El frigorífico Soychú presentó las carpetas y espera la aprobación
Crespo.- El secretario de Servicios Públicos, Juan Diego Elsesser, dijo a Paralelo 32 que quiere establecer con Soychú un plazo para sacar el frigorífico de la planta urbana.
– ¿Qué le están exigiendo a Soychú?
— Todas las áreas con competencia están estudiando el expediente que envió Soychú para ver si se le da aprobación para que funcione el frigorífico.
– ¿Se los puede obligar a salir de la ciudad?
— Lo que hablamos es no obligarlos a salir de la ciudad, hoy. Pero que nos den un plan a cinco, diez o quince años, de retiro de la ciudad. Porque el frigorífico ya no puede estar ahí.
– ¿Y sobre las instalaciones de las manzanas del centro?
— Lo que llegó a la secretaría y estamos analizando es el legajo sobre el frigorífico de Soychú, que solo presentó esos papeles. El mayor problema son las cloacas y la suelta de efluentes. Normalmente, desde el frigorífico no estaban acostumbrados a cumplir las normas ambientales, y la nueva conducción que vino de afuera, peor todavía. Sobre lo otro no sé. En el centro está el molino harinero. También queremos saber quién lo compró y ver qué va a pasar. No sabemos hasta donde compró Inmobiliaria Crespo, porque hasta ahora no han llegado a nuestro conocimiento las nuevas escrituras y divisiones.
Sobre el frigorífico, Elsesser recordó una obra muy criticada por la actual gestión que se hizo en la intendencia de Robles. La cañería de efluentes cloacales directa sobre la calle Otto Sagemuller estaba destruida por el paso del tiempo y el sobre uso. “Pero, en vez de cambiar el caño, mandaron los efluentes por una derivación hacia la red de Barrio Azul, cruzando el ferrocarril; pasa por dos salas de bombeo del Barrio Azul, llega hasta calle Malvinas, sube, pasa por la sala de bombeo de Avenida Independencia y vuelve a Otto Sagemüller para seguir hacia las lagunas cloacales. “Esto era inviable porque rompía permanentemente las bombas, cambiamos el caño y pusimos una llave de paso para que no se envíe hacia el Azul. Ahora, antes de las Fiestas de Fin de Año, controlando, vimos que nos abrieron la llave de paso, que está en la esquina del frigorífico, y enviaron efluentes para ambos lados. Ellos tienen un nivel de saturación que deben respetar para largar efluentes, pero no lo respetan cuando están en una gran faena”, agregó el secretario.