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Hay que tener mucho valor para difundir los audios haciendo públicas las apretadas de los mafiosos en Rosario y ciudades periféricas, como Capitán Bermúdez; pero una mujer valiente, que tiene una modesta peluquería canina en esa ciudad, acorralada por los ultimátum que recibe, los subió a las redes e hizo la denuncia. Es difícil saber si responden a una banda pesada o si son apenas émulos que se disponen a vivir de la manera de los mafiosos a los que admiran.
Para ver la estatura de la valentía de esta mujer, bastaría con ponerse en el lugar de la persona que recibe amenazas mafiosas al estilo de la legendaria escuela americana de Al Capone, o más bien de la vernácula de ‘Chicho Grande’ (1892−1943), que operó metiendo miedo en la Rosario de los años 30, mientras Capone (1899/1947) era la figura del crimen más importante de Chicago (EEUU). Aunque ahora la tecnología les da la ventaja de no tener que dar la cara.
Los sicarios que la extorsionan son capaces de todo y sin límites, y eso es suficiente para comprender la angustia que puede sentir una persona que trabaja honestamente, al ser amenazada por sujetos que a partir del primer sí, someten para siempre a quien cedió a sus reclamos mafiosos. Éstos, cebados de impunidad, con gusto atacarían a la primera persona que se atreviera a denunciarlos o se negara a cumplir con sus exigencias, para advertencia de los demás. En este caso puntual, en uno de los 4 mensajes le dijeron “aunque sea dame 30 palos porque si no, nos van a mandar directamente a tu casa para ver si tenés un vehículo y llevemos un 08 que nos firmes por el auto…”. Antes había advertido que cumple órdenes y “con los muchachos estamos aquí a dos cuadras de tu casa”.
Capitán Bermúdez es una ciudad del departamento San Lorenzo, dentro del Gran Rosario, en la provincia de Santa Fe. Se encuentra ubicada 15 km al norte del centro de la ciudad de Rosario y en la margen oeste del río Paraná.
¿Quién fueron los mafiosos Chicho Grande y Chicho chico gracias a los cuales a Rosario se la supo definir como “la Chicago argentina”?
“’Nunca como hoy Rosario merece ser llamada la Chicago argentina: tiene sus bandas todopoderosas, sus policías impotentes para destruirlas y sus periodistas heroicos y mártires’, publicó el 9 de octubre de 1932 el diario Crítica luego de que fuera asesinado su corresponsal Silvio Alzogaray por orden del ciciliano Juan Galiffi, conocido como Chicho Grande” (La Nación 14/6/18).
A la peluquera le advirtieron en uno de los audios: “Yo sé que hace tiempo vienen trabajando en la peluquería de perros, nosotros nunca los molestamos, nunca les cobramos ni les tiramos un tiro. Fijate como podemos arreglar, a mí me están llamando para que hable directamente con ustedes para ver cómo podemos solucionar esto, o que cierren directamente el negocio”.
La modalidad actual es organizar células o estructuras para llegar hasta el último barrio y exigirle contribuciones hasta al verdulero de la cuadra, y la trama puede seguir extendiéndose territorialmente sin límites, porque siempre hallará material humano dispuesto a sentirse con poder y recaudar buen dinero bajo el paraguas de los capos mafiosos. Algunos de los “padrinos” han sido encarcelados pero nadie les impide dirigir dese allí sus negocios, disponiendo libremente de medios para hacerlo.
El hecho que nos ocupa fue denunciado el 27 de enero ante la Comisaría 2da, intervino un fiscal y quizás la denunciante ya esté custodiada por la policía, con todo lo que ello implica. Quizás sea detenido un “soldadito” y nunca se sepa si hubo alguien más, lo que servirá a las autoridades para minimizar el caso, que es lo que la mafia necesita.
Trascendieron otros casos similares en Granadero Baigorria, ojalá sirva para que de una vez por todas el Ministro de Seguridad, Aníbal Fernández comprenda que hace falta una urgente política de Estado destinada a poner fin al creciente fortalecimiento de estas organizaciones, que en otros tiempos de su gestión –como ministro de Interior, por ejemplo- se desarrollaron con comodidad y hoy se están convirtiendo en un entramado capaz de extenderse a todo el cuerpo social de nuestro país. Mientras esto sucede, el martes de esta semana el intendente de Rosario, Pablo Javkin, denunció ante los medios que el gobierno nacional está montando una nueva red de fibra óptica en el complejo penitenciario Federal de Marcos Paz, cárcel en la que cumplen condena, entre otros, Ariel Máximo “Guille” Cantero y varios de sus lugartenientes y aprendices que dirigen desde allí sus negocios.