Un plan electoralista
Las nuevas medidas, cuya vigencia coincide con el tiempo que media hasta las próximas elecciones, su falta de incidencia en el fortalecimiento de la economía nacional y la ausencia de medidas de fondo que promuevan la reactivación de la producción de bienes y servicios, ponen en evidencia el carácter electoralista del plan anunciado por el gobierno nacional, aunque se comprobará algo de alivio a la difícil situación económica actual, pero será efímero.
Se menciona haber comenzado la estabilización cambiaria, cuando en realidad el dólar no aumenta, sino que nuestra moneda pierde permanentemente poder adquisitivo por la falta de reservas genuinas y/o por la emisión de billetes sin la correspondiente contrapartida de respaldo.
El acuerdo de precios, que nunca ha dado buen resultado en nuestro país, es por seis meses, y constituye una simple expresión voluntarista como tantas veces hemos comprobado. La decisión de no aumentar durante lo que resta del presente año las tarifas de los servicios públicos, aumentará el déficit fiscal, tantas veces mencionado como causa principal de la inflación.
Nuevamente se destinará dinero de la ANSeS para fines ajenos a los haberes de los jubilados, que no necesitan que les presten su propio dinero al 40% anual ni descuentos especiales en los productos que consumen, sino que se les pague lo que les corresponde para que puedan pagar los precios de mercado. Sin embargo, ni siquiera se les cumple con las sentencias judiciales firmes, cosa que lamentablemente no es solo del gobierno actual porque si tuvieron que realizar demandas es porque también otros gobiernos no cumplieron con ellos. Pero además, se les debe a una significativa cantidad de jubilados, la prometida Reparación Histórica.
Los descuentos en medicamentos a los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo ¿también será absorbido por la ANSeS? Porque puede aumentar el déficit fiscal.
Los beneficios para las PYMES aliviará la grave situación que están afrontando, por lo que es positivo, aunque no resuelve sus graves problemas en forma definitiva. El acortamiento de los plazos de pago a los comercios por parte de las tarjetas de crédito, los favorece, ya que elimina un hábito basado solamente en una cuestión de abuso de poder económico, similar medida es el caso de la eliminación de las comisiones bancarias por depósitos en efectivo.
La necesitad de reactivar la economía, eliminar la inflación, crear nuevas fuentes de trabajo para bajar la desocupación y disminuir sensiblemente la pobreza, y que además toda la población de nuestro país tenga una vida digna, ya que poseemos abundantes recursos pero que permanecen ociosos, puede lograrse implementando medidas de promoción industrial orientadas al agregado de valor a nuestras materias primas y a la explotación de recursos como la pesca, la minería, etc. Pero por supuesto, eso es responsabilidad de quienes han sido honrados para desempeñar cargos públicos, especialmente en el área de economía y finanzas.
No es fácil pero es posible, se trata de reemplazar la cultura de la especulación financiera por la del trabajo productivo. Debemos transformar el granero del mundo en el mayor productor mundial de alimentos.
(Por Luis Valladares)