‘Los Luises’ dejaron su impronta en la historia victoriense

Victoria.- Creada por el Padre Esteban Lonné el día 5 de abril de 1908 en esta ciudad, la denominada «Congregación de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María y de San Luis Gonzaga», popularmente conocida como Los Luises, fue un espacio que supo sembrar y cosechar muchas vivencias generacionales en Las Siete Colinas.

Aquello se enmarca bajo el santoral de San Luis Gonzaga, patrono de la juventud y protector de los estudiantes; santo de dulce presencia y de compenetrada mirada a la cruz que porta en sus manos, conmemorado cada 21 de junio en la Iglesia Católica. 

A pesar de sus orígenes italianos, el nombre e impronta de este santo europeo supo hacer espejo en Victoria, a través de la mencionada congregación; siendo la figura e historia del santo italiano, la bandera de la juventud victoriense de aquellos años, claro refugio de niños que con el tiempo fueron hombres que influyeron en la idiosincrasia local.

De hecho, con el tiempo las creaciones de la Unión de Católicos y el popular Círculo Católico de Obreros, fueron el consecuente y posterior lugar con el mismo sentimiento «Luis», pero ya con un paso hacia la edad adulta.

Los Luises en acción

Fue tan importante el fruto emanado de aquel espacio en las mesetas victorienses, que el pasado viernes 21 de junio Basílica Nuestra Señora de Aránzazu, haciéndose eco de aquellas historias que otrora visibilizaron a la mencionada congregación, anunciaba desde sus redes sociales «hoy celebramos a San Luis Gonzaga, patrono de la juventud y protector de los estudiantes. Recordamos con cariño a “Los Luises” que sirvieron a Cristo en nuestra comunidad»; misa que fue concelebrada por los presbíteros Marcelo Carraza, Milton Senestrari y Maximiliano Vanerio; dando pie a partir de allí, a rememorar cada mes un pedazo de nuestra esencia.

Desde nuestro medio dialogamos con dos ex Luises, prestigiosos y reconocidos ciudadanos victorienses, el médico Oscar Lastra y el Sr. Julio Rodríguez, ex comerciante local, con quienes dialogamos. 

«La sociedad de los Luises fue revolucionaria, tuvo un momento de esplendor, llegó a tener un cine, biblioteca, cancha de fútbol» recordó Rodríguez, para luego traer a su relato también que cuando se produjo la reforma de la iglesia en la década del 50, el párroco de entonces prácticamente hizo desaparecer la mentada sociedad, «hasta recuerdo la noche que nos despidió…», enfatizó, trayendo así al presente aquel día en que el Padre Gregorio Spiazzi decidió que «los Luises dejaran de ser», basado en el mensaje del Concilio Vaticano.

Por su parte Lastra destacó el trabajo que en esos tiempos realizaron para celebrar los 50 años de vida, un festejo inolvidable y de gran presencia para la comunidad; días en los que él ya partía para comenzar sus estudios de medicina. 

“Yo estuve hasta 1958 participando, luego me fui a estudiar, previo a festejar las cinco décadas de vida de la congregación” recordó. Se refirió luego a la bonhomía y crecimiento de esa sociedad que supo tener una biblioteca detrás del edificio del actual templo basilical, “allí se reunían grupos a estudiar, lugar donde se formaron entre muchos otros el Dr. Isidro Gerónimo Balbi y el Dr. Gonzálvez, que luego fuera intendente; también la actual cancha de Sportivo fue de los Luises”.

Al finalizar, ambos recordaron que al Padre Esteban Lonné le quedaron dos deseos inconclusos, uno fue la creación de un hogar para niños humildes y el otro un espacio para la gente mayor. 

Sobre San Luis Gonzaga

San Luis Gonzaga fue un santo italiano nacido en el siglo XVI, el 9 de marzo de 1568 en el castillo de Castiglione delle Stiviere, en el norte de Italia, fue el hijo mayor de una familia noble.

Desde una edad temprana, Luis mostró una gran inclinación hacia la vida religiosa. A pesar de la oposición de su familia, ingresó en la Compañía de Jesús a la edad de diecisiete años, renunciando a su herencia y títulos nobiliarios para vivir una vida de pobreza y servicio a Dios.

Luis Gonzaga es conocido por su profunda vida de oración, su devoción a la Virgen María y su servicio a los enfermos durante una epidemia de peste en Roma en 1591. Mientras asistía a los enfermos contrajo la enfermedad y murió a la edad de veintitrés años, el 21 de junio de 1591.

San Luis Gonzaga es considerado un modelo de pureza, humildad y entrega a los demás. Fue canonizado por el Papa Benedicto XIII en 1726 y es el patrono de la juventud, los estudiantes y los enfermos de sida.

Su festividad se celebra el 21 de junio en el calendario litúrgico católico, recordando su vida de santidad y su ejemplo de servicio desinteresado.