia de haber nacido, ni la prueba de que nuestros hijos son verdaderamente nuestros. No conservaríamos el cuaderno de primer grado. ¿Sobre qué harían sus garabatos nuestros hijos cuando creemos que nace un gran artista en ellos?&nbsp;** Aún en el mundo digitalizado del presente y porvenir, el papel será siempre un amigo de ruta. ¿Cómo se le dice amor en 140 caracteres a la persona amada? ¿Cómo se harán los barquitos de papel para soltarlos calle abajo por la cuneta cuando llueve en verano? ¿Con qué haremos serpentinas para arrojar en la cancha? ¿En qué creeremos? La letra sobre papel es una verdad y la que se lee en una pantalla es una sospecha.&nbsp;<h3>¿Volverá el viejo delantal? &nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** No es el papel quien les está quitando el alma a robles, lapachos, nogales, algarrobos… A esas especies las velamos en nuestras casas y oficinas en sarcófagos llamados muebles. La especie que nos seca las manos, nos limpia la boca, nos regala el placer de leer un texto, un diario, un libro, es el pino que se planta en filas como interminables batallones de verticales guerreros que nacen para morir, como los pollos y animales de faena.&nbsp;** El error está en no declarar una “desmueblización”, y otra medida necesaria es recuperar los delantales de tela de nuestras madres y abuelas.Ellas sí que mantuvieron una conducta Frendly con el medio ambiente. No necesitaron papel de cocina porque siempre tuvieron a mano el delantal. Bajo la custodia de ellas, todos los árboles vivieron sin temor.&nbsp;** El delantal estaba ahí, rozando todo el tiempo sus manos para avisarles que estaba a su servicio. El delantal era el cuidaropa, secamanos, manopla para retirar una olla del fuego, servilleta para limpiarles el puré de los cachetes a los bebés… y en caso de necesidad, hasta para sonarles la nariz. Y se pasaron la vida lavando pañales de tela pura ecología.&nbsp;** Un día vinieron las mujeres onda verde a darles clases de ecología, mientras fuera de hora cargan en sus changuitos pañales descartables y toallitas sanitarias que tardan 500 años en degradarse.

El papel de la despapelización

** Se ha perdido un niño en Corrientes, Loan es su nombre y se movilizaron todas las fuerzas de esa provincia, hasta bomberos del resto del país, más los nobles perros entrenados para la búsqueda confundidos entre tanto suelo pisoteado, y los infaltables perros de por ahí que saltaban inútilmente excitados porque olían una fiesta –porque los perros sobran donde hay pobreza– pero esta vez olieron solo preocupación, dolor y cáscaras de naranja descartadas.&nbsp;** Se conmovió el país, o quizás solo los argentinos pendientes del caso. Miles querían saber, a cada hora, si el niño había sido hallado entre aquel universo de matas, barrizales, arbustos y paja colorada, alfombrado por un tímido pastito rastrero coloreando verde entre el malezal, como reclamando memoria para los extraños días de calor vividos en pleno junio, lo que fue bueno para Loan si durmió a la intemperie. Pronto Loan será solo olvido.

** “Todo el país” estuvo preocupado por Loan y atento a los resultados de búsqueda… solemos exagerar irreflexivamente los periodistas cuando son muchas las personas pendientes de la transmisión de un caso en la televisión nacional. Horas y horas hablando y repitiendo imágenes donde hay poco para decir, porque nadie sabe algo más del asunto. Mientras tanto el país sigue su rutina con sus endemoniados problemas y cien por cada uno de los que siguen el caso Loan, caminan, comen y duermen concentrados en sus propios extravíos, pareciéndoles demasiado sumar una preocupación más por algo que sucede allá lejos y entre pajonales correntinos. Y que dejará de suceder cuando en los medios no se hable más de ello. ¡Lo hemos visto tantas veces!<h3>La prensa como respaldo a los jueces&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** ¿Qué hay del crimen de Cecilia Strzyzowski en Chaco, que hizo caer al inexplicablemente poderoso matrimonio de Emerenciano Sena y Marcela Acuña, constructores y usufructuantes y disfrutantes de un petit Estado propio, en la provincia de Chaco, con plata de la Nación. Benefactores con plata ajena, como tantos otros, con guita malversada del Estado, que administraban a discreción, sin ley ni rendición de cuentas, quedándose con la parte del león para gastos reservados. ¿Dónde está al parricida Sergio Schocklender después de todo lo que se robó de “Sueños Compartidos” con las Madres de Plaza de Mayo? &nbsp;** Millones de argentinos estuvieron pendientes del caso Cecilia Strzyzowski hasta que los productores de TV dijeron “ya está, ya no garpa”. La última noticia sobre el tema que se publicó en Buenos Aires data del 4 de junio y fue la única. Hay otra de TN a comienzos de mayo y las demás datan del mes de febrero. Pero… sin los medios allí durante los primeros meses, los corruptos Sena y Acuña estarían libres y los fiscales y jueces temblando de miedo. Lo aprendimos en 1990 con el caso Soledad Morales en Catamarca, donde el clan gobernante podía abusar, robar y matar con total impunidad, pero en uno de sus excesos, el de Soledad, se les fue toda la prensa del país al humo y les tocó purgar cárcel y a los Saadi perder el poder histórico.<h3>El de las naranjas y los otros&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** Se ha perdido un niño, que fue por naranjas en la provincia donde crecen de a millones en las quintas encendiendo sus colores, y el país habla de él solo, a espaldas de 7,1 millón de 0 a 17 años con nutrición deficiente cuyo nombre es “Estadística”, sobre los cuales no alumbran los reflectores, pero están, siempre estarán, porque los chicos son inocultables.** Apenas allí, a la vuelta de donde emiten los canales de TV porteños, como a lo largo y ancho del país, hay varios millones de Loan chorreando moquitos y sucios con sus propias excretas, porque al agua hay que buscarla de allá lejos en baldes. También los han mostrado muchas veces en la tele, pero un solo día por vez.&nbsp;** Criaturas que comen poco y mal, muchas de las cuales viven en tierras usurpadas alrededor de industrias, de basurales, pegados al terraplén de una vía ferroviaria o en terrenos inundables. Es lo que pueden conseguir para armar alguna estructura. Los gobiernos no dan tierras y materiales para construir. No es negocio porque se lo agradecen una sola vez. Reciben su casita, agradecen con lágrimas y adiós corazón. En cambio los planes cada mes, si bien salen más caros en el tiempo, son más efectivos para crear rehenes. Lo que no se puede hacer con los planes es un techo sólido, conseguir agua, luz y clocas, elementos que mejoran la autoestima, que dignifican al ser humano para presentarse bien aseado a pedir trabajo.** Loan fue un nene tan invisible como el 8,4% de los chicos y adolescentes extremadamente pobres que viven a lo largo y ancho del país. Chicos que crecen desnutridos, sin educación, en viviendas precarias sin servicios sanitarios, de los que no se habla, quizás porque los argentinos hemos naturalizado la pobreza que ya supera el cincuenta por ciento y somete al 30% de la gurisada de entre 0 y 17 años, según el estudio multidimensional de pobreza realizado en “Argekongo” por UNICEF. Los gobiernos hablaron de los pobres y los multiplicaron. El actual los multiplica sin mencionarlos. Veremos.<h3>Argenkongo&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** Obviamente que esto no es solo obra del inevitable e imprescindible ajuste libertario. Un informe de UNICEF de febrero de 2023 basado en datos oficiales de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, muestra que en el primer semestre de 2022 el 51,5% de las niñas y niños eran pobres por ingresos. Indicaba que dos de cada tres niñas y niños de Argentina (66%) están privados de derechos básicos, como el acceso a la educación, la protección social, a una vivienda o un baño adecuado, al agua o a un hábitat seguro.&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;** Se cuenta de un pintor norteamericano que en su paso por una academia militar, recibió la orden de pintar un puente emblemático del condado. Así lo hizo, comenzando por el boceto y -dándole rienda suelta a su creatividad-, bocetó sobre el cemento dos niños jugando. El jefe le rechazó el papel ordenándole que quitara de allí a los gurisitos. El artista rehízo el dibujo con el puente solitario, el arroyo, y al costado del curso de agua volvió a dibujar a los chicos pescando.** El comandante se calentó, rechazando nuevamente la obra y exigiéndole que ‘eliminara’ a los pequeños. La última versión del artista mostró el puente, el arroyo, y a un costado dos diminutas tumbas sobresaliendo del suelo. Quedó como una metáfora de que a los niños se los puede hambrear e incluso enterrar, pero bajo la tierra se convierten en semilla para rebrotar y hacerse visibles por sí mismos, muchos con el rencor de penurias pasadas, rencores que, sumados a la necesidad, son capitalizados por oportunos “dirigentes sociales”.

Todos tras uno solo, ¿quién tras los demás?

** Es común oír que el presidente de la Nación, Javier Milei, se dirige a la “gente de bien”. Esta expresión ha tenido muchas críticas por parte del ala izquierda de nuestra política vernácula, o más bien por los columnistas de los medios que la representan. Sin embargo, si se hiciera una encuesta seguramente casi todos los encuestados se representarían como tales. Poca gente es tan inteligente y honesta como para declararse “gente de mal”. Solo los creyentes cristianos se declaran pecadores, exculpados por la gracia de Jesús.** Sobre “gente de bien” y “gente de mal”, desde Milei hacia el presente se han sacado muchas conclusiones, pero nadie le pidió todavía al propio Milei que defina su expresión, que sería lo ideal. Quizás piensa, y hasta es capaz de decirlo, que la “gente de bien” es aquella que por hartazgo de lo anterior o por simpatía con él y sus ideas, lo votó y espera que lo sigan bancando. O quizás se refiere a la gente como él, o “la gente como uno”, como dicen los sectores privilegiados de la sociedad porteña o aquellas personas con ínfulas de superioridad. Y la gente de mal son todos los demás.** Es difícil llegar a una conclusión, pero nos mezclamos en este barullo porque pertenecemos a un mundo donde tooodo debe ser desmenuzado, analizado, sometido a ‘conversatorios’ sin destino, que desaguan en la publicación de un memo con conclusiones que nadie leerá.

** Veamos… Para saber qué es una persona de bien se puede empezar por muchas partes del ancho tobogán, que puede llevar a donde cada uno quiera llevarlo. Se puede observar en cientos de reuniones y congresos, que no se busca hallar una conclusión sino que cada uno lleva la suya propia y discute por hacerla parecer la mejor. No está mal, es el orden perfecto.<h3>¿Qué nos distingue de los animales?&nbsp;&nbsp;</h3>** Para saber qué es un buen humano convendría empezar por preguntarnos ¿qué nos hace un “ser humano”? ¿Qué nos distingue de los animales? Se nos nota porque somos bípedos, de ahí que a alguien muy torpe le llamamos cuadrúpedo. Que nuestras manos no finalizan en garras ni pezuñas; que nuestro dedo gordo es oponible, es decir que nos permite, por ejemplo, atar el nudo de la corbata y los cordones de las zapatillas. Fíjese que los monos no usan zapatillas porque no pueden atarlas.** Tenemos lenguaje, sistemas de memoria avanzada, imaginación, habilidades creativas, inteligencia, conciencia o la habilidad de evaluar acciones futuras, sabemos sobre fútbol (búscame un carpincho que lo sepa). Somos el único animal capaz del arte. Incluso, hasta que los gatos y perros domésticos se adueñaron de sus amos poniéndolos a su servicio, el humano era llamado único ser capaz de domesticar –y obviamente manipular- animales y plantas.&nbsp;** También somos el único animal capaz de pensar y creer en asuntos tan trascendentes como la fe en Dios. Los demás son animales a secas, por más que nos muestren en Tik Tok a un perro que busca el diario que arrojó el canilla, o un loro que canta el Himno. El león también es un animal, pero hay que saber distinguirlos; el León con mayúsculas es un humano que se manda algunas animaladas cada tanto.** Se dice además que somos posiblemente el único animal consciente de ser mortal. Lo de único aún es una duda para la ciencia, porque se ha visto correr a las liebres con enorme desasosiego cuando se les viene el perro al humo, y seguro que no lo hacen solo por jugar a la carrera.<h3>Seis condiciones para ser bueno&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** Todas aquellas y otras más, son características del ser humano y eso incluye a los chacales que les arrebatan el celular y la mochila a sus semejantes indefensos, y cuando ya se los entregaron, les disparan a boca de jarro, dos o tres tiros con un arma. Sin embargo, si se les preguntara a algunos de éstos si son gente de bien, quizás afirmen que sí, pero que la sociedad, o el gobierno, los obliga a ser malos.&nbsp;** Si buscamos en las fuentes de los que saben, digamos que especialistas del Instituto de Antropología Evolutiva y Cognitiva de la Universidad de Oxford, realizaron un estudio que duró más de 7 años para tratar de encontrar cuáles condiciones nos hacen buenas personas, y éstos son los rasgos a tomar en cuenta según la ciencia… (¡¡7 años cobrando para esto!!! Estos yanquis parecen argentinos).** Reconozcamos que no les fue fácil, porque (según ellos) hay 60 tipos de sociedades diferentes en todo el mundo y hubo que tratar de encontrar coincidencias con respecto a lo que&nbsp;se considera “ser una buena persona”, lo más parecido a “persona de bien”.Al final, los resultados coincidieron en que, en general, las personas que eran consideradas buenas en sus sociedades solían poseer ciertas características. Calificas como “buena persona” en una gran cantidad de culturas si:&nbsp;Ayudas a tu familia. Ayudas a tu comunidad. Devuelves los favores. Eres valiente. Respetas a tus superiores. Divides los recursos de forma justa. No se explica qué pasa si además de eso son estafadores, ladrones, mentirosos o engañadores incurables.<h3>Las dudas que nos quedan&nbsp;</h3>** Oppenheimer, el padre de la bomba nuclear o atómica, que tanto le debe al ‘hombre de bien’ Albert Einstein, se arrepintió de su invento. Quizás eso lo haga una persona de bien.&nbsp;Muy buen tipo fue el fisiólogo y biólogo vegetal norteamericano Arthur Galston. Buscando la forma de hacer florecer más a la soja, descubrió sin querer&nbsp; la forma de hacerle perder todas las hojas a los árboles y plantas. Su descubrimiento se llamó ‘Agente Naranja’. Lo usaron sus compatriotas en la guerra de Vietnam y se calcula que de forma directa fallecieron a consecuencia del agente naranja tres millones de vietnamitas y medio millón de niños nacieron con malformaciones congénitas.&nbsp;** Arthur seguramente se percibía hombre de bien, pero su descubrimiento cayó en manos de gente de mal. Belliboni (Polo Obrero), Juan Grabois y otros, se sienten y declaran buenos, pero desviaron para su beneficio millonadas de pesos que eran para darles de comer a los pobres… ¿A éstos se les llamaría gente de bien con algunos pecados comprensibles?** Dice la gente humilde de ciertos barrios de Colombia, que el narcotraficante Escobar Gaviria era una persona generosa y lo amaban. Calificaría como “gente de bien”, aunque la guita y favores que distribuía la obtenía como traficante, asesino y arruinando la vida de millones de jóvenes con la droga. Si se le preguntara a su tocayo de apellido, el sacerdote entrerriano Escobar Gaviria, si se percibe buena gente, quizás diría que sí porque ha bendecido a tantos; pero está preso por abuso de menores.** En fin, mejor es sentirnos obra de Dios que chiste malo del diablo. Después que Milei nos califique como quiera.

¿Quiénes serían la “gente de bien”?

** No sé si a usted le pasa, pero uno se cruza con Creíque y lo escucha murmurar que lo están queriendo joder. Más adelante, por la misma vereda o a la vuelta, o en otro lugar, Penseque, pedaleando la cuesta en sentido contrario, va mascullando que lo están queriendo joder. Como tengo la misma sensación que ambos, tiro líneas, los indago, después de todo me siento parte de esa cofradía, cada uno desde su lugar particular.** Descubro que Creíque está convencido de que es Penseque quien lo quiere joder, y Penseque no duda de que es Creíque el mentor de todos sus males. Cada cual lo ve como quiere verlo, con anteojeras o sin ellas; yo creo que nos están jodiendo a todos desde un lugar donde reinan complicidades y códigos que desconocemos o queremos desconocer. Y como no lo tenemos claro, desconfiamos.Todo se resolvería si además esta revolución comunicacional nos concediera la facultad de adivinar o leer intenciones. Ocurre algo grave y nos enteramos por las noticias pero ¿cómo saber si detrás de ello se juegan intereses espurios o sanos? Bueno, desde hace unos años, además de intereses también se juegan odios y rencores.

** Creíque y Penseque viven en la misma cuadra, dato irrelevante, da igual si vivieran lejos, pero ellos son vecinos. El dato fuerte es que la bronca entre ambos fue creciendo sin saber por qué empezó. El primero tiene una perra que anda suelta y molesta, el segundo tiene un gallinero en el patio de su casa y hace olor. Se le oyó decir al dueño del gallinero: “ojalá que esa perra de mierda un día se meta acá y me mate una gallina, así arreglamos cuentas”.** Aquel ‘ojalá’ (‘Si Dios quiere’, en árabe) finalmente sucedió aunque probablemente no fue Dios quien lo quiso, y se armó un escándalo de proporciones. Penseque –dueño del gallinero- armó un revuelo mediático mayor al que hubo en el corral cuando, según sus acusaciones, la Cocker Spaniel de Creíque entró una madrugada en busca de su cena. Se sospecha que Penseque dejaba cada noche entreabierta la puerta deliberadamente para facilitarle las cosas al animal, buscando una razón para agredir a su odiado vecino.<h3>Escenas cruentas en la red&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;</h3>** El damnificado publicó una foto en Facebook mostrando a su gallo destripado y acusando al señor Creique, para que todo el mundo supiera que el tipo no es lo que parece.No tuvo que hacer más; las páginas web lo reprodujeron y los medios periodísticos lo llamaron a Penseque para hacer notas, donde plantaría su versión única para que arraigue y crezca. Cualquier discusión se libraría en torno al relato de cada contendiente.** La información corrió rápido. El periódico del pueblo, la FM, el canal de cable, las madres cuando llevan a sus chicos a la escuela, en las peluquerías… ¡y ni te cuento de Facebook e Instagram!, donde Penseque publicó la foto del animal descuartizado, un hermoso gallo bataráz de soberbia cresta, señalándolo como criminalmente agredido por una perra de propietario irresponsable. ¡Imagínese!** Hubo solidaridad masiva, y no es para menos con tan artero ataque a un ave indefensa, sin considerar su glorioso pasado de gallo de riña sobreviviente en sus años de pollo. Los periodistas seguían la corriente. Después de todo preguntarle a Penseque por qué no protegió mejor el gallinero, o por qué se apresuró a tomar represalias contra el can, sería como investigar a la víctima, algo que está mal visto, aunque es la letra A de toda investigación.<h3>La cosa se puso pegajosa&nbsp;&nbsp;</h3>** En las redes sociales llovían insultos y opiniones de baja ortografía, que se inclinaban según las simpatías que tuvieran por un animal u otro, según la afinidad política o futbolística, o las ganas de joder. Por supuesto, al dividirse las opiniones, los periodistas eran insultados o aplaudidos según el tipo de preguntas que hacían a cada uno de los contendientes. En estos tiempos ya no importan los hechos sino lo que cada uno cree.&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;** Al poco tiempo se sabría que uno era fan del Club Carcamania, de la Zona Norte de la localidad de Sakerment, y el otro un socio comprometido del Club Progresania, del sur del mismo pueblo. Por fin los opinantes de las redes sociales, los de bares y peluquerías, tendrían elementos suficientes para juzgar en el caso, pero eso no les interesaba. La gente parte de la duda antes que de la certeza.&nbsp;** Halagadores y detractores se encolumnaron convenientemente a uno y otro lado de la grieta, a la que ya pertenecían desde la fundación de ambos clubes. Los fans de Carcamania, entidad a la que pertenecía Creíque, se manifestaron decididamente a favor de este hombre y su perro, con argumentos tipo: ¡para qué querés un gallo si no ladra! Los de Progresania bancaban a Penseque y su gallo muerto en heroico combate contra un can (según su epitafio).En una radio del pueblo acopiaban argumentos y difundían solo a favor de Creíque, y en la otra hacían lo propio a favor de Penseque. Muy pocos sakermentinos escuchaban ambas. La mayoría le prestaba el oído solo a quien les dijera lo que querían oír.** Algunos bien intencionados convocaron marchas, a las que se sumó la Agrupación Vayamo Yaquestamo; la Protectora de Animales para cuidar los derechos del finado gallo y del malherido Cocker, los muchachos del SPP (Sindicato de Profesionales de la Protesta), de la MPB (Meta Palos y a la Bolsa), algunas vecinas honradas, y unos tipos del Club de Riñas Gallo Malevo, con cartelones ¡Ni uno más!,&nbsp;<h3>Así pasan los años</h3>** El asunto llegó a la justicia, donde se supo que la Cocker permaneció encerrada en el garaje de su amo aquella noche y se recupera satisfactoriamente de los garrotazos posteriores sobre su cráneo, ocurridos a dos días de conocerse la dolorosa pérdida del bataráz. Junto al cadáver del infortunado plumífero se hallaron pelos de zorro. Para entonces, a nadie importaban los resultados de las pericias. Miles de vecinos y vecinas se habían retirado mutuamente el saludo.** Penseque seguía acosado por la despiadada crítica de los creiquistas, acusándolo de ser adicto a la pastafrola y no haber terminado la secundaria, o de haber matado al gallo con sus manos para acusarlo a Penseque.Mientras, los pensequistas descalificaban a peritos y fiscales y exigían que Creique fuera conminado a mudarse del pueblo. Todos velaban que ningún perito se atreviera a encontrar una realidad distinta a la que ellos esperaban.** Así transcurre la vida en Sakerment, donde la búsqueda de la verdad es un ejercicio innecesario, útil para pocos. Lo puebla una mayoría de sabios que no necesitan aprender nada más. ‘Hay buenos y malos. Los malos son los otros’, es el pensamiento casi unívoco, y la única verdad es la que cada mortal quiere oír.

Mangrullo