¡Sobre la hora!
Crespo- Al asumir el martes por la noche el intendente de la ciudad, Darío Schneider, su segundo mandato consecutivo (tercero en su historia) tras haber sido elegido en octubre por amplia mayoría de votos, en su discurso se reservó una primicia de fuerte impacto para la ciudad de Crespo. Cerró su oratoria anunciando que en los últimos minutos del gobierno de Mauricio Macri, 19 hectáreas de terrenos del Ejército, enclavados en el área urbana crespense, pasaron a ser propiedad del municipio en tenencia gratuita por 99 años, tal como Paralelo 32 lo informó anoche. El público presente se puso espontáneamente de pie para celebrar el anuncio con un prolongado aplauso.
Esas tierras han sido motivo de negociación para todos los gobiernos municipales desde el retorno de la democracia, en virtud de haber sido expropiadas por el gobierno nacional argentino al Estado de la República Federal de Alemania durante la posguerra y el alto interés de nuestra comunidad por recuperarlas para el uso público.
Schneider contó no sólo con su tenacidad sino con dos adalides que no dejaron de gestionar en Buenos Aires; el diputado provincial Esteban Vitor y el senador nacional Alfredo de Ángeli, calificado como un legislador muy activo que trabajó estos cuatro años sin descanso en apoyo del gobierno provincial, cuando se lo solicitó, y de los municipios que se lo requirieron.
Schneider se puso como objetivo cerrar la interminable historia de los terrenos del Ejército y Vitor hizo causa común con él. Viajaron juntos a Buenos Aires numerosas veces para gestionar y presentaron una propuesta que al final resultó viable; que el Estado nacional cediera esas tierras por 99 años, sin cargo, a la Municipalidad de Crespo.
Las últimas horas fueron frenéticas, porque el cambio de gobierno implicaría comenzar todo de cero, como ha pasado en oportunidades anteriores. Lograron obtener la última firma necesaria el lunes 9 a las 21 horas, cuando prácticamente no quedaban funcionarios en actividad de la gestión que entregó el mando a la fórmula Fernández-Fernández, consagrada por la voluntad popular. De este último viaje que tuvo un regreso con euforia, participó también el hasta ese día secretario de Gobierno Julián Maneiro, quien durante los cuatro años fue parte del proyecto.
Aunque de propiedad municipal, no se modificará el uso de esas tierras en las parcelas que ocupa actualmente la subunidad militar y los dos clubes de la ciudad. El resto será motivo de nuevos proyectos para beneficio de la comunidad y a salvo de loteos, aunque falta definir la titularidad de otras ocho manzanas, que son parte de esa historia bastante confusa por falta de documentación apropiada y las irregularidades que dejó la segunda Guerra Mundial, donde las imposiciones sustituyen las negociaciones y la documentación no se atiene necesariamente los códigos vigentes en tiempos de paz.