Reanudar la actividad física después del Covid 19
Ya sea que estés recuperándote de un contagio, o debas someterte a confinamiento por contacto estrecho con una persona que ha sido diagnosticada COVID 19 positivo, hay ciertas pautas que es importante tener en cuenta para evitar caer en un sedentarismo prolongado, máxime si no estás teniendo mayores síntomas ni inconvenientes con tu capacidad cardio- respiratoria.
Recordá que siempre la consulta a un profesional de la salud, y de la actividad física por añadidura, te evitará lesiones y sobrecargas a tu sistema inmune, entre otros aspectos.
En particular el aislamiento no debe ser una excusa para abandonar la actividad motriz, una dieta saludable y una agenda que nos ayude a aprovechar bien el tiempo durante el día, son un excelente comienzo.
Es importante señalar que el ejercicio físico ayuda a manejar los niveles de estrés; estimula el sistema inmune y mejorar nuestra energía, por eso es importante mantenerse activo y prestar atención a la intensidad y la carga del ejercicio en cuestión.
No debemos olvidar que la falta de actividad saludable es uno de los mayores factores de riesgo en el desarrollo de infarto de miocardio, y por ello se asocia con un acrecentamiento de muerte súbita en personas con cardiopatía.
En más de una ocasión hemos mencionado los beneficios que trae para nuestro corazón el movimiento controlado (recomendado por la Sociedad Argentina de Cardología), comprobándose además mejoras en el control de la hipertensión arterial y la prevención de accidentes cerebrovasculares.
En el confinamiento se pierde masa y fuerza muscular por el sedentarismo y en consecuencia disminuye la capacidad pulmonar. Frente al riesgo de contraer enfermedades pulmonares por COVID-19, mejorar la capacidad pulmonar y la fuerza de los músculos respiratorios, es cardinal.
Es importante señalar que el desarrollo armónico de la actividad física mejora el estado de ánimo, por el aumento y liberación de endorfinas y otras sustancias disminuyendo la tendencia a la depresión, mejorando el humor, promoviendo la sensación de bienestar. A su vez mejora el descanso nocturno, y vamos a poder conquistar las 8 horas diarias de sueño, como lo expone la (Sociedad Argentina de Medicina del Sueño). El generar actividad física aumenta la masa muscular y la flexibilidad, mejora los procesos metabólicos, fortalece tendones, articulaciones y huesos (aparato locomotor en su totalidad).
En definitiva, cuando desarrollamos actividad física regular y controlada, disminuimos la mortalidad, por todas las causas. Por eso, en casa, o al aire libre, debemos pautar un momento cada día para activar las distintas partes del cuerpo: brazos, tronco y piernas, cuantos más grupos musculares mejor. (Por ejemplo: caminar, trotar, saltar combinando brazos, girar, equilibrar) entre otras acciones motoras. También se puede sumar algún objeto como: pelota, aros, sogas, entre otros aportes de la psicomotricidad. La música enérgica y alegre puede ayudar a la motivación.
En función de la edad, se sugiere realizar:
• Menores de 18 años: al menos 60 minutos por día
• 18 años y más: al menos 30 minutos por día. (OMS/ Sección Actividad Física Ejercicio).
Quienes recién se inician en la actividad, deben prestar especial atención al cuidado de la postura y aumentar la intensidad progresivamente para no generarse daño.
Es importante marcar las diversas recomendaciones saludables, para erradicar comportamientos sedentarios:
• Disminuir el tiempo en posición sentada o recostada. (Por ejemplo, se puede hacer algún ejercicio mientras se está trabajando en casa, con la computadora, tableta u otro dispositivo digital)
• Interrumpir las posiciones sedentarias poniéndose de pie cada 30 minutos; inhalar y exhalar profundamente.
• Aprovechar para realizar tareas de la casa que impliquen movimiento, como jardinería, limpieza, subir – bajar escaleras, etc.
• Participar con los niños y niñas en actividades lúdicas que impliquen motricidad y movimientos (como saltar a la soga, a la escondida, a la rayuela, etc.).