Conflicto con Gran Bretaña en 1982
Retornaron a las islas y se trajeron objetos que permanecen tirados en los antiguos campos de batalla
Crespo.- La ESJA N°33 “Dr. Alberto M. Nusimovich” organizó una charla con tres veteranos de la Guerra de Malvinas que crearon un museo itinerante con elementos rescatados en los campos de batalla. Con entrada abierta a estudiantes secundarios y público en general, se realizó en el mes de marzo la presentación en el salón auditorio del Instituto Sagrado Corazón. Los disertantes fueron Ricardo Castro y Jorge Estévez, quienes estuvieron en Malvinas como soldados conscriptos clase 1962 del Regimiento 7 de Infantería de La Plata ‘Coronel Conde’; y Eduardo Canitrot, soldado del Batallón Logístico 10 de Villa Martelli.
Las batallas
“El regimiento7 estuvo involucrado en los recios combates en Monte Longdom, allí tuvo la mayor cantidad de bajas, y fue el regimiento que más tiempo permaneció en combate, desde el 11 de junio hasta el 14 que nos replegamos a Puerto Argentino, donde luego se hizo el alto el fuego”, comentó a Paralelo 32 Castro.
En tanto, el Batallón Logístico 10 de Villa Martelli fue destinado a custodiar la usina generadora de electricidad de Puerto Argentino, durante las acciones bélicas que se extendieron entre el desembarco de tropas argentinas en Malvinas el 2 de abril de 1982, y la rendición en Puerto Argentino (actual Port Stanley, capital del archipiélago) el 14 de junio.
Elementos del museo
Los tres veteranos de Malvinas formaron un Museo Itinerante con elementos rescatados de los campos de batalla en las islas. “Con Estévez viajamos a Malvinas en 2007 (once soldados y un familiar) y en 2010. Tuvimos la suerte de traer algunas cosas que son parte del Museo Itinerante. Borseguíes, tela de enmascaramiento, parte de un correaje, una zapatilla, bolsas de vendajes, maquinita de afeitar, parte de un poncho-manta, pedazo de frazada, tierra de Malvinas, piedras del sendero del Cementerio de Darwin, un paquete de cigarrillos de la época marca LM, arena de las playas, turba”, comentó Castro. Agregó que “en el viaje de 2007 recuperamos una parrilla hecha con alambres, para calentar agua, que había construido un compañero que murió en combate. Estaba escondida entre piedras y la recuperamos”.
Entre los elementos, hay también un pedazo de aspa de un helicóptero Chinook, el único helicóptero argentino que se derribó entre Monte Longdom y Monte Kent. “El militar que pilotaba ese helicóptero se llama Carlos Aguilera y pertenece a nuestra asociación de veteranos, hoy tiene 87 años. Pasaba una patrulla aérea inglesa, los vio, ellos estaban a punto de despegar, el capitán sabía que no podía escapar porque no estaba artillado, dio la orden de abandonar el helicóptero y la patrulla inglesa ametralló e hizo explotar la máquina. Hay fotos del momento que se está incendiando el helicóptero. Cuando fuimos, quedaban algunos restos y nos vinimos con ese pedacito. De cada cosa que recolectamos, tenemos la imagen de dónde la sacamos. Trajimos elementos de diferentes lugares”, dijo Estévez.
Los entrevistados señalaron que se puede recorrer la zona de guerra que quedó como ‘museo al aire libre’. “Ya no hay campos minados de la guerra, los limpiaron. Uno se puede encontrar con cañones que fueron inutilizados por quienes los operaban. No sirven y los dejaron en el lugar donde estaban”, dijo Estévez.
El pozo del conscripto
Castro mostró una foto del pozo donde estuvo ‘todo el tiempo’ en la zona de combate, aún permanece la excavación. “El pozo tenía unos 70 centímetros de profundidad, brotaba el agua desde el piso, hacíamos un declive con un pozo más profundo para que el agua fuera allí y después, con un jarrito la tirábamos afuera. En el segundo viaje que hicimos, fui a sacar agua del pozo, y tengo una botellita. Encontré también en ese viaje restos de un PDF” (granada que se dispara con un fusil, N. de R.), comentó el veterano.
Relaciones actuales
– ¿Cómo es el encuentro con la gente de Malvinas hoy?
-- Estevez: En el primer viaje, en 2007, nos dieron el nombre de un argentino que vive y trabaja allá, Carlos Rodríguez. Lo ubicamos de casualidad en la calle, nos invitó a su casa. Conocimos gente que después fuimos a ver en el segundo viaje. Entonces paramos en la casa de Tony Blake, que fue quien rescató a un piloto argentino, Filippi, que se eyectó de su avión cuando fue alcanzado por un misil. Lo tuvo en su casa un par de días. Conocimos a la mujer de Blake, uruguaya, todavía vive. El murió hace poco. De ese viaje nos quedó esa relación. Blake nos llevó a todos lados.
– ¿Cómo ven los kelper esa historia de la guerra? Uno puede pensar que hay mucha enemistad contra nosotros.
-- Castro: No, es variado. En realidad, por lo que pudimos recabar es que, mientras no les toquen la economía… que no venga un gobierno a molestarlos. Saben que para Inglaterra, ellos son de segunda. Malvinas le interesa a Inglaterra sólo como base estratégica de la OTAN, nada más. Hasta antes de 1982 se atendían la salud en Comodoro Rivadavia o en Río Gallegos. Ahora, está todo cortado. Van a Uruguay o a Chile.
Estevez agregó que “en general, el pensamiento es que mientras no se metan con su economía… Aclaro que hablamos con algunos kelpers, como Blake, que fue tres veces integrante del gobierno de las islas, como concejero. Una persona importante. Los jóvenes kelpers no recuerdan, no tienen ningún problema, quizás haya algún mayor que quedó con resentimientos, por algún daño que le haya provocado Argentina durante la guerra. Saben hablar castellano, por el acercamiento tanto con Uruguay como con Chile. Uno va a un supermercado y se puede encontrar productos argentinos que Chile les vende, como el pollo Cresta Roja. Mucha mano de obra es chilena y de la isla Santa Elena, otra colonia británica ubicada en el medio del Atlántico”.