Sociedad
Tratando de pasarla bien en el Sinaí
** Recién terminamos de desarmar los árboles de navidad en las plazas y ya tenemos los pies dentro del otoño, aunque todavía no se note porque nos sobran los verdes del verano que iremos quemando. Los tiempos se han acelerado, vamos más rápido, ojalá supiéramos hacia dónde (como sociedad, digo). Como pueblo argentino también estamos en pleno otoño, aunque algunos no lo noten porque les quedan verdes del verano para ir quemando. Se nos dice que falta pasar esta estación y la del invierno y volverán los brotes verdes. ¿Será?
** Por lo pronto el presidente Motosierra ha mandado a ocho de cada diez argentinos a atravesar el desierto de Sinaí sin más que una bolsita de sal colgada a la cintura, ilusionándonos con la Tierra Prometida. Menos mal que nos achicó el plazo. El pueblo hebreo tardó 40 años en llegar a esa tierra maravillosa de leche y miel, que estaba ahicito nomás, a trescientos y pico de kilómetros, y Javier nos promete que llegaremos antes a ese paraíso; en 35 años seremos potencia mundial; una rebajita de 5 años que los Baby Gummers tendríamos que negociar, porque en otro discurso ya nos corrió el arco al prometer 35 a 50 años.