Pulverizaciones y escuelas: Lograr el equilibrio entre la producción y la salud
El gobernador Gustavo Bordet está tratando de llegar a un acuerdo rápido y consensuado sobre las pulverizaciones de agroquímicos en campos aledaños a escuelas rurales. Actualmente, un fallo del Superior Tribunal de Justicia dejó firme lo dispuesto por la Sala II Civil y Comercial de Paraná, que declaró inconstitucional el decreto 4407/18. Por ese fallo el máximo tribunal provincial deja vigentes las distancias anteriores al decreto, de mil metros terrestres y 3 mil aéreos, y prohíbe toda pulverización con agroquímicos en horario escolar. La prohibición pone en peligro una parte importante de la producción agrícola entrerriana que se sostiene sobre el uso de agroquímicos.
Trabajo con universidades
Para llegar a un acuerdo se reunieron el secretario de la Producción Álvaro Gabás y el Fiscal de Estado, Julio Rodríguez Signes, con las cuatro entidades agropecuarias de la Mesa de Enlace. Durante una entrevista mantenida el viernes 31 de mayo en la redacción de Paralelo 32, el gobernador Gustavo Bordet se refirió al tema. “Estamos trabajando ya con las Universidades del Litoral, de Entre Ríos y UADER para encontrar otro criterio. Entendemos que el criterio que tomó el juez, de establecer una zona de exclusión, no es correcto. Decimos eso porque no es lo mismo la pulverización en un campo de soja o de arroz, que se hace con avión; o en uno de citrus que se hace de manera completamente distinta”.
Diferenciar cultivos y escuelas
El primer mandatario señaló que la legislación debe discriminar prácticas por el tipo de cultivo, o el lugar donde está situada la escuela. “Hay que establecer cuáles son las escuelas rurales en riesgo. Si uno dice, a grosso modo, habrá escuelas sin riesgo; otras sí. Y en las escuelas con riesgo, hay que buscar una práctica que sea responsable con la pulverización. Nosotros vemos, por un lado, que se generó un sistema agroindustrial en Entre Ríos con cadenas de valor donde la materia prima ha tenido cosechas record: el maíz, el trigo y la soja. Si cambiamos y aplicamos linealmente, por medio de una decisión judicial, se cae el sistema productivo”.
A continuación agregó: “Ahora, obviamente, la salud de los chicos en la escuela y la salud de la población, eso es sagrado. Hay que sentarse a ver de qué manera emitimos una norma que contemple las dos posiciones, sacando los fundamentalismos de ambos lados. Con la racionalidad de los dos sectores debemos encontrar la norma, que no se asuma por decreto, sino por ley con discusión legislativa, que posibilite un marco normativo para darle sustentabilidad a futuro”.
Pensar el cambio
Al margen de esto que se debe sacar por ley, generando consensos y subrayando que los productores deben trabajar con buenas prácticas, Bordet dijo que “en el mundo hay cosas que están cambiando; si acá no se cambian los sistemas de producción no vamos a poder vender más en los mercados”. Recordó que “la Unión Europea está dejando de comprar, y lo va a seguir haciendo cada vez más fuerte, todo producto que tenga tratamiento con agroquímicos”. Agregó que “a China le podemos seguir vendiendo, hasta que los chinos también adopten ese criterio”.
Gradualidad
Reconoció que un cambio productivo “no se puede hacer de la noche a la mañana” y se debe tener “una gradualidad, lograr una norma que sintetice las dos posiciones, no desde lo fácil, pero que permita hacer esto”.
Señaló que en su zona, Concordia y Federación, las quintas de citrus están al lado de las escuelas y las viviendas. “El citrus es muy distinto que la soja; la soja se pulveriza para obtener más rendimiento (matando malezas), en el citrus se pulveriza para evitar enfermedades de la planta como mancha negra o HLB”. Dijo que, a veces con pulverizar fines de semana o de noche, sin chicos en las escuelas, se pueden resolver muchos conflictos.
Agregó: “les dije a las entidades agropecuarias que hagan también una autocrítica profunda y tengan un lineamiento para que se apliquen las buenas prácticas”. Señaló que “nuestra idea es controlar con la Policía y un servicio de inspectores” para evitar mala praxis en las pulverizaciones.