Son las dos caras responsables de un mismo problema
Por Keili González (*)
Si la pandemia dejó al descubierto las enormes limitaciones y la gravedad en la que se encuentran el sistema educativo en Entre Ríos, obligar a la presencialidad sin haber resuelto las condiciones edilicias y sanitarias, es directamente criminal.
La campaña de Juntos por el Cambio para volver a las aulas sin garantizar las condiciones, no solo fue un fracaso sino que es humo para la tribuna. Mientras fueron gobierno no pararon de ajustar a la docencia. Ellos gobiernan en la Capital Federal y ninguna correlación posee sus relatos con las acciones en ambos territorios.
Bordet y el Frente Creer hace nada más unos días, dándole continuidad a la línea política de la que nos tiene acostumbrados, apuntó a profundizar el ajuste ofreciendo salarios de miserias, sin condiciones de bioseguridad y con la incertidumbre de tener una obra social en deficiencia producto de las malas administraciones.
Algunas de las problemáticas por describir: no solo la sobrecarga de tareas por la misma remuneración a les docentes sino baños clausurados o en mal estado en las escuelas, falta de agua, alcohol en gel y sanitizantes, aulas que no cumplen con la distancia social recomendada, mobiliario roto, falta de instrumentos y acceso a herramientas básicas para el desarrollo de clases, entre otras tantas.
Además nos preguntamos: ¿Les docentes, estudiantes, familias, personal vinculado al desarrollo de la actividad están vacunados/as? No. ¿Entonces en qué lógica cabe meter a todas esas personas en un mismo lugar en medio de una pandemia?
Les trabajadores debemos unificar las luchas y profundizar las acciones para que la crisis la paguen quienes la generaron.
La presencialidad segura implica tomar medidas de fondo. ¿Qué hicieron durante todo un año sin clases presenciales para garantizar el retorno?
(*) Referente de la disidencia sexual, activista y militante del MST