Tras una denuncia periodística, el Estado intervino en la escuela Vivanco
Victoria.- La escuela Nº 10 Dr. Joaquín Vivanco, originalmente emplazada en el distrito rural de Chilcas, fue trasladada a la zona urbana en 2014, primero funcionó en dependencias de la Escuela Municipal de Música, luego en un edificio de calle Mitre (de donde sería desalojada por adeudar un año y medio de alquiler). En 2021, el Estado les alquilo una casa en pleno centro de la ciudad, a menos de dos cuadras de Plaza San Martín, donde docentes y personal de ordenanza hicieron la mudanza de todo el mobiliario, además pintaron aberturas y paredes. Sin embargo y pese al gran esfuerzo, este emplazamiento preferencial no era garantía que el inmueble estuviera en buenas condiciones, y el colega Christian ‘Chikilín’ Albornoz decidió mostrarlo a través de su canal de Youtube, generando una repercusión que escaló hasta el propio Consejo General de Educación (CGE). No era para menos, la realidad superaba todo lo malo que uno se puede imaginar en un edificio escolar.
Allí, además de mostrarse filtraciones importantes de techos que provocan humedad en las aulas y demás dependencias —entre ellas, la cocina— se evidencia un serio inconveniente con los tres baños, uno en planta alta no habilitado. Los dos restantes en planta baja se dividen, uno para uso de los 150 alumnos y otro destinado al personal docente y no docente, que tiene pozo ciego, es decir que no está conectado al servicio de cloaca.
Para resolver esta última cuestión de los sanitarios, las autoridades departamentales hicieron colocar 3 baños químicos en el patio de la casa, a los que diferenciaron como: “estructuras sanitarias portátiles de conexión a red cloacal”. No es nuestra intención entrar en polémica si son o no baños químicos, lo que sí está claro es que se necesita mejorar las condiciones edilicias generales en esta escuela de Victoria donde se viene enseñando y aprendiendo en condiciones precarias y de riesgo para docentes y alumnos. Además, en pocos metros cuadrados hay dos aulas separadas por una suerte de biombo donde ya hubo casos de docentes descompensados por la inadecuada ventilación.
Desde el Estado, pudimos saber, se contrata este lugar por 100 mil pesos mensuales a un particular con el que tras esta nota de Albornoz, también se le han pedido respuestas sobre algunas obras menores que iba a realizar y no cumplió, por ejemplo las filtraciones del piso de la planta alta para habilitar tal espacio.
Por el momento, además de retirar los baños provisorios del patio, comenzó una serie intervenciones que incluyen:
• Reemplazo de tanque de agua por uno de mayor capacidad.
• Reparación de caño de agua que generaba filtración en el sector cocina.
• Limpieza de canaletas de desagüe obstruidas.
• Reparación de cielorraso de un aula que estaba caído en un extremo.
También se ha gestionado, a través de Departamental la llegada de operarios del CGE para desarrollar los trabajos de pintura. Ha sido a partir de una labor periodística que se conoció esta preocupante realidad, y por suerte sirvió para que quienes deben ocuparse de resolver el tema, se movilicen con celeridad. La opinión pública ha ponderado esta labor a la que Chikilin define como: “un triunfo del periodismo”, tratando una problemática histórica como la de las demandas insatisfechas que tienen las comunidades educativas con sus edificios escolares.