De la vida real
Un mundo de mujeres
La noticia no dejaba lugar a dudas. Un supervisor del departamento La Paz dijo que “las escuelas donde hay puras mujeres son un desastre”.
“Tengo equipos, principalmente en las escuelas orientadas, donde el equipo directivo, la rectora, la vicerrectora, la secretaria, la asesora, son todas mujeres y la verdad es que no da mucho resultado que sea un solo género”, dijo y agregó que, según su punto de vista y experiencia, “tendría que ser más parejo” el equilibrio en la distribución de cargos directivos en las escuelas entre los géneros.
El tipo lo dijo en Ushuaia, durante un Encuentro Nacional de Educación Técnica, Agrotécnica y Formación Profesional, ante más de 600 docentes de todo el país. A más de 2 mil kilómetros de distancia, la noticia igual llegó a Entre Ríos y generó todo tipo de reacciones. Después se disculpó, pero el enchastre estaba hecho.
Por fin uno que se anima a deschavar el feminismo trucho y decadente, dijo el tipo que tiene bronca y va a votar al loco del peluquín. La tipa que tiene penas de rocanrol le retrucó que los varones han venido manejando el mundo desde siempre y así nos va.
El tipo con nostalgias de domingo por llover dijo que no iba a opinar porque se le enfría el café. Lo que nos falta, otra grieta para que siga goteando lluvia sobre el asado del quincho, dijo el tipo que la ve venir y sabe que esta vez no va a poder balconearla.
Cada uno dijo lo suyo y después callaron para no enroscarse más aún. Que de eso se trata, últimamente, el diálogo político en la mesa de café.