Un influencer logra lo que el Estado no: un vuelo para que deportistas viajen al Campeonato Sudamericano de Mayores de atletismo
A una semana del Campeonato Sudamericano de Mayores de atletismo, el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) solicitó a la Confederación Argentina de Atletismo (CADA) una drástica reducción del plantel para ese certamen: la delegación pasaría de 50 atletas a solo 17.
Entre los perjudicados hay dos entrerrianos: el concordiense Dylan Van der Hock y el uruguayense Pablo Zaffaroni.
La CADA informó ayer viernes el motivo del pedido efectuado el jueves 20 de mayo por el ENARD, el organismo por el cual son becados los deportistas de alto rendimiento: “Por dificultades en la adquisición de pasajes aéreos como producto de la crisis sanitaria ha decidido solicitarnos un drástico achicamiento de la delegación».
La comunicación se efectivizó el jueves y el certamen se disputará del 29 al 31 en Guayaquil, Ecuador, la sede que reemplazó a Buenos Aires (no se hizo allí por el crecimiento de los contagios de coronavirus), y habrá puntos en juego para la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Van der Hock se preparó en Cachi, Salta, para disputar los 3.000 metros. Hasta allí viajó junto a otro concordiense como Federico Bruno, el maratonista en Rio 2016 que es récordman en 1.500 metros y tiene su lugar asegurado en Ecuador.
Por su parte, Zaffaroni es garrochista y estaba designado en el plantel junto a Germán Chiaraviglio, finalista en Río 2016 y el Mundial de Beijing 2015.
Además de Bruno, estaba previsto que viajen el paranaense Marcos Julián Molina (10.000 metros) y Nazareno Sasia (lanzamiento de bala).
El ambiente vive una realidad inestable e incierta, y frente al contexto de pandemia producto del brote de coronavirus, los atletas fueron perjudicados y generó una enorme indignación que la hicieron saber a través de las redes sociales. “A una semana del Sudamericano, Enard nos baja a 35 atletas, quitándonos la posibilidad de Tokio, becas y mundiales. Hay sueños, trabajo, esfuerzos personales por los que nadie piensa pero hoy decimos basta” indicaron con las consignas #Poruncharter #Queremosviajar y #VergüenzaEnard.
“Esto nos afecta mucho deportiva y psicológicamente. Estamos todos pasando por un estrés muy grande, sin dormir, angustiados. Pasamos muchos años de esfuerzo, revalidando marcas, aumentando esfuerzos en pos de nuestros objetivos y de un día al otro nos cambió el panorama. Cuando me lo dijeron no paré de llorar, hasta que me di cuenta de que había que salir a alzar la voz y hacernos escuchar”, narró Iara Capurro, lanzadora de disco y de bala.
Fue un baldazo de agua fría. Una decisión que a muchos, más allá de la sorpresa, los indignó. Entienden el contexto económico y la pandemia, pero también que hay formas, que esto es su trabajo y que para muchos este campeonato es mucho más que la posibilidad de ir a Tokio.
Los atletas confirmados por el momento, habilitados por Enard, son Belén Casetta, Germán Chiaraviglio, Joaquín Gómez, Florencia Borelli, Carolina Lozano, Luciana Gómez Iriondo, Guillermo Ruggeri, Mariana Borelli, Diego Lacamoire, Maxi Díaz, Federico Bruno, Ailén Armada, Julián Molina, Ignacio Carballo, José Zabala, Nazareno Sasia y Carlos Layoy, y los entrenadores, Leonardo Malgor y Diego Vicentini.
“Fueron dos días muy largos. Estamos sin dormir, angustiados. La decisión me afectó igual que a todos los atletas, más allá de haber quedado seleccionado. El estrés y la angustia son grandes, por eso tomamos la decisión de salir a hablar y me contacté con Santi Maratea para que nos ayudara”, dice Ignacio Carballo, número uno del ranking nacional en lanzamiento de bala.
Muchos de los atletas argentinos reciben becas del Enard; otros, no. En cada Sudamericano los que las perciben deben reafirmar su derecho con una medalla, y los que no tienen una beca deben subir al podio, para acceder a ella.
Maratea no es otra cosa que un influencer
Durante la tarde del viernes Maratea tomó la voz de mando. Comenzó a hablar de la causa y logró un cambio: por la noche había logrado bajar el costo del vuelo chárter y conseguido señar el alquiler para los 70 miembros de la delegación. Pese a los conflictos legales (y sobre quién debía firmar el contrato), el joven asumió la gestión y aseguró el avión para el viaje.
¿Cómo lo hizo el influencer? Fue a la aerolínea para firmar la reserva y comenzó una colecta de donaciones por medio de la cuenta bancaria de una de las atletas referentes, Lamboglia. Maratea pedía apenas 22 pesos a cada uno de sus seguidores, que son 1.400.000, y en menos de una hora recoletó un millón de pesos. Al poco tiempo el número era de 2.500.000 pesos y tras esta medianoche del viernes al sábado seguía en ascenso. El minuto por minuto de la gestión está disponible en las historias del influencer, que sin más intención que la de ayudar a los atletas.
En definitiva, Maratea no sólo logró un precio mucho más bajo por el vuelo, sino en poquísimo tiempo alcanzó una gran ayuda económica. La revolución en las redes sonó fuerte y a las lágrimas, la impotencia y los sueños truncos de 33 atletas los sucede una esperanza nacida de donde no se aguardaba.
La delegación
Varones
Federico Bruno (1.500 y 5.000 metros)
Diego Lacamoire (800 y 1.500 metros)
José Zabala (1.500 y 5.000 metros)
Marcos Molina (5.000 y 10.000 metros)
Guillermo Ruggeri (400 metros con vallas)
Carlos Layoy (salto en alto)
Germán Chiaraviglio (salto con garrocha)
Maximiliano Díaz (salto en largo y triple salto)
Nazareno Sasia (lanzamiento de bala y disco)
Juan Ignacio Carballo (lanzamiento de bala)
Joaquín Gómez (lanzamiento de martillo)
Mujeres
Mariana Borelli (800 y 1.500 metros)
Florencia Borelli (5.000 y 10.000 metros)
Marcela Cristina Gómez (5.000 y 10.000 metros)
Belén Casetta (3.000 metros con obstáculos)
Carolina Lozano (1.500 metros y 3.000 metros con obstáculos)
Luciana Gómez Iriondo (salto con garrocha)
Ailén Armada (lanzamiento de bala y disco)
Oficiales
Carlos Visentini Leonardo Malgor