Consejos para cuidar nuestra salud
La nutrición es la clave para una vida larga y saludable
“Nunca es tarde para generar buenos hábitos, porque nuestro cuerpo nos va a acompañar toda la vida”, dice la nutricionista Verónica Romero
Crespo- Desde 1974, cada 11 de agosto se celebra el Día del Nutricionista, en conmemoración del nacimiento del Doctor Pedro Escudero, médico argentino y pionero de la nutrición. En el marco de la fecha, compartimos valiosas reflexiones de la Lic. Verónica Romero, sobre cómo mantener una alimentación saludable y balanceada.
Romero estudió la Licenciatura en Nutrición en Universidad Nacional de Entre Ríos. Recordó que “El último año de secundario me interesó mucho todo lo que tenía que ver con el cuidado de la salud y el cuerpo, empecé a interiorizarme en esos temas. Me interesaba también Medicina, pero no estaba al alcance desde lo económico esa chance. También me apasiona cocinar, pensé en Gastronomía, pero como Nutrición tiene bastantes prácticas en cocina me decidí por Nutrición”.
Piedras en el camino
Sobre los comienzos, Vero comentó que “Cuando uno quiere algo, lo desea y está seguro de que es su camino, lo puede lograr. Fue difícil, empecé en el año 2.000, en el 2.001 mi papá se quedó sin trabajo en Sagemuller con el cierre del frigorífico. Tenía que abandonar la Facultad, pero hubo una familia de Santa Fe, de una amiga y hoy reconocida colega, Virginia Yódice, a la que siempre estaré agradecida, que me dijo que no deje la Facultad, que me fuera a vivir allá. Y empecé a ser becada, cuestiones que se fueron acomodando para seguir”.
Planteó que “Mis papás ayudaban en lo que podían, mi hermano Alberto vendía bingos y Paralelo 32 para ayudarme, siempre estaré agradecida a mis familiares. Mis hermanos colaboraron mucho, mi viejo entró en una depresión así que fue todo complicado. Pero pude cursar en tiempo y forma la carrera. Otro problema se generó cuando iba a presentar la Tesis para el título, porque mi profesora a cargo de la Tesina renunció a la Facultad y recién tres años después me asignaron una docente para supervisarme. Demoré en recibirme y costó en lo económico y lo académico, pero lo logré. Por eso digo que nunca hay que olvidarse de dónde uno viene. Y sostengo que cuando querés llegar a algo, podés. A veces hay obstáculos, pero se puede, Dios encuentra la forma”.
Agradecida
“A mucha gente debo agradecer, pero sobre todo a mis padres Vicente Romero y Rosa Sosa, que, si bien hoy no están presentes, trabajaron incansablemente para que pueda tener mi título, y a mis hermanos Alberto, Sergio, Vanina y Alexis. Hoy, a mis hijos, que son mi sostén diario, a la familia paterna que los cuida mientras trabajo, y a quienes confían en mi servicio”, indicó la profesional.
Destacó que “En mi experiencia laboral estuve trabajando en el Hospital San Martín de Paraná, viví en Nogoyá un tiempo, haciendo talleres de cocina saludable que siempre fue algo que me gustó, y la parte de consultorio. La parte privada la dejé un tiempo, me dediqué a ser mamá y después retomé. Di clases en la Facultad de Gastronomía y actualmente me encuentro prestando servicio al Municipio de Crespo dictando talleres de cocina saludable, como profesional de salud en la parte privada y realizando soporte nutricional (alimentación por sonda) para una empresa de Santa Fe”.
Reflexiones profesionales
El día a día lo reparte entre su trabajo y los momentos compartidos con sus hijos Juan Ignacio (11) y Catalina (9). Indicó que “Hay que aprender a tener un comportamiento saludable. Hay que entender qué le doy a mi cuerpo a través del alimento para estar bien, con buena energía, saludable. Nunca es tarde para generar buenos hábitos, porque nuestro cuerpo nos va a acompañar toda la vida, entonces es importante generar los que nos ayuden a vivir más tiempo y con salud. No es lo mismo comer que alimentarse. La acción es comer, pero alimentarse es obtener los nutrientes necesarios”.
“Creo que de a poco se fue tomando conciencia en algunos aspectos, y hay cuestiones como el Etiquetado Frontal de Alimentos que permite tener más información de lo que estamos consumiendo. La gente se cuida más pero también hay problemas de salud y enfermedades que antes no se veían. Tenemos que estar atentos a lo que nuestro cuerpo pide. Mucha gente come no porque tiene hambre, sino por ansiedad, nervios, cansancio o estrés”, opinó.
Un plato ideal
La profesional reconoció que “Vivimos trabajando, ocupados y aplicar hábitos saludables a veces no es fácil. Destinar algún día de la semana para cocinar o algunas horas un día nos garantiza muchas veces no caer en lo rápido o poco nutritivo. Es cuestión de organización. ¿Cómo sería un plato ideal? Aquel que nos aporta todos los nutrientes. Traducido en un plato, sería ¼ plato de carnes blancas, rojas o huevo, ¼ plato de granos o cereales integrales y ½ plato de vegetales más una porción de grasas saludables (aceite, semillas o frutos secos), acompañado de agua, fundamental para el transporte de nutrientes y las funciones vitales”. Comentó que “Cuando llega un paciente lo primero que hacemos es un diagnóstico integral, actualmente no nos centramos tanto en el peso que refleja la balanza, sino que vemos la forma de mejorar todos los aspectos y pilares necesarios en un tratamiento como la ingesta fría (lo que uno come), la forma de gastar lo que consume (a través de la implementación de actividad física), el manejo del estrés y descanso. Normalizamos dormir poco, estar constipados o estar con escaso contacto con la naturaleza, algo fundamental para la salud”.
Planteó que “Hoy tenemos como principal problema la obesidad y el sobrepeso, y enfermedades crónicas no transmisibles (HTA, DBT, Hipercolesterolemia, generalmente asociadas al sobrepeso y la obesidad). Si bien hay más conciencia de lo que se ingiere, vemos poco consumo de frutas y verduras y mucho ‘paquete’, y con el tiempo los paquetes traen problemas y enferman”.