Se nos vino el GPT y nos quieren dejar afuera
** Huelo como una especie de abuso generacional contra el segmento etario de los que llevamos acumulada mucha experiencia, mucho rollo (sobre todo en la cintura), mucho colesterol y ácido úrico… Pero empecemos por el principio: por estos días comenzó a asombrar al mundo una nueva demostración de la Inteligencia Artificial (IA), con el chat GPT, que acompañará el resto de nuestras vidas. Para explicarlo en criollo con palabras que siempre serán insuficientes, digamos que los débiles mortales podemos chatear sobre cualquier tema y preguntarle al GPT lo que se nos antoje. No es una ‘memoria universal’ –que para eso está Google y otros- sino una especie de cerebro del mundo con todas las funciones que un cerebro tiene. ¿Tá?
** Este GPT nos responde lo que se nos ocurra preguntar, nos sigue la conversación, mediante textos y dibujos nos hace los trabajos que le pidamos… en fin, que lo sabe todo, todo, todo. Opina, saca conclusiones, y por estar dotado de un algoritmo más evolucionado ¡aprende más y más mientras habla con los estúpidos humanos! Es decir que interactuando con esta bestia estamos colaborando con alimentar al monstruo que un día nos suplantará en muchos aspectos de la vida, sobre todo del trabajo. Hoy, a un mes de funcionar, ya preocupa a los educadores, y vea por qué…
** Un tal Antony Aumann, profesor de filosofía en la Universidad del Norte de Michigan, relató sobre la revisión de un trabajo de un alumno, el que calificó como «el mejor texto de la clase». Contenía datos precisos y un análisis profundo sobre las prohibiciones de las burkas (vestimenta típica de la mujer en algunas regiones musulmanas). El tipo ni se había molestado, simplemente le pidió al chatbot GPT que le hiciera el trabajo y en unos minutos se lo escribió. No es cuento; lo parece, pero es pura realidad 2023.
La Bestia que acabará con lo anterior
** No sé qué te sucederá a vos cuando tomes contacto, pero a mí me flipó (neologismo juvenil que entre otras cosas significa quedar maravillado, perplejo, o hecho un pelotudo). Hasta hoy podemos consultarle a Google y otras plataformas todo lo que se nos ocurra y nos conecta con datos ya escritos y alojados en el sistema. Pero GPT, en cuestión de segundos, toma datos de miles de publicaciones y te escribe una respuesta única y exclusiva armada coherentemente por él. Muchos creen que va a sustituir a Wikipedia y al propio buscador de Google. ¡Qué lo tiró!
** Por ahora podemos chatear con la Bestia, dialogar mediante texto hasta que se perfeccione la parte de audio. Y ese cerebro sin límites tiene cargadas en sus neuronas artificiales todas las palabras, conceptos, datos, pensamientos y modo de razonar, en todos los idiomas que existen en el mundo digital planetario. Sabe todo, y si te digo todo, es absolutamente todo menos lo que piensa hacer Alberto Fernández después de diciembre.
Lo sorprendente de este chat por IA es que es capaz de darnos unas respuestas muy acertadas y completas, incluso de varios párrafos, donde es capaz de expresarse de manera natural y con información muy exacta, lo que hace muy complicado distinguir que el texto ha sido generado por IA.
** ¿Qué es este nuevo chat inventado por openAI.com con guita de Elon Musk? Voy a un ejemplo que me hace sentir más vulnerable que nunca. Si un día yo dejara de escribir el Mangrullo, sea por llamarme a descanso o porque me llamen a viajar inconsultamente y sin retorno por el túnel de luz de Víctor Sueiro, alguien de la redacción podrá pedirle al chat GPT que lo escriba por mí. Bastará explicarle bien lo que se pretende y ya. Deduzco que en una de las miles de millones de millones de neuronas que posee esta memoria universal, están registrados –palabra por palabra- unos 1.200 mangrullos alojados allí desde el año 2000 cuando iniciamos nuestro sitio web (uno de los primeros en la provincia) y comenzamos a subirlos.
El carretel y la lana ¿Remember?
** Y sí, claro, sospecho que los péndex nos quieren dejar afuera de la evolución de los tiempos. Sucede que para todo lo que se quiera aprender uno puede encontrar tutoriales en las redes, pero por lo general se trata de videos donde un experto del tema nos habla a razón de 200 palabras por minuto mientras va mezclando nombres y siglas en inglés para que los Baby boomers no entendamos un pomo. Veamos: Según los que estudian el habla, si la velocidad es inferior a 170 palabras por minuto, la atención del oyente disminuye, y si es superior a 190 tendrá dificultad para seguir la información y también se retirará. Te dejo este dato fino.
** Cuando llegan a casa mi nieta y nieto de 5 años y piden prestada la PC para buscar por su cuenta sus jueguitos preferidos o sus comics de los paw patrol o los my craft, comprendo que estos tipos que hoy dictan cátedra a través de tutoriales empezaron por ahí. Entonces me gustaría explicarles que a esa edad, o quizás con uno o dos años más, la seño de ‘labores’ nos hacía traer a clase un carretel vacío (el hilo de coser venía sobre carreteles de madera, huecos por dentro para anclarlos en un pinchilo que tenían para eso las máquinas de coser). En un extremo le clavábamos cuatro clavitos y aprendíamos a entrelazar correctamente el hilo de lana para tejer un choricito que iba saliendo por abajo con suaves tirones. Si lográbamos tejer varios metros, enroscándolo podíamos armar artesanalmente un posa pava o tirarlo a la basura.
Los Z versus los Gummers
** Hasta para aprender eso algunos tenían dificultad, ¿me explico? Entonces, que los millenials y los Z no me vengan hoy a querer explicar lo nuevo con palabrerío tipo… “los ADS todavía no lo han copado y es de fácil acceso hasta para los Dummies, para los que respondo aquí algunos FAQ (Frequently-asked questions). Comercialmente te sirve para el Branding pero en el proceso de gamificación no entra, como en el caso del Foursquare…” Todo esto hablando cancheramente a doscientas palabras por minuto.
** Creo que lo hacen deliberadamente para dejarnos afuera, pero no nos van a acobardar. Tardaremos tres años más que ellos pero llegaremos a ese punto, a riesgo de que para entonces esto que nació hoy ya esté fuera de uso por haber sido superado. Estamos acostumbrados; nos pasaba con los autos cuando nos enamorábamos de un modelo y nos proponíamos tenerlo algún día. Ese día siempre llegó, lo comprábamos con diez años de uso a precio de descarte. Pero, ¡si vieras nuestras ganas de aprender!