Esperanto, el idioma que quiere ser un puente de entendimiento universal
El 26 de julio se celebra cada año el Día del Esperanto, idioma universal creado por el médico y lingüista Ludwig Zamenhof. En esa fecha de 1887, publicó el primer libro sobre este idioma, titulado en esperanto Unua Libro (Primer Libro). El esperanto fue pensado como segunda lengua, que pudiera transformarse en un vehículo de comunicación y entendimiento entre todos los pueblos del mundo, sin reemplazar a las lenguas maternas de las personas. Actualmente hay 2 millones de hablantes y alrededor de 20 millones de personas que se han acercado a su difusión.
A nivel internacional, los esperantistas se referencian en la Asociación Universal de Esperanto; en Argentina es la Liga Argentina de Esperanto, presidida actualmente por el crespense Gabriel Wagner.
Idioma y objeto tecnológico
En diálogo con Paralelo 32, Wagner se refirió a la actualidad del movimiento esperantista en Argentina y a nivel internacional. Destacó que la sintaxis en el idioma es muy flexible y se adapta a la sintaxis que conoce en su lengua materna cada esperantista. “A partir de esta característica, el esperanto tuvo un efecto secundario benéfico en las personas con dislexia”, agregó y dio el ejemplo de una persona disléxica que pudo terminar su educación, en Rumania, hablando en esperanto, porque no podía estudiar en su idioma nativo.
“Cada idioma tiene una función social muy fuerte y en el caso del esperanto, se puede usar también como un ‘objeto tecnológico’; además de que permite la comunicación internacional”, destacó. Ejemplificó que, además de usarse para la dislexia, “por su regularidad el esperanto se usa como lengua puente entre dos idiomas, en los motores de traducción en informática y redes”.
Traducciones
Si se adoptara el esperanto como lengua de intercambio mundial, se simplificaría mucho la traducción simultánea en los foros internacionales. “En el Parlamento Europeo hay 24 idiomas oficiales y de trabajo. Si uno piensa en la cantidad de traductores, aproximadamente debe multiplicar 24 por 23, 552 traductores. Con esperanto, solo se necesitarían 24 traductores para todos los idiomas”, comentó.
Wagner destacó que adoptar el esperanto a nivel internacional no implica “hacer una campaña contra el inglés, o el francés, o el español. Todo lo contrario, la filosofía del esperanto es cuidar todas las lenguas, porque cada lengua tiene su riqueza y su valor”.
Esperanto en las redes
El presidente de la Liga argentina destacó que a partir de las redes sociales e internet “el esperanto se ha extendido mucho más, tanto en Argentina como en el mundo; muchos jóvenes ingresan al idioma por la facilidad para comunicarse casi inmediatamente con otras personas”. Comentó que un argentino, el médico Rubén Feldman González, inventó un procedimiento llamado Pasporta Servo, un servicio que permite alojarse en la casa de otro esperantista en cualquier lugar del mundo donde viva, sin costo, con la condición de hablar esperanto. “La persona puede viajar a ese país, se organiza una estadía, el viajero se paga su viaje y al llegar al destino, lo reciben otros esperantistas; eso ayuda a los jóvenes que quieren tener una experiencia de ese tipo; sé de compañeros de esperanto que han viajado por todo el mundo aprovechando este servicio”, dijo Wagner.
Aprendizaje y asociaciones
Con internet y las redes sociales se afianzó la divulgación del idioma internacional. “En redes sociales, hay una página, lernu.net, que significa ‘aprende’, y es una página que ayuda al aprendizaje del esperanto”, comentó.
“El esperanto tiene asociaciones internacionales de todo tipo de actividades, ciclistas, por confesiones religiosas, educadores, vegetarianos, médicos, profesiones. De esa forma se desarrolló el léxito técnico del esperanto; gracias a que los ingenieros se juntaban, los médicos se juntaban, los físicos, los deportistas, etc. La gente se reunió por su interés utilizando el esperanto y creando palabras en esperanto para sus conceptos técnicos específicos”, agregó el entrevistado. Pasporta Servo tiene una página web, pasportaservo.org para informaciones y contactos.
Con la actual guerra entre Rusia y Ucrania, Wagner destacó el dolor que tienen muchos esperantistas a ambos lados de la frontera. “La gente de ambas partes son amigos entre sí y es un dolor muy grande en el movimiento ver las situaciones que genera la guerra”, acotó Wagner.
Un idioma con reglas simples
Entre otras, se destacan las siguientes reglas en esperanto:
• Cada sonido tiene un símbolo que es una letra del alfabeto latino. Hay 28 letras. 22 letras habituales en castellano con la misma pronunciación salvo la c que se pronuncia ‘ts’, j que se pronuncia como i y h con sonido aspirado, como en inglés. Otras 6 letras tienen acento circunflejo (ĉ, ĝ, ĥ, ĵ, ŝ, ŭ) y denotan sonidos ausentes en castellano pero existentes en otros idiomas como francés o inglés.
• Cada palabra tiene una raíz que establece el concepto. Por ejemplo: am- es raíz para el concepto amor/amar. El 70% de las palabras provienen de raíces latinas.
• Los sustantivos terminan en o (amo = amor), los verbos infinitivos en i (ami = amar), los adverbios en e (ame = por amor o amorosamente), los adjetivos en a (ama = amado)
• Los verbos son regulares y tienen una sola terminación para todas las personas y número: el presente termina en as, el pasado en is, el futuro en os, el imperativo en u. Por ejemplo, ami (amar), amas (amo, amas, ama, amamos, etc.), amos (amaré, amarás, amaremos, etc.), amis (amaba o amé, amabais o amasteis, etc.), amu (ama!)
• Existe un solo acento, tónico, que recae en la penúltima sílaba.
• Existen afijos que, adheridos a la raíz, establecen diversos conceptos relacionados. Por ejemplo: prefijo mal (no, negar, anti) en mal-ami (= odiar, detestar, lo opuesto a amar); sufijo ec señala cualidad: amiko (amigo) amikeco (amistad).
• El plural se forma agregando la letra j (se pronuncia como i) a la palabra. Por ejemplo: amikoj (amigos)
• La es el único artículo, es determinado e igual para todos los géneros, números y casos. Por ejemplo: la amiko (el amigo), la amikoj (los amigos).
• Existen tres géneros: masculino, femenino y neutro. Sólo los sujetos humanos o humanizados, como tales tienen género; las cosas no tienen género.