Sociedad
Vivimos mal pero sin culpas
** La gran incógnita, la gran pregunta que miles de argentinos se hacen es: ¿esta vez habremos acertado o errado al votar un nuevo presidente? Algunos podrán decir que nunca se equivocaron, porque siempre votaron a un perdedor. Otros podrán negar que se equivocaron porque siguen creyendo que los ganadores a los que votaron hicieron las cosas bien a pesar de cómo nos dejaron. Mientras tanto Argentina no deja de sorprender al mundo. Se atribuye al Nobel de Economía Simon Kuznets la vieja frase que sigue circulando sobre nosotros: «Hay cuatro clases de países: desarrollados, en vías de desarrollo, Japón, y Argentina».
** La idea de Kuznets era que Japón todo lo hacía bien, y, partiendo de una situación económica catastrófica tras la Segunda Guerra Mundial, se había transformado en la segunda potencia económica del mundo (hoy es la tercera, tras China). Argentina, por el contrario, había seguido exactamente el camino inverso. Para peor, nos creemos los masters del universo; todos cracks (excelentes). Lo repitió el papa Francisco, aunque en modo humor: «cuando un argentino quiere suicidarse, se sube a tirarse desde su ego».