Economía y sociedad
¿Ud. sabe cómo se calcula la inflación?
Antes que nada, debemos tener una definición (sencilla) de lo que es la inflación para poder explicar cómo se calcula. El consenso general es que la inflación es el incremento generalizado de precios de una determinada economía, aunque como hemos dicho en otras oportunidades, en realidad se podría decir que es la pérdida de valor adquisitivo que sufre una moneda con el paso del tiempo.
El INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos) es en Argentina el organismo que se encarga de determinar en cuanto se incrementan los precios, por lo que podemos decir que se utiliza la primera definición para establecer la metodología correspondiente. Ahora bien, hemos dicho que es un incremento “generalizado”, lo cual implica que no todos los precios se incrementan a la misma velocidad, sino que cada uno tiene su propio ritmo.
Dado que la cantidad de bienes de la economía es enorme, para su medición se decide establecer una canasta de bienes sobre los cuales se va a realizar la medición, con lo cual, de arranque, sabemos que va a tratarse de una muestra, que si es representativa podrá determinar bastante bien el incremento de los precios, pero no con una precisión del 100%. Por supuesto que para esa medición (y con diferentes objetivos) pueden existir distintos tipos de canasta de bienes, por lo que podríamos decir que esto hace que se generen distintos tipos de medición de inflación, como pueden ser los precios mayoristas (IPIM), precios al consumidor (IPC), precios internos básicos al por mayor (IPIB), canasta básica de alimentos (CBA), etc. Con esto quiero decir que no es fácil determinar la inflación mensual, porque en realidad todo depende del objetivo perseguido y de cuán bien diseñado esté el sistema de relevamiento.
A los efectos prácticos y como consumidores finales, el índice más difundido es el IPC, que es el relevamiento que se hace de bienes que generalmente usamos todos los días. Una vez definidos esos bienes y servicios (y en qué proporción los consumimos), se procede a determinar cuánto varió el precio de ese bien o servicio cuando una persona va a comprarlo. Hecho esto, eso se mezcla todo en una formula polinómica y como resultado se obtiene un “índice”. Ese índice no es la inflación propiamente dicha, sino que es una “herramienta” que va a permitir hacer el cálculo al compararlo con otros índices de la misma canasta, pero de períodos diferentes, y de esa comparación surgirá finalmente el porcentaje de inflación, que es lo que normalmente se publica en los medios de comunicación masiva.
Como nuestros lectores podrán advertir, pueden existir muchas variables que influyan en esos números. Por ejemplo (y no digo que esto sea así) si se establecieran “precios fijos” controlados estrictamente y esos bienes sean los que componen la canasta que se analiza, fácilmente se deduce que sería un número manipulado, que no reflejaría la realidad. Por suerte esto no es así actualmente, aunque en otras épocas sí se recurrió a mecanismos similares distorsionando la realidad para mostrarla un poco diferente y mucho más benigna para los ciudadanos.
Asesor Financiero Certificado (AFC) Instituto Español de Analistas Financieros zorzabal@gmail.com