Crespo.- Desde hace algunos días se empezó a escuchar el rumor del cierre de Tienda La Favorita, situada en la clásica esquina de Tratado del Pilar y H. Seri, propiedad de Ernesto Schneider, lo que fue confirmado a Paralelo 32 por el titular del comercio esta semana. La empresa familiar, que nació hace 46 años en un local alquilado en el otro extremo, sobre Tratado del Pilar e Independencia,  y apostó a su crecimiento hasta lograr su propio edificio comercial, inicialmente atendido por Ernesto y Elba, sumó luego empleadas que aprendieron a conocer las preferencias de sus clientes. Por su inquieto espíritu de contactarse con las mejores fábricas del país, llegaron a Crespo los primeros jeans de la marca Taverniti y la línea de indumentaria Narrow, una de las empresas más importantes de la Argentina en el rubro.

Ernesto, quien se muestra agradecido a la vida y las oportunidades que le dio, tomó la decisión de cerrar su comercio porque entiende que no tiene sentido continuar. A lo largo de los 46 años de actividad comercial pasó distintas crisis en diferentes momentos, pero opina que entonces siempre había una opción, se podía cambiar. “Hoy no –afirma-. Hoy mismo, con la edad que tengo yo pelearía, pero no tiene sentido. No viví sin trabajar, a veces más cómodo, otras más apurado, pero toda la vida trabajé y tenía sentido, ahora no”.

“A mi no me gusta agredir, me enseñaron de chico que a los gobiernos que nos tocan tenemos que respetarlos y rezar por ellos; pero, por no hablar de una cosa mía, que se vendan a 290 pesos zapatillas que cuestan el triple, o un conjunto deportivo a  400 pesos y las casas de deportes los tienen que vender a 1.700, no tiene lógica”- señala en alusión a la situación que vive el rubro tras la instalación de negocios considerados no tradicionales, en manos de inmigrantes bolivianos.

“Esto no es de ahora –comenta al analizar la situación-, es de 2012 que se corrió cadena nacional y nuestra Constitución Nacional que ampara  ‘a todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino’,  les dio monotributo solidario a grupos extranjeros, asistencia de medicina, no tienen obligación de facturar. Y las autoridades cuando el pueblo fue a reprocharles, apoyaron su instalación”- lamenta el propietario de una tienda que supo vender entre 18 y 25 mil metros de tela por temporada, en tiempos donde la ropa era fabricada por modistas.

“Nosotros no podemos traer al precio que traen ellos. Una campera la entregaron por 150 pesos menos a lo que tengo de costo de fábrica”- ejemplificó. “No es discutible que yo no pueda vender más barato, le dije al fabricante, al que hace 38 años le compro las camperas. ¿Y cómo hacen o qué hacen?, no sé, no soy quién para decirlo”.

Este hombre que empezó a trabajar a los 12 años y estuvo cuando se excavó el sótano de L.A.R., se desempeñó 9 años en la Municipalidad, vendió bicicletas y finalmente se transformó en un referente de la tela, atendiendo la mayor demanda posible de quienes se dedicaban a la costura y fue transformando su empresa constantemente para dar respuesta a las nuevas exigencias del mercado. Arrancó en esta actividad en plena crisis avícola a causa de la peste de la Newcastle y tal vez nunca hubiera pensado en esta decisión.

Mientras, sigue colocando carteles de descuentos, para liquidar la mercadería en stock y cerrar el comercio,  en uno o dos meses. “Tengo público, tengo venta, pero no hay rentabilidad; al contrario, todo negativo”- acota en la esperanza de que el gobierno dé los signos de cambio que confía se darán, “pero la acción es demasiado lenta”- concluye.

El tema de los negocios de ropas o comestibles que no encuadran en el sistema tradicional, es complejo y está en boca de muchos comerciantes de Crespo y otros municipios entrerrianos, que en algunos casos reclaman a los gobiernos de sus respectivas municipalidades. Lo cierto es que todos están legitimados y protegidos por las leyes del país y ningún intendente o gobernador tiene potestad para actuar en contra de la libertad de comercio.

3 Comentarios

  1. Un gusto haber contratado con Don Ernesto y su familia. Excelentes personas. Me parece que serà una pèrdida para la ciudad el cierre de este emprendimiento.

  2. Alquilando su local.señor usted gana igual.difrute la vida.los precios de los volvíamos de campera no bajan de $600 y 1290en BsAs es el costo esta muy bien el porcentaje que cobran a los clientes.Cuando yo quice poner exclusividad de Narro fueron jacobertura y usted al viajante de cordoba.que lo amenazaron.y no eran exclusivo.de esa marca después que cerré se hizo.exclusivo.Jacob. Todo en la vida estamos viendo con los ojos. ….Aquí en tierra pagamos nuestras actitudes

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