El borrador de la historia
La Casa de Almada, y una historia olvidada
La vieja casona está ubicada en el Barrio El Triangular de Oro Verde (Paraná) (a la altura del km 5 y ½), frente al Centro de Medicina Nuclear (CEMENER).
La parte más antigua de la casa fue construida alrededor del año 1860 como casco del campo de don Sinforiano Almada, un militar de alto rango del ejército de Urquiza y veterano de la batalla de Caseros, que vivió en el lugar hasta su muerte en el año 1873.
En la edificación se pueden observar distintas etapas constructivas, tanto en sus cielorrasos de tirantes y tejuelas como en sus molduras y cornisas del frente hechas por los primeros yeseros italianos arribados a Entre Ríos.
Los hijos de Almada establecieron en este lugar una “pulpería”, una suerte de almacén donde se vendía comida y bebida, y otros víveres, a los habitantes de la zona, mayormente colonos ruso alemanes y a quienes transitaban por el llamado “antiguo camino general Paraná-Diamante“, única vía de comunicación con las localidades situadas hacia el sur de la capital hasta la construcción de la Ruta Provincial Nro. 11.
Sus secretos
La Casa de Almada guardó durante décadas algunos secretos, como por ejemplo el antiquísimo sótano de la pulpería, donde se preservaban los alimentos frescos. Allí se descubrieron en un compartimento tapiado numerosos objetos: antiguas botellas, porrones de barro de ginebra holandesa y cerveza inglesa, aperos, llaves, armas, herramientas, utensillos, balanzas y otros enseres típicos de la época, muchos de los cuales fueron restaurados y son exhibidos hoy en los salones de la Casa de Almada.
Recuperación histórica
Los actuales propietarios iniciaron en el año 2018 un escrupuloso proyecto de restauración arquitectónico de las partes en ruinas para transformarlo en un emprendimiento gastronómico y cultural.
Durante el proceso de puesta en valor del salón principal habilitado al público y una habitación conexa del sector original de la casa se respetaron las estructuras de sus gruesos muros y todos los detalles originales que se pudieron rescatar, tales como la tirantería de pinotea de Oregon con sello del año 1859, marcos, aberturas y rejas de las ventanas,
Más de 100 años después. la vieja casona de Almada ha vuelto a ser lo que fue, un lugar de encuentro y punto de referencia.