Rock en tiempos de poli géneros

Victoria.- Abuelo Sin Correa es una de las bandas locales que experimenta los primeros encuentros de música con seguidores que a pesar de ser muy jóvenes eligen lo que alguna vez motivó a más de una generación.

Impulsados por eventos de la semana de la juventud de un septiembre anterior, hoy ensayan convencidos que lo suyo pasa por el rocanrol, por ésa música que en estas tierras dejó y sigue dejando un particular estilo bien argento.

En tiempos donde el trap, el rap, la cumbia y el reguetón dejan sus huellas con producciones masivas, ellos van por otro lado. Apelan a la música que hizo bailar a sus padres, quizás también enamorar a sus abuelos y que hoy los cautiva casi de la misma manera que hace cincuenta años hizo soñar a multitudes con gritos de rebeldía, libertad, de paz y amor.

Abuelo sin Correa, es la banda de pibes que experimenta sonidos distorsionados que convocó a los Vox Dei, Almendra, o al mismísimo Norberto Aníbal Napolitano, Pappo. Una cultura de rock que extendieron El Flaco Luis Alberto, Charly, Fito, masificaron Los Redondos, Los Piojos y bandas que hoy prendieron en el corazón de pibes que como aquellos encuentran en un garaje o la pieza abandonada del tío el lugar para tocar y dejar que la creatividad haga lo suyo.

Abuelo Sin Correa, con  Tobías Adrían Monzón (18) en guitarra y coros; Juan Marcos Vanzán (14) guitarra y coros; Jeremías Bicharelli  (17), batería; Agustina González (23), voz y Agustín Juárez (17), con músicos decididos a ser eso: músicos de rock. Agustín  comienza diciendo que en parte tiene la culpa de todo –asume la idea de formar una banda-. “El año pasado yo participé en la semana de la juventud con la escuela técnica, y pasó que quedamos con ganas de seguir. La verdad me emocioné cuando pisamos por primera vez un escenario. Lo contacté a Tobías para que tocara la guitarra, fue subiéndose gente algunos se bajaron de la idea, y así fue que empezamos y acá estamos” narró Agustín.

Cuentan que el que empezó tocando la batería fue Juan Marcos (Vanzán), “empecé tocando la batería, pero por suerte ya no lo hago más (risas…)” comenta el más chico de la banda, al que se lo ve muy seguro y confiado de lo que le gusta hacer. Coinciden que luego de tocar juntos, ya quedó la formación definitiva hasta la actualidad, que los tiene juntos y ensayando todas las semanas sin perder que el objetivo es tocar, y pasarla bien.

Agustina cuenta que desde el comienzo empezó cantando, siendo también parte de coros, metiendo alguna armónica, “algunos arreglitos. En algunos videos que están en nuestras redes, van a poder ver que estoy tocando la armónica en situaciones muy improvisadas, no hubo nada estudiado o programado en todo eso”. Sobre el género, hubo coincidencia siempre, “a todos nos gusta el rock y el blues, por eso no hubo problemas, todo lo contrario” aportó Bicharelli, que además es el que más se extiende reconociendo que es algo que ha sido transmitido por sus padres, un común denominador en la banda.

Tobías recuerda cómo fue el día que se sumó Agustina como la voz de la banda  “ella en principio pensaba que nosotros hacíamos cumbia, pero después cuando se sumó y supo que era lo que hacíamos se adaptó rápidamente”, mientras la vocalista afirma diciendo que conocía los temas –por haber cantado en otras bandas, todos los clásicos- que los chicos hacían. Dice que muchos de los temas que actualmente cantan, los había cantando en otra banda con Chepe Santa Cruz, que es el músico referente fundamental en la movida de la peñas de rock que se vienen haciendo en la ciudad.

En general cuentan que están atravesados por todos los ritmos de la actualidad, pero reconocen que individualmente todos tienen y ponen su impronta por lo que han escuchado antes sus padres, por sentirse convocados por alguna banda en particular. 
Hermética, Almafuete, Malón, coincidentemente han sido influencias para muchos, fue la música de sus padres y ahora también les pertenece. Han prestado oído a mucha música internacional de vieja data que influencia para despertar ese rock guardado que no sabían que tenían. Los ensayos son en gran parte instrumental en el comienzo y después ponen esmero en cuestiones bien puntuales. 

La de mayor empeño con las letras es la vocalista del grupo, un rol que fue eligiendo. Valoran las poesías del rock, el sentido de sus mensajes, tienen la posibilidad de comparar con géneros actuales que tiene un fin comercial, pero prefieren quedarse con las letras dan sentido a las vivencias de cada tiempo.

‘Despierta’ es uno de los temas propios que han alimentado, no solo tocando en los ensayo, sino también compartiendo con el público en cada peña de rock o cuando son convocados en fiestas privadas.

La charla con los chicos de Abuelo Sin Correa, resultó por demás interesante. En pleno trabajo de la redacción de Paralelo 32, el responsable de diseño gráfico también formó parte del singular intercambio de experiencias sobre música, arte y cultura general que abonó un espacio de rock de viernes.  “El mensaje que manda Agustina con su voz, nosotros lo amplificamos” definió sobre el final Agustín Juárez que por otro lado también reconoció que desde el rol que le toca ocupar en la banda pretende que la gente se conmueva, y disfrute al máximo lo que ellos desde el escenario intentan llevar adelante. 

En la mayoría de sus presentaciones son acompañados por familiares y amigos que hacen que la propuesta tenga mucho más energía, algo de lo que están convencidos es que todo eso agiganta lo que hacen. Tienen una entrega rebelde, pero con los pies sobre la tierra, sabiendo que tienen mucho por delante y que quieren llenar de música por mucho tiempo.