Urquiza, el libertador
El Ejército Grande Libertador ingresa a Buenos Aires
Tras 16 días de la histórica batalla de Caseros, el Capitán General Justo José de Urquiza entra triunfante a Buenos Aires, marcando el fin de dos décadas de tiranía y atraso en Argentina. La campaña, que duró 40 días, se erige como una de las gestas militares más grandes en la historia de Argentina y Sudamérica, tanto por su magnitud como por su trascendencia.
El cruce del río Paraná por un ejército compuesto por 30 mil valientes, junto con todos los pertrechos necesarios para el combate, fue una hazaña que quedará grabada en los anales de la historia. La "Cuaresma Federal" culminó con la expulsión del tirano, quien, sin un esclavo que le hundiera el puñal como a sus predecesores cobardes, se vio obligado a huir hacia tierras lejanas en una agonía merecida.
El ingreso del Capitán General Urquiza a Buenos Aires el 19 de febrero de 1852 fue celebrado con júbilo por los habitantes de la ciudad, quienes lo recibieron como su libertador. La plaza se convirtió en escenario de una gran fiesta, donde ondeaba orgullosa la bandera de Manuel Belgrano, aquella que Rosas en su locura megalómana intentó anular de la historia con una bandera negra y rojo sangre, que reflejaba más su alma que la de la Patria de Mayo.
Urquiza, montado en su caballo, con su poncho blanco y su casaca militar, dejó en claro el espíritu que había triunfado: el de la República Federal, que estaba a punto de renacer bajo su liderazgo. Frente al caudillismo autocrático de Juan Manuel de Rosas que había usurpado el título de federal 20 años siendo un acérrimo unitario en la práctica; Urquiza se erigió como el verdadero padre de la República, coautor de la Constitución Nacional y primer presidente de todos los argentinos.
En medio del fervor patriótico y el reconocimiento histórico, la entrada de Urquiza en Buenos Aires marca el inicio de una nueva era para Argentina, una era de libertad, justicia y unidad nacional. Su gesta será recordada por generaciones como el acto valiente que puso fin a una época oscura y abrió las puertas hacia un futuro de esperanza y progreso para toda la nación.