Juan Coassolo
Una experiencia impresionante
IV Parte (Especial para Paralelo 32)
Confesiones de un ultra maratonista que en enero correrá la prueba más exigente del mundo con bajas temperaturas extremas (-40°). Será el único argentino que se atreve. Si la cumple, habrá participado en las tres ultra maratones más exigentes en el término de un año calendario. Le cedemos la palabra:
Hoy quería traerles, para comenzar, una nueva reflexión, para poner siempre en contexto lo que será este nuevo desafío, “nuestro” objetivo:
Siempre que he tenido la oportunidad de preparar personas para competencias, suelo decirles algo: “las medallas se ganan en el día a día” entrenando duro, sacrificando cosas, perdiéndonos quizás de mucho y… en el día que finalmente cruzamos la línea de meta en la competencia, “solo pasamos a retirarla”.
Aunque muchas veces esos desafíos pueden ser ingratos y quedar inconclusos, pero siempre, siempre, el esfuerzo nos paga muy bien con alguna enseñanza… porque se aprende más de las caídas que del éxito.
¿Cómo hacer, cómo manejar tantos factores que por ahí escapan a nuestra voluntad y esfuerzo….
Esa es una de las grandes batallas a enfrentar, cuando se compite no solo contra uno mismo y una bestialidad de kilómetros por delante, sino como en este caso, contra el clima que, seguro, siempre, estará en menor o mayor medida, en contra de mí…
Me preparo, estudio y planifico “cada detalle” donde nada que sea de mi parte, quede librado al azar en medio de aquella inmensa soledad blanca.
Vestimenta adecuada: Se trata de llevar vestimenta no solo adecuada para temperaturas bajo cero, sino que, me permita con ellas “correr”, y uno de los mayores desafíos… prohibido transpirar en exceso.
¿Por qué?
Porque todo lo que transpire, todo lo que condense… se congela y puede ser un gran factor de fracaso.
Me visto con múltiples capas de diferentes materiales. Estas prendas tienen cierres en lugares claves que permiten ir abriendo y cerrando de acuerdo a mis sensaciones…
Nunca debo sentir que estoy pasando calor, siempre ir con la sensación de un pelín de frío que ingrese y permita airear…
También irá dentro de mi ropa, mi mochila de hidratación, donde trenzaré un mínimo de 3 litros de líquidos para hidratarme y la comida, porque ambos al ir cerca del cuerpo, no se congelarán y podré consumirlas de acuerdo a un plan de nutrición como en cada competencia que hago…
Comer y beber lo adecuado y necesario, en estas pruebas de más de 2 días es fundamental, ya que sin combustible, el cuerpo, por más entrenado que esté, no funciona. El resto de las reservas de comida y bebida irán en mi trineo “Cachapé” y cuando pretenda consumirlas, debo planificar con tiempo pasarlas para que se descongelen, dentro mí, pegados a mi cuerpo.
Creo por todo esto, que no será solo correr, Arrowhead 135 será una verdadera prueba de carácter y de capacidad mental, será la carrera más difícil que intentaré terminar…
Será un viaje donde pondré a prueba más que mi capacidad física… quizás mi voluntad inquebrantable de empujar un límite y vencer una vez más ese objetivo, el que muchos no entenderán seguramente, pero que trae consigo mil significados a descubrir, si te atreves a soñar, leyendo estas líneas…