Una reversión del lechón con filsen obtuvo el segundo puesto en el 1º Campeonato Nacional Amateur de Asadores
Crespo.- Habitualmente comenzaría la nota mencionando que los aromas y sabores ambientaron el primer Campeonato Nacional Amateur de Asadores, que organizó la Federación Argentina de Asadores. Pero fueron otros los sentidos que jugaron en esta ocasión, considerando que la preparación y el plato finalizado debían entrar por los ojos, relegando al paladar y al olfato a un plano neutro.
Ante ese desafío se encontraron Eugenia Gareis y Giuliana Alem, madre e hija; quienes luego de pasar las diferentes rondas de competencia, el domingo 15 de agosto se alzaron con el segundo puesto en este campeonato virtual.
“Aprendimos a hacer asado por estar solas, y nos arreglamos entre nosotras”, comenta Eugenia a Paralelo 32, y agrega que “Giuliana hace asado para las amigas”.
En esta oportunidad es Eugenia quien se entera del torneo a través de una publicación en redes y le propone a su hija participar del concurso del cual aún no se habían publicado las bases, “así que, cuando nos inscribimos nos enteramos que era on-line, y que en las primeras tres instancias teníamos que grabar un video mostrando todo el proceso en un tiempo de tres minutos”, comentó la entrevistada, detallando que en la primer instancia debieron preparar tres platos, de los cuales dos debían ser con costilla o vacío de cerdo, de vaca o de cordero; y un tercer plato de achuras.
“La noche más fría, más helada del invierno, nosotras estábamos en el patio cocinando y presentamos vacío de vaca relleno con verduras, costillas marinadas con cerveza negra y tacos de entrañas, todo con guarnición”, cuenta Eugenia y recalca que “todo fue por video, ellos no probaban nada, le tenía que entrar por los ojos”, refiriéndose a cómo se debía pasar la primera instancia. De 12 equipos participantes, las crespenses obtuvieron el voto del público lograron pasar a la siguiente ronda.
Fue así que se dispusieron a darse difusión por todas las redes, con sus familiares, amigos y conocidos, para que las ayuden con un “me gusta” y poder avanzar a la final. “La repercusión fue muy grande, estamos muy contentas; con esa ayuda logramos llegar a la final para competir por el primer puesto junto a un equipo de la provincia de Catamarca”, indicó la flamante subcampeona.
“Nada de lo que cocinamos lo probamos antes, solamente lo hablamos, y fuimos muy compañeras en todo momento”, cuenta con alegría Giuliana, mencionando que el plato de la final tenía que ser elaborado solamente con alimentos regionales o autóctonos de la zona, y presentado en vivo en presencia del delegado de Entre Ríos. “Empezamos a averiguar qué podíamos hacer, me fui hasta la verdulería a preguntar, Giuliana buscó el postre en una página de supervivencia”, dice entre risas Eugenia y menciona que “Hicimos una reversión del lechón con filsen, vacío de cerdo que rellenamos con diferentes quesos, chucrut y calabaza asada con ajo, acompañado de una salsita de jugo de naranja, miel y nueces”. Agrega Giuliana que “el postre que encontré en la página de supervivencia era una naranja con un rol de canela adentro, entonces se me ocurrió usar la naranja de recipiente que se cocinó al fuego y como de acá de la zona es el filsen, por los alemanes, le pusimos el filsen adentro de la naranja y le agregamos un corazón de dulce de batata, todo sin probarlo antes”.
Ambas cuentan que las devoluciones de los jurados fueron increíbles. “Necesitamos más mujeres en las parillas”, comentó el delegado de Ente Ríos.
“Nosotras les mostramos otra cara de la parrilla, no solamente prender fuego y tirar la carne arriba”, comenta orgullosa Giuliana, “fue un momento de superación para nosotras mismas, porque nunca se nos hubiese pasado por la cabeza que podíamos hacer algo así, algo que vos ves en la tele”.
Eugenia cuenta que probaron la comida que habían hecho y no podían creer que les haya salido tan rica, “fue un nuevo nivel de dificultad desbloqueado”.
Para ganar tenían que conseguir tres puntos, el primer punto que era por votación en redes, el cual ganaron; el segundo punto era determinado por los delegados de las diferentes provincias, aquí hubo empate y definió el presidente de la Federación otorgándole el voto al equipo catamarqueño; y el tercer y último punto fue otorgado por un chef brasilero al equipo de Catamarca, porque habían hecho un cabrito que no se consigue en Brasil. “Sacamos el segundo puesto, nos ganamos un disco (olla de disco), un diploma y una medalla recordatoria”, remarca Eugenia, y Giuliana retoma diciendo “quieren que las dos parejas, por los platos tan ricos y tan novedosos, participemos en el próximo campeonato juntos como equipo”.