Salud
De Alergias y humo, sumadas a polución y contaminación industrial
El combo mortal que afecta a urbes como Rosario e impactan en la salud de la población aleñada donde también se generan contaminantes de otras actividades productivas. • Somos un apéndice de ese gran monstruo y no podemos ser indiferentes. • ¿Alcanza la concientización regional o es un problema macro?
Victoria.- Ledit Ardusso es médico alergista, miembro del equipo interdisciplinario que forma parte del Instituto de Inmunología Clínica y experimental de Rosario (IDICER – Conicet), quien participó de un proyecto dedicado a estudiar la contaminación ambiental, y el impacto que tiene en la base molecular a partir del Instituto de Física, que se sumó a este relevamiento científico midiendo las partículas derivadas del carbono en el ambiente. Paralelo 32 dialogó con él sumando a este escenario la quema de pastizales en islas, para indagar cómo se abordó la temática desde la otra orilla en este aspecto, y los resultados obtenidos.
Ardusso anticipó que en Argentina no hay mayoritariamente datos estadísticos sobre estos escenarios, y tampoco el apoyo estatal suficiente. “Son abordajes complejos, largos, y todo lo que involucra medio ambiente para la población, los políticos y la prensa solamente se le da importancia en los casos agudos, por ejemplo, cuando se ve el humo. Pero esto es una cosa de todos los días, más allá de si se percibe o no ese humo”.
Respecto de lo que en otra oportunidad comentó en este periódico el doctor Molfino, sobre el humo de Londres asociado a la proliferación del asma, añadió que “Argentina es un país donde no se puede medir estadísticamente esa incidencia. Porque no se lleva un conteo similar, y solamente podemos contrastar con estudios que en similares características se publican en países donde sí se les da una relevancia a los datos para cuantificar un problema. Te puedo decir qué es lo que me parece cuando recibo pacientes en el Hospital Centenario, pero no hay cuantificación hospitalaria, ni de emergencias médicas”.
Dentro de estos imponderables, Ledit intentó junto al IDICER una encuesta Online sobre 7.000 respuestas de exacerbaciones de problemas respiratorios, “pero cuando la replicamos en un momento donde no había quemas (marzo de este año) la respuesta no alcanzó las 400 planillas. No hay puntos de comparación. Esto desde el punto de vista científico tiene muy poca validez. Además, uno espera que lo llamen, pero ¿quiénes llaman? los que están con un cuadro agudo, no los asmáticos que pasan por un momento sin episodios”.
El médico alergista volvió sobre aquella medición de marzo, y dijo “por más que no se vea humo, las mediciones del Instituto de Física dieron que el material particulado, que finalmente es lo que aspiramos, era muy similar a la época del humo. La diferencia cuando había humo eran las partículas grandes que se llegaban a percibir, pero por la contaminación y polución (vehicular, industrial, etc.) aunque no se vea persiste”.
Más adelante, Ardusso dijo: “tiene que quedar claro que la quema de pastizales tiene impacto en esta problemática de lo respiratorio agudo y crónico, fundamentalmente, pero nos preocupamos cuando arranca la quema, luego todo se olvida. En la población en general claramente también, dando rinitis, tos, conjuntivitis, etc. pero tenemos que poner en este lugar de importancia a los niños y embarazadas, cuya susceptibilidad alérgica es mayor, incluso por la carga genética que reciben de esos ámbitos. El caso testigo son los niños que viven en lugares contaminados, quienes tienen menor desarrollo pulmonar a futuro, y crecen en un contexto donde cambian las condiciones de polinización, lluvia, por lo que es extremadamente complejo atribuir solamente a la quema todos estos desencadenantes”.
Exposoma
Este término se ha acuñado para marcar la exposición ambiental a la que el ser humano está sometido desde el nacimiento, y surge como una nueva forma de análisis para evidenciar factores de riesgo por enfermedades generadas a partir de este contacto. “Cuando uno habla de susceptibilidad genética se refiere a una complejísima trama de condicionantes para determinadas enfermedades. Aquí involucramos desde el exterior (ciudad), barrio, domicilio, a tu interior como individuo, qué bacterias están presentes en tu flora intestinal, por ejemplo”.
Sin dudas, la trama de condicionamiento marca lo multicausal, y si hay afirmaciones para preocuparse y ocuparse, una de ellas tiene que ver con que todas las enfermedades autoinmunes están aumentando. Esto es exponencial según el profesional. Además que ya se calcula que en los próximos años, cerca del 50 por ciento de la población mundial va a padecer rinitis alérgica. “¿Qué podemos hacer? Difundir los riesgos y alcances e intereses que hay detrás de todos estos escenarios donde el ser humano interviene, dejar de lado los amarillismos periodísticos y las simplificaciones.
Las actividades que contaminan y los lugares donde funcionan, ya no pueden estar dentro de un radio donde haya concentración de población, necesitamos hablar y legislar sobre estos temas, que no se escuchan mucho en las promesas de los candidatos, pero son vitales. No es casual que en las últimas cinco décadas las alergias aumentarán un 200 por ciento. No estamos haciendo nada por preservarnos”.
Ardusso es claro, no hay lógica económica que contemple la salud del ser humano como una variable de cuidado, y esto excede un problema de victorienses y rosarinos, la relación con una de las tres urbes más grandes del país, debe estar en la agenda mundial, y este desafío es aún mayor. “En el mundo seguimos siendo testigos de guerras y enfrentamientos que están en la antítesis de lo que planteamos debería ser el mundo. Necesitamos cambiar por el bien de todos, ese es el gran desafío y si no lo hacemos cuando todavía podemos, será irreversible”.