¿Quiénes serían la “gente de bien”?

** Es común oír que el presidente de la Nación, Javier Milei, se dirige a la “gente de bien”. Esta expresión ha tenido muchas críticas por parte del ala izquierda de nuestra política vernácula, o más bien por los columnistas de los medios que la representan. Sin embargo, si se hiciera una encuesta seguramente casi todos los encuestados se representarían como tales. Poca gente es tan inteligente y honesta como para declararse “gente de mal”. Solo los creyentes cristianos se declaran pecadores, exculpados por la gracia de Jesús.

** Sobre “gente de bien” y “gente de mal”, desde Milei hacia el presente se han sacado muchas conclusiones, pero nadie le pidió todavía al propio Milei que defina su expresión, que sería lo ideal. Quizás piensa, y hasta es capaz de decirlo, que la “gente de bien” es aquella que por hartazgo de lo anterior o por simpatía con él y sus ideas, lo votó y espera que lo sigan bancando. O quizás se refiere a la gente como él, o “la gente como uno”, como dicen los sectores privilegiados de la sociedad porteña o aquellas personas con ínfulas de superioridad. Y la gente de mal son todos los demás.

** Es difícil llegar a una conclusión, pero nos mezclamos en este barullo porque pertenecemos a un mundo donde tooodo debe ser desmenuzado, analizado, sometido a ‘conversatorios’ sin destino, que desaguan en la publicación de un memo con conclusiones que nadie leerá.