Un país que todavía no genera confianza
Victoria.- Radicado actualmente en esta ciudad, Fabián Hutin trabajó por más de 15 años en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, conviviendo el día a día de la realidad económica de la Argentina, manteniendo un contacto permanente con los grandes decisores del mercado. También se graduó de periodista hace unos años, especializándose en economía, pero no ejerce su profesión, actualmente acompaña la administración de una empresa familiar muy reconocida en nuestra ciudad.
“Esta es la historia recurrente de la Argentina. Las medidas que se han tomado no responden al convencimiento por parte del gobierno, sino que son acciones frente a un cuadro de necesidad”.
Agregó que el objetivo central es demostrar al Fondo Monetario Internacional y esencialmente a los inversores del mundo que nuestro país es confiable y está en condiciones de pagar los compromisos crediticios.
La diferencia entre lo que se recauda y lo que gasta el Estado es altamente deficitaria, se paga más dinero que lo que ingresa y se hace por vía del endeudamiento. ¿De qué manera podemos pagar?, se preguntó. “Achicando este déficit fiscal y tender a que sea cero. De esta manera se podrá cumplir. También se está intentando disipar el ‘olor’ a default (incumplimiento de obligaciones) como ocurrió otras veces”, dice Hutin, sin dejar de advertir que el riesgo país está en los niveles más altos de los últimos años. “Esta es una calificación que tienen los bonos Argentinos, que son los pagarés que están distribuidos en distintos partes del mundo, la gente los tiene en la mano y nosotros debemos pagar cuando lleguen los vencimientos, y cuando se genera desconfianza aumentan los riesgos”.
Devaluación
Para nuestro entrevistado, la metodología utilizada para salir de la crisis es la más fácil para licuar el gasto, primero con una devaluación y a renglón seguido aplicar retenciones. “Decirle al campo: el gobierno ha mejorado el valor del dólar, entonces me tienen de devolver una partecita de ese incremento”.
Al inicio de su gestión el presidente Macri se negó a esto y ahora, en forma maquillada, bajó las retenciones pero aplica una devolución o cargo fijo de 4 pesos por cada dólar exportado. “No es un incremento de las retenciones pero es un monto preciso a tributar”. Además impacta en un 10 % al trigo y maíz que no tenían quitas, así como aceite y harina de soja.
Mercado
Reconoció que a pesar del mensaje tranquilizador que intentó brindar el Presidente Macri y las medidas económicas anunciadas por el gobierno, la cotización de dólar cuesta estabilizarse.
Según Hutin el mercado estaba en conocimiento que el Estado en algún momento tenía que “pegar un manotazo” para poder bajar el déficit fiscal a 1,3 % como había prometido al FMI.
El planteo de base es esperar que lo que se ha firmado con el Fondo sea más flexible y le permita al Banco Central intervenir en el mercado cambiado utilizando reservas. Porque de acuerdo a compromiso asumido con el mencionado organismo internacional, las reservas no se pueden tocar, porque al respaldo de la economía de un país lo da el nivel de dinero que tiene en reserva.
En forma práctica solicitan que se pueda utilizar los dólares que lleguen o los disponibles, para tener un monto que aleje la tendencia especulativa. “Hoy el Banco Central no tiene una cantidad de moneda estadounidense disponible para ‘asustar’ al mercado para que quede un cambio estable”. No se pueden tomar los montos que adelanta en FMI para esto último.
Consideró que es una encrucijada difícil.
Impacto
“Toda devaluación, acompañada de una inflación que ya venía siendo importante, impacta en el bolsillo de la gente. Te voy a dar un dato que es peor que el 42 % que prevén como inflación para el 2018. La interanual julio17/18 o agosto 17/18 es decir en 12 meses, el promedio inflacionario supera el 60 %”.
Otro desafío son las paritarias que representan el reacomodamiento salarial para que el trabajador no pierda frente a esta inflación. Oportunamente cerraron entre un 19 y un 25 %. ¿Cómo harán las empresas o el Estado para que se recomponga de tal forma que llegue al 42 % durante este año?”, es uno de los problemas graves que se tienen que resolver.
También hizo referencia a la necesidad de que los organismos tributarios (ATER y AFIP) pongan en vigencia un programa “blandos” de refinanciación de deudas.
Salida
Las inversiones que se esperaban no llegaron, para Hutin ocurrió algo normal, primero vino el capital financiero y como ocurre en otros países, esto es a corto plazo, después llegan las inversiones reales. “Nosotros nos quedamos en la primera parte”.
“Las inversiones reales que plantan un fierro en la tierra son de largo plazo”. Agregó que si tomamos un mapa del cono sur se puede comprobar que San Pablo, Santiago de Chile o Bogotá desde el punto de vista global está cerca de Buenos Aires. La reflexión para el entrevistado es simple, con todo el “barullo” económico que tiene nuestro país frente a niveles de estabilidad aceptable de los vecinos, se preguntó: “un inversor ¿dónde pondría la plata? Sin duda no sería hoy en nuestro país a pesar de todas las riquezas que tiene”.
Reconoció que el gobierno intentó impulsando medidas –entre otras- con una reforma laboral, que no prosperó. “Tomar un empleado en la Argentina es mucha plata, además es importante la presión tributaria”.
En definitiva, sostuvo que si no se hace una profunda reforma con políticas de Estado a largo plazo, en el marco de consensos entre los distintos sectores y actores de la sociedad y la economía, es imposible que pueda funcionar nuestro país.
Futuro
Para Hutin no todo está perdido, porque con la devaluación se logró un dólar competitivo para que ingrese más dinero en concepto de exportación, también se licuó el déficit por el mismo motivo, sumado a medidas que se están tomando que tendrán su fruto a fin de año. El que viene ingresa todo el producto de la cosecha que será positivo. “Esto puede generar un clima de negocios, aunque menores, para que el país arranque de a poco