Entre Ríos
Sentido común y coraje en tiempos de crisis
Durante 20 años Entre Ríos se detuvo, y hoy somos testigos de un Estado grande e ineficiente que no supo preparase para las demandas del Siglo XXI, como si esperara el desarrollo económico, y social, sentado en un andén.
Estos seis meses de gestión se han convertido en un acelerado “viaje en el tiempo”, con el propósito de acortar esas distancias y devolver a los entrerrianos un Estado fuerte y ágil, con sus finanzas saneadas y herramientas de gestión eficientes para todas las dimensiones del crecimiento social.
Bajo la lógica del sentido común, la planificación, el orden y la innovación, gobernar “sin plata” se ha vuelto una circunstancia muy difícil que –sin embargo- nos preparará a todos, para cuando el contexto comience a mejorar.
Esa oscuridad y desorganización que encontramos al iniciar el mandato, llevo la ineficiencia a su peor expresión que es no poder asistir al más vulnerable. Sencillamente, encontramos un Estado “desnudo frente a la necesidad”. Pero la ayuda a quienes más necesitan no puede esperar nunca y menos en este momento, y por eso, es una de las prioridades de la gestión provincial. Garantizando especialmente la alimentación.
Decimos que “se puede gestionar sin plata” porque no son las circunstancias las que nos definen, sino las decisiones que tomamos frente a ellas, y vaya que lo hemos hecho en este tiempo.
En materia alimentaria, desde marzo, aumentamos las partidas para nuestros más de 1800 comedores escolares en un 75% (casi el total de lo incrementado en todo el año pasado) y seguimos monitoreando la situación para que a ningún niño le falten alimentos de calidad. Más del 50% de los alumnos de nuestras escuelas públicas reciben la comida todos los días, y estamos trabajando codo a codo con docentes y cocineros para mejorar el servicio y hacerlo trazable y equitativo.
Junto a la Secretaría de Modernización, estamos modernizando el sistema de gestión de nuestros comedores, para salir del papel a la era digital, como en todas las áreas de gobierno.
A partir de este mes, la Dirección de Comedores trabaja con nuevo un nuevo sistema informático para la operatoria y control de la gestión integral de los comedores. Todos vamos a poder saber la cantidad de alumnos cubiertos por tipo de servicio y nivel educativo; el cumplimiento de los criterios rectores en cuanto a la conformación de menúes ofrecidos; las condiciones de infraestructura y equipamiento de las escuelas para la prestación del servicio de alimentación escolar; el personal disponible para la preparación de las comidas y acompañamiento de los alumnos; capacitaciones realizadas por el personal de cocina; las partidas presupuestarias destinadas al servicio; y la opinión de los alumnos y sus familias acerca de las comidas, entre otros.
Modernizar no es una consigna esnobista o improvisada, implica sencillamente lo que dijo el gobernador: salir del oscurantismo para que la transparencia y el control nos dejen ver todo lo que hacemos (y no) con los recursos de los entrerrianos.
Revalorizar la función del empleo público es otra de las metas de este gobierno, por eso, por primera vez, iniciamos un plan de capacitación universitario junto a la Facultad de Gastronomía de la UADER para nuestras más de 3000 cocineras y cocineros. El curso inicia este mes, será sistemático y tiene garantizada su continuidad para los próximos tres años.
Todos los días, en cada rincón de la Provincia, se recorren y relevan comedores escolares y comunitarios. Estamos cerca, porque creemos que es la única manera de gestionar cambios posibles. En esa tarea, no vamos a claudicar cada vez que veamos un recurso mal gastado. Visitamos los comedores comunitarios para ayudarlos en su tarea, pero también para evitar que el dinero vaya a quienes no rinden cuenta de los recursos o los utilizan para solventar a punteros políticos. En este proceso llevamos un total de 16 bajas, mientras actualizamos la nómina de quienes necesitan mayor asistencia porque han aumentado su demanda.
Más allá de la nutrición infantil, una debilidad inherente a los programas alimentarios en general, es la ausencia de una base única de beneficiarios del conjunto de programas que otorgan las distintas jurisdicciones (Nación, Provincia, Municipios). Esta característica, además de los vicios de transparencia en la gestión de los recursos y los espacios de superposición que genera, dificulta la adecuación entre beneficiarios y recursos transferidos. Por eso, creamos un Registro Único de Políticas Alimentarias, en el ámbito de la Dirección de Políticas Alimentarias. Así, poco a poco podremos trazar de manera clara y transparente, la asistencia alimentaria que recibe cada entrerriano.
Estamos ordenando prioridades y haciendo un Estado que piensa de manera inteligente cómo administrar mejor los pocos recursos que tenemos. Pero no se trata sólo de relevar, ordenar, optimizar... ASISTIMOS. Y lo estamos haciendo desde el sinceramiento, para que la ayuda sea eficiente y no una “propaganda de acción” sin sentido práctico para la gente.
Hoy, mediante el programa de Riesgo Social, se asisten en coordinación con los Municipios, Juntas y Comunas a unos 25 mil beneficiarios en estado de extrema vulnerabilidad social. Estas prestaciones recibieron en marzo un aumento del 400% en sus montos mensuales, que llegan sin intermediarios, a cada familia entrerriana. Aquí también trabajamos todos los días, para agilizar el trámite de altas y bajas y que nadie deje de recibir la asistencia del Estado, sin demoras, ni arbitrariedades.
En Entre Ríos existen cuantiosas y complejas situaciones de vulnerabilidad social y tenemos que seguir trabajando, codo a codo, día a día y en silencio para dar respuestas, porque detrás de ello está la dignidad de las personas. En esa tarea social, nadie tiene un título “providencial” ni buscamos “protagonistas” o “culpables”. Todos somos importantes. Por eso, desde el primer día, mantenemos una actitud de diálogo sincero con todos los actores sociales, trabajando con intensidad, paciencia y determinación para que las soluciones lleguen a quienes más las necesitan.
Mientras nos ocupamos de desenmarañar el caos que encontramos, reordenamos las prioridades y empezamos a encarar las reformas estructurales pendientes. Somos conscientes de que los cambios no se logran de la noche a la mañana, porque recuperar el tiempo perdido “lleva tiempo”.
El Estado Provincial es un equipo de muchas personas con distintas funciones y lograr que todos vayamos en la misma dirección y con el mismo ritmo es un enorme y necesario desafío asumido por nuestro Gobernador, en el que todos estamos comprometidos como parte de esta gestión.
Decir la verdad y tomar decisiones (con ..o “sin plata”) para ser dueños de nuestro propio destino.. esa es la revolución del sentido común que, paso a paso, va a lograr que juntos recuperemos todo el tiempo perdido. Ningún esfuerzo que hagamos en este sentido será en vano, porque todo lo que hacemos, si lo hacemos juntos y bien, siempre sienta las bases para algo mejor.