Salud pública
Tos ferina: Alerta por el aumento de casos y la importancia de la vacunación
Una enfermedad respiratoria altamente contagiosa, que afecta principalmente a bebés y niños no vacunados, registra un preocupante repunte en la región debido a la caída en la cobertura de inmunización durante la pandemia.
La tos ferina, también conocida como tos convulsa, es una infección respiratoria grave causada por la bacteria Bordetella pertussis. Aunque puede afectar a personas de cualquier edad, los más vulnerables son los bebés menores de seis meses, niños pequeños sin vacunar, embarazadas y adultos mayores. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la disminución en las tasas de vacunación durante la pandemia de COVID-19 ha contribuido a un aumento reciente de casos en varios países.
Síntomas y riesgos
En sus primeras etapas, la enfermedad puede confundirse con un resfriado común, ya que provoca congestión nasal, fiebre baja y tos leve. Sin embargo, a medida que avanza, los síntomas se agravan:
Accesos de tos intensa y prolongada, seguidos de un sonido agudo al inhalar (conocido como estridor).
Vómitos debido a la fuerza de la tos.
Dificultad para respirar, especialmente en lactantes, que pueden presentar coloración azulada (cianosis) por falta de oxígeno.
"Los bebés que aún no han completado su esquema de vacunación son los más expuestos a complicaciones graves, como neumonía, convulsiones e incluso la muerte", advierte la Dra. Valeria El Haj, directora médica nacional de OSPEDYC.
El impacto de la baja vacunación
Según datos de la OPS, en 2021 la cobertura de la primera dosis de la vacuna contra difteria, tétanos y tos ferina (DTP) en las Américas cayó al 87%, y la tercera dosis al 81%, los niveles más bajos en dos décadas. Aunque en 2023 hubo una recuperación (90% y 88%, respectivamente), persisten desigualdades entre países y regiones, lo que facilita brotes.
La vacunación, clave para la prevención
Las autoridades sanitarias insisten en que la inmunización es la herramienta más efectiva para evitar la enfermedad:
Bebés y niños: deben recibir la vacuna cuádruple, quíntuple o séxtuple a los 2, 4, 6 y 18 meses, con un refuerzo entre los 5 y 6 años.
Embarazadas: se recomienda la vacuna triple bacteriana (dTpa) a partir de la semana 20 para proteger al recién nacido.
Adultos y personal de salud: un refuerzo cada 10 años.
Tratamiento y recomendaciones
El abordaje médico varía según la etapa de la enfermedad. En fases iniciales, los antibióticos pueden reducir la gravedad y el contagio. En casos avanzados, el tratamiento se enfoca en aliviar síntomas y evitar complicaciones.
"Ante tos persistente, dificultad para respirar o accesos intensos, es crucial consultar de inmediato. El diagnóstico temprano salva vidas", enfatiza la Dra. El Haj.
Con el aumento de casos, los expertos llaman a reforzar la vacunación, especialmente en grupos de riesgo, y a estar atentos a los síntomas para evitar brotes mayores. La prevención sigue siendo la mejor defensa.