Cultura
El FICER presentó una película basada en la historia de Keili González
La protagonista consideró una oportunidad de poder plasmar la cotidianeidad de una travesti • Recuerdos e historias de una vida marcada de lucha hacia la inclusión.
Nogoyá.- En la quinta edición del Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (Ficer) se presentó una grilla de películas internacionales, regionales, nacionales y hechas por entrerrianos y entrerrianas.
El ciclo propuso películas que destacan el vínculo entre el cine y la memoria colectiva, e invitaron a la reflexión en el marco de los 40 Años de Democracia argentina. Varias de las funciones, de diferentes secciones, abordaron esa referencia temática. Entre ellas se destacó el film que cuenta la historia de la nogoyaense Keili González donde narra las experiencias como niña travesti-trans hasta la adultez transcurridas en su ciudad natal Nogoyá.
Keili es una de las referentes fundamentales de la lucha organizada por los derechos de las disidencias sexo-genéricas en Entre Ríos, por lo que consideró esta oportunidad como algo importante para el colectivo travesti-trans, “que nuestras historias se narren, la mayoría tienen características comunes, que tienen que ver con la exclusión, con la discriminación y generalmente cuándo se habla de la comunidad travesti-trans se haba de personas en situación de pobreza, por eso es importante visibilizar que si bien es mi vida, una cuestión particular, tiene que ver en lo que hacemos con esa historia en términos colectivos, a que apuntamos, que podemos decir cuando decidimos contar la historia de alguien en particular y también escaparse en ese reproducir a la re-victimización , nosotros nos sabemos víctimas, porque la pasamos muy mal, hay un alto nivel de discriminación, porque hay una expectativa de vida de 36 años y un promedio de vida similar” explicó Keil, al tiempo que reconoció “que somos excluidas de nuestros hogares entre los 8 y 13 años, hoy el 85% de trabajo como fuente laboral es la prostitución, no se accede ni se permanece al sistema educativo, ni al sistema de salud, no se accede a la vivienda digna, muchos de los derechos son vulnerados por el solo hecho de tener una identidad sexo genérica diferente; por eso pienso esta oportunidad de la película en términos colectivos, porque mi militancia, mi lucha es en base a esa lucha con otras y otros, por eso esto me parece más importante, que lo que siento de manera personal” remarcó.
Más allá del perfil cinematográfico, Keili busca transmitir con esto “otros padeceres, otros sentires, hay un sector de la sociedad que conoce de nuestra comunidad, y me pregunto: ¿qué pasa que no interpela?, ¿qué pasa con la clase política que sigue omitiendo las responsabilidades que tiene, en crear políticas públicas, que nos permita a esta población tener mejores condiciones de vida?; ¿qué le pasa a la sociedad civil?, ¿por qué una tienda no le da trabajo a una travesti? o ¿por qué una familia no contrata una travesti para que sea niñera?”.
En esa línea apuntó que las mujeres muy rara vez tienen una amiga travesti; “las travestis no somos incluidas en muchos espacios de la vida cotidiana, si bien si creemos que hay mayor inserción, inclusión, porque la militancia ha luchado mucho para eso, pero en realidad la sociedad no está, tan bien como se quiere demostrar discursivamente. En el documental doy mi perspectiva como un niño, transité mi infancia como un niño trabajador, con una sociedad que no se aterraba o no se preguntaba por qué un niño tan niño, estaba trabajando en la calle, para poder sostener a su familia, y hoy haciendo retrospección me paro y veo que, es lo que me motoriza de aquel niño o cuáles son los deseos de aquel niño siendo hoy una travesti adulta”.
En la producción audio visual, se narran además situaciones de compañeras de Keili que están transitando con mayores adversidades y muchas veces son anónimas, “forman parte de una sociedad en donde están sumamente excluidas, que siguen en el mercado prostibulario como único medio de vida, lo que me importa es que la sociedad entienda lo que pasa con esas travestis” remarcó.
“Si bien he pasado situaciones terribles, mi vida es una excepción a las normas, hoy estoy en otro plano, insertada, tengo trabajo, no estoy precarizada, más allá de que los sueldos municipales son muy bajos; pero lo importante es que nos preguntemos que pasa con los demás travestis, porque no tienen trabajo, que es de su vida, porque solo las vemos en los carnavales, como son sus familias, si las contienen, si las abrazan, como les explicamos a los hijos que son travestis, hay familias que si lo hacen y de una manera amorosa y muy respetuosa, pero esto no sucede en la vida cotidiana, entonces discutir esas cosas, quiero que este documental sirva para eso, para poder plasmar la cotidianeidad de una travesti en espacios que no son nuestros, como el cine”. Por otra parte, al ser consultada por la directora de la producción Diana Solari Brandolín, contó: “Diana es una gran artista, para ser honesta cuando empezamos no tenía muchas expectativas, pensaba que era un proyecto más de ella, fui parte y acompañé, porque creo que hay que acompañar a los artistas que están en ese desafío de encontrarse, de aprender, de generar, de producir y Diana era eso; pero logró este documental “Quien es Keili González” que fue muy innovador, creativo y aplicó desde la autogestión, con pocos recursos. Apostó a hacer lo mejor y me gustó, me representó, me sentí muy cómoda, ella vino, recorrimos los lugares de mi infancia, desde mis tiempos de canillita en Diario La Acción hasta la escuela donde cursé, hay escenas en la Biblioteca donde leía, fuimos al volcadero donde juntaba huesos, botellas y otras cosas para vender”.
En esa narración, Keili hace un apartado y destaca el momento en que fueron al campo, “es donde me gusta ir, a la casa de una amiga donde me siento muy feliz” también el film muestra la arista laboral en el municipio, donde la protagonista trabaja en el área de prensa.
“Además de que la gente vea el material, tenemos el enorme desafío de generar conciencia, que quienes lo vean pueda poner el cuerpo y la mente a la hora de defender a los travestis y trans; porque es hermoso que se muestren y cuenten nuestras vidas, pero mucho más lindo va a ser que esa gente luche para defender nuestras causas y tengamos mejores vidas” reflexionó.