El borrador de la historia
Blackie, la entrerriana que rompió barreras en la música y la televisión
La cantante de jazz, periodista, pionera en la conducción de radio y televisión argentina, nació un día como hoy, en 1912, en Basavilbaso.
La dama de lentes oscuros que se destacó en la radio y la televisión argentina, y que inició su carrera siendo la primera mujer en cantar jazz en nuestro país, nació con el nombre de Paloma Efron en el seno de una familia judía en Basavilbaso, un 6 de diciembre de 1912.
Cuando era muy pequeña, su familia se trasladó a Buenos Aires. De muy joven, comenzó a trabajar como bibliotecaria en el Instituto Cultural Argentino-Estadounidense. En ese contexto se animó a dedicarse a cantar, hecho que la vinculó con el ámbito radial y también con los círculos intelectuales de la capital Por aquellos años, aprendió a hablar inglés, francés, italiano, alemán y portugués, además del hebreo.
Su carrera musical comenzó con un repertorio de canciones en ídish a las que sumó el góspel y el jazz. Con 21 años, se presentó al concurso de Radio Stentor y ganó cantando «Stormy weather». Su padre la impulsó a ir a Estados Unidos a estudiar este género, y allí vivió siete años. Estudió Antropología en la Universidad de Columbia -donde su hermano David era profesor- y trabó relación con figuras como Marian Anderson, Louis Armstrong, Duke Ellington, Count Basie y Ella Fitzgerald.
Ya de regreso en Buenos Aires, con el seudónimo Blackie ("negrita") y con su valija llena de experiencias, trabajó en el Teatro Maipo con Pepe Arias. En ese tiempo conoció a quien fue su marido por diez años: el escritor Carlos Olivari. En 1952 cantó en el Tropicana y comenzó a interesarse por la radio y por la innovadora televisión.
En su ya histórica carrera en la radio, condujo programas en Radio Belgrano, Antártida, Argentina, Splendid y El Mundo. En televisión, fue pionera del periodismo en vivo, con Cita con las Estrellas. Además, participó en el cine y el teatro de su época.
Blackie también se dedicó a la producción integral de programas como Odol pregunta y Titanes en el ring, y fue promotora de la carrera de figuras como Nélida Lobato, Tato Bores, Susana Rinaldi, Bernardo Neustadt y Roberto Galán, entre otros.
Falleció en Buenos Aires el 3 de septiembre de 1977, a los 64 años de edad.
Una mujer que rompió barreras
Aún con sus contradicciones y polémicas, Blackie desafió todos los mandatos y las barreras que se imponían a las mujeres de su época, y protagonizó espacios que habitualmente eran atribuidos a los hombres.
Sus contemporáneos la recuerdan como una mujer muy aguda e inteligente, de fuerte carácter. “Yo no soy autoritaria, tengo autoridad, que es muy distinto. Y mi autoridad se debe al respeto que provoco debido a que trabajo más que nadie, soy organizadora y nadie puede pescarme en un renuncio; yo nunca voy a pedir a otro lo que no he intentado hacer yo. El primer día que entré a un estudio de televisión donde debía dirigir a cuarenta hombres se hizo un silencio de muerte. Me di cuenta de inmediato de la situación y lo primero que hice fue soltar una palabrota refiriéndome al calor que hacía y todos se aflojaron. Ahí descubrí que mi costumbre de ser mal hablada era un arma que podía utilizar en el trabajo diario con hombres, que me ubicaba en un plano de igualdad”, contaba Blackie acerca del año que fue directora artística de Canal 7, según recopila el periodista Mariano Oropeza.
Myriam Esclair, autora de Blackie, con todo respeto, una biografía novelada que indaga en la vida de esta mujer de familia judía y anteojos oscuros, señala: "Estaba todo el tiempo rompiendo barreras, y con eso les abrió las puertas y sobre todo los ojos a muchas mujeres de la época. A fin de cuenta, si ella, en su doble calidad de mujer y judía, había podido, las demás también podíamos”.
La periodista Hinde Pomeraniec también escribió sobre ella en el libro Blackie, la dama que hizo hablar al país, y Alberto Ponce, realizador audiovisal entrerriano, filmó el documental Blackie, una vida en blanco y negro.