Dr. Marcelo Dayer
Una vida mirándonos a los ojos
En ocasión de los 40 años de profesión del oftalmólogo, abordamos con él los aspectos salientes de esta especialidad, y los que son necesarios de conocer.
Nacido en una familia diamantina donde no había médicos, salvo un tío abuelo, el doctor Marcelo Dayer sospecha que quedó marcado a los cuatro años de edad cuando acompañó a su abuela al oftalmólogo. Aunque aquello quedó en un vago recuerdo, supo, a medida que fue creciendo, que le gustaría ser médico de ojos. Se lo comunicó a su padre recién cuando terminó el secundario y, como sucedía en las familias tradicionales, se lo conminó a responder: ¿qué vas a hacer con tu vida a partir de ahora?
Quizás su padre le hiciera esta pregunta con la sospecha de que se volcaría por su pasión por el canto y la música, pero él lo sorprendió diciendo que estaba decidido a estudiar medicina para ser oculista. A la par, aún hoy cultiva el arte del canto y es conocido por eso en muchos escenarios, preservándolo como hobby o grato recurso para la distensión.
Una vez instalado en una pensión en Rosario gracias al esfuerzo de su familia, ingresó a la universidad y egresó como médico clínico, profesión que ejerció durante tres años e ingresó luego a una residencia en oftalmología. Cumplió semanas atrás sus 40 años como egresado en medicina, ocasión propicia para una “entrevista aniversario”, con la que tratamos de saber más sobre uno de los órganos más preciados del cuerpo humano: los ojos.