Vecinos del barrio Matadero cansados de la ola delictiva que enfrentan
Victoria.- Ante reiterados hechos delictivos, donde además participarían menores de 8 y 9 años que residen en el llamado Barrio La Ponderosa, un grupo de vecinos del barrio Matadero Municipal —lindante con aquel— han cursado notas a la Jefatura Departamental de Policía, Justicia y Municipalidad, advirtiendo que los responsables de esta ola de inseguridad son familias oriundas de Rosario, quienes han logrado establecerse gracias a las posibilidades que les brindó esta ciudad a partir de la actual gestión municipal, facilitándoles cosas que no están aseguradas en el lugar donde ellos hace años residen: desde luz, mantenimiento de calles, hasta la escrituración de lotes que ahora los hacen poseedores de una parcela a metros de sus hogares.
Pero este descontento con el accionar de las autoridades no se circunscribe solamente a las municipales, sino que también han hecho saber de su preocupación por la falta de interés que han demostrado los funcionarios policiales de la comisaría de Suburbios, obligándolos a llamar a la Jefatura para que se disponga personal en la zona.
En este derrotero también han interesado al fiscal Eduardo Guaita, porque entienden que no se está haciendo todo lo necesario para prevenir un delito mayor, y pese a que los han sorprendido consumando el hecho, incluso han llegado a capturar con sus propias manos a los menores, y hecho confesar.
Paralelo 32 dialogó con una de las vecinas denunciantes, Erica Vigliani, quien aseguró no tiene problemas de hacerse conocer públicamente dado que “no estoy faltando a la verdad con lo que digo”.
La cuestión no es menor, hasta se podría calificar de crítica, dado que los vecinos están tomando la justicia por manos propias, cansados de pelear contra sus limitaciones, y la protección que la ley brinda a los menores, que evidentemente son enviados a delinquir justamente porque las normas los amparan. “Nosotros estamos dispuestos a todo, ya lo hemos hecho saber a la policía y demás autoridades, porque somos víctimas de constantes robos y no podemos dejar nuestros hogares solos, siempre alguien tiene que quedarse”.
Se registran robos de celulares, herramientas y demás pertenencias, los vecinos del Matadero saben bien quiénes son los autores, y por eso han hecho no menos de diez denuncias desde octubre de 2021, que no han tomado estado público. Pero dialogando con Vigliani, advirtió que ya desde antes se venían sucediendo estos hechos, si bien ahora se está expandiendo la zona de influencia de los delincuentes, llegando incluso al basural (los responsabiliza de ese incidente donde obligaron a los conductores del camión recolector a darles la basura que portaban), el Cementerio Parque, y la zona de chacras.
“Si esto no empieza a torcer su rumbo vamos a empezar a escracharlos por las redes sociales, porque es como una burla lo que nos hacen las autoridades, dándoles todo lo que a nosotros siempre se nos negó. Aquí por ejemplo un día de lluvia no se puede ingresar, los caminos no tienen el mantenimiento que sí se hace en La Ponderosa, y francamente es una tomada de pelo para el centenar de familias que vivimos, trabajamos y pagamos nuestros impuestos”, continuó.
La policía y los vecinos crearon recientemente un grupo de WhatsApp para tener un contacto directo, que ayude en la prevención dando otra sensación de seguridad. Pero Vigliani reconoce que no es tiempo de quedarse de brazos cruzados, “nosotros vamos a defender lo que tanto sacrificio nos ha costado tener”.
En la presentación escrita que hicieron, dicen estar ‘armados’ para hacer frente a la situación, pero en realidad esta literalidad no se refiere a objetos punzantes ni armas de fuego, más bien han alistado herramientas o palos porque la mayoría de los autores de estos hechos son menores, de entre 5 y 8 años, algunos más otros menos. Pero también resulta llamativo que cuando los capturan, porque son criaturas en el sentido amplio del término, les dicen a estos mayores que les peguen, “dale pegame, así te denuncio por violencia”, le retrucan.
Sin querer estigmatizar a quienes seguramente no sean delincuentes y vivan en La Ponderosa, es de notar que hay un grupo de personas que no vino a la ciudad a trabajar, ni a intentar cualquier otra forma de progreso lícita. Llegaron con sus familias, hijos y demás parejas, con un objetivo que no es de ‘Ponderar’. Es tiempo de empezar a poner las cosas en orden para quienes hace décadas intentan progresar en un lugar de la ciudad al que han sido sistemáticamente relegados. Ellos no saben otra manera de defenderse que la ya expuesta, intentan evitar la violencia, pero en un contexto tan crítico como el que afrontan, podría ocurrir cualquier cosa.