Semblanza
“Vieja, aprontá los muchahos que las locas van a la escuela”
Mirta Rivero, una mujer que a sus 87 años, sostenida en su vocación docente, ha sabido hacer espejo en un compromiso que la atraviesa y define.
Parada y arraigada en un caminar atravesado por lo áulico y una comprometida participación política, nuestra entrevistada hace gala de su ser mujer desde un transitar cuyos albores se ubican en la piel de una jovencita que a sus cortos 18 años, allá por 1957 salió al campo a despuntar esa maestra que supo albergar y mantiene al día de hoy a sus 87 años de edad, en su corazón.
“La docencia es ante todo mí vocación, desde muy chica cuando me preguntaban qué quería ser cuando fuese grande, yo siempre respondía maestra”, dice enfática Mirta, quien recuerda y expone con orgullo su primer trabajo como docente, en zona rural desfavorable en la Escuela Díaz Vélez de Rincón de Nogoyá, ubicada en Ruta Provincial N ° 11 de departamento Victoria.