¿Qué significa ser mujer?
Victoria.- Este miércoles 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer. Y es un día que invita a la reflexión. La docente de inglés Yolanda Otegui, que se desempeñó durante 45 años en la Cultural Inglesa de Victoria, dialogó con Paralelo 32. Desde nuestro semanario, elegimos hablar con Yolanda porque es una mujer que transmite su pasión por lo que ama, ya sea la crianza de sus cinco hijas o la docencia. Sabemos que no hay una mujer que sea todas las mujeres y celebramos, en ese sentido, al individuo.
“Estoy feliz de haber nacido mujer. Ser mujer me ha permitido, entre muchas otras cosas, ser mamá. Esto me emociona. He sido mamá de cinco mujeres”, dice Yolanda con la voz entrecortada por la emoción.
“Creo firmemente que mi educación en casa y la formación como familia que me dieron me ayudó muchísimo a, después, desarrollarme como madre de familia. Criar cinco hijas no fue una tarea fácil, pero tampoco algo imposible. Siempre traté y tuve en mi mente el firme propósito de criarlas dando el ejemplo, algo que me parece fundamental en la crianza de un hijo. Si vos das buen ejemplo, tus hijos lo van a seguir. Otra cosa fundamental es poner límites. Yo puse muchos límites en la crianza de mis hijas, límites que, a mí me parecían, eran los correctos para que ellas tuvieran una buena vida. Esto lo hice siempre hablando y dándoles una libertad con límites”, cuenta Yolanda.
Luego, aclara que la dificultad de criar cinco hijas radicó, en su caso, más en lo económico que en otra cosa. “No fue difícil hacerlas buenas personas, fue difícil lo otro [risas] todo lo que conlleva criar hijos en la parta económica. Yo tenía que trabajar mucho y muchas veces ellas me planteaban que trabajara menos para que no estuviera tan cansada cuando llegaba a casa”, asegura.
Las cinco hijas de Yolanda en la actualidad son profesionales, cada una en su ámbito. Carolina y Julieta son kinesiólogas, Manuela es fonoaudióloga, Rocío es profesora de inglés e Isabella es médica. “Yo tenía muy claro que ellas tenían que tener un estudio, que fue lo que me inculcaron a mí, para que se pudieran desenvolver en sus vidas”, comenta.
También, la docente de inglés enfatiza: “Creo que les enseñé mucho a ser chicas independientes porque para mí la independencia es fundamental. Al ser independientes decidieron qué era lo que querían y lo hicieron bien, siempre con acompañamiento de mi parte en todo lo que pude”.
Una de las formas que implementó Yolanda para acompañar a sus hijas fue fomentar que se reunieran en su casa. “No me resultó difícil porque todos sus amigos eran mis alumnos, entonces había un conocimiento. Me encanta estar con la juventud y me apasiona escucharlos. Muchas veces ellos también me enseñaban a mí. Hay muchas cosas que los chicos te corrigen y hay que estar abiertos”, dice.
Hazlo con pasión o cambia de profesión
En cuanto a su recorrido profesional, narra: “Lo recorrí con mucha alegría, mucho empuje. Me apasiona lo que hago, me apasiona enseñar y estar en contacto con los chicos. Para mí era un placer ir a dar clases. Tuve momentos en que yo, por cuestiones personales, no me sentía bien y en el instante en que ponía el pie en el instituto se me borraban todos los problemas. Entrar a la clase me abría otro mundo donde yo me sentía feliz. Era como una terapia linda”.
Seguidamente, añade: “Voy a cumplir 45 años de dar clases en la Cultural. Me ha dado gran felicidad dar clases, me apasiona lo que hago. En mi casa tengo un letrero grande que dice «Hazlo con pasión o cambia de profesión», y fue algo que siempre le inculqué a mis hijas. Soy una persona muy feliz. Voy a parafrasear unas líneas de un hermoso poema que dice: Siempre que sembré rosales, coseché rosas”. La historia de Yolanda es la de una mujer que vive con pasión, es feliz y, además, crió otras cinco mujeres.
Ser mujer
Para este artículo consultamos, también, a la psicóloga y psicoanalista Victoria Di Marco (Instagram: terapia.psicoanalitica.online). La licenciada respondió nuestras preguntas.
—¿Qué significa ser mujer en la actualidad?
—Para el psicoanálisis y basándonos en la clínica de la pregunta, qué es ser una mujer es la pregunta que se hace la estructura histérica y que mediante sus síntomas busca encontrar la respuesta. Para Freud la mujer siempre fue un gran enigma porque desde sus mascaradas presentaban todo tipo de manifestaciones y le llevó mucho tiempo teorizar hasta incluso se retoma esos escritos desde sus discípulos dando una vuelta más. En consecuencia, no hay respuesta para esa pregunta, incluso esa pregunta lleva a las mujeres a presentar diversos síntomas o a mirar a otras mujeres para encontrar la respuesta. Lo que da cuenta que estamos marcadas por la falta.
—¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan las mujeres de nuestra sociedad?
—Hoy en día hay una corriente que intenta igualar lo femenino de lo masculino. O incluso hasta se deja de hablar de géneros. Pero lo femenino no se debe perder, el gran desafío que tenemos las mujeres es no perder lo propio, lo nuestro, lo femenino, nuestro enigma, eso que inquietaba tanto a Freud y lo llevaba a escribir. Que en el intentar ser iguales no perdamos lo que nos hace tan propias y tan mujeres.
—¿Qué opinás de los cambios que se están dando últimamente en relación al rol que ocupa la mujer en la sociedad?
—Hay aspectos positivos del rol de la mujer en la sociedad, es real que las mujeres lograron puestos gerenciales que antes no accedían, que hoy hay mujeres que mantienen un hogar y el hombre cuida de los niños, que hoy se nos escucha en nuestros reclamos. Y son aspectos positivos, pero quizá lo negativo es olvidarnos de mantener este punto que vengo expresando de mantener nuestro enigma, nuestra mascarada ante la falta, lo nuestro, lo femenino y que nos hace mujeres.
Por otro lado, también consultamos a la coordinadora del Área de la Mujer y Diversidad, Marina Di Orio. “Yo definiría a la mujer con una palabra: «Coraje». En la actualidad, en tiempos de incertidumbre, desánimos, preocupaciones, falta de respuestas en tiempo y forma, a pesar de tantas leyes muchas veces desprotegidas y aún siguen en la lucha. Estoy segura de que existe en el interior de cada mujer una luz, una fuerza y una valentía muchas veces oculta, en ocasiones ocultas por heridas, pero no desaparecida. La vida es una lucha, las mujeres tenemos la mejor arma: el coraje”, dice.
En relación al acompañamiento a las mujeres que lo necesitan desde el área, describe: “Desde el Área de la Mujer y Diversidad ponemos todas las herramientas al servicio de esa mujer para rescatar de su interior esa fuerza, esa valentía, ese coraje que necesita para cambiar su vida, llena de violencia y abandonos, y transformarla en su primer derecho indiscutible: el derecho a la tranquilidad. Nuestra primera herramienta: espacio de escucha, poniendo todos nuestros sentidos en esa escucha: lenguaje corporal, mirada, atención. Nuestra entrevistada percibe que no es una más en nuestro espacio, es una mujer con nombre y apellido, con una historia, como otras, pero es su historia, con su carga emocional, con su manera de interpretar los episodios y conflictos, con su manera de reaccionar. En definitiva, su historia no se parece a ninguna otra. Creemos que cada mujer no es sólo una mujer víctima de violencia de género, es una persona, no un número. En relación al acompañamiento terapéutico, lo realiza la psicóloga Daiana Barbosa, con la cual realizan terapias el tiempo que lo necesiten. El acompañamiento y el seguimiento de la situación es fundamental. Sí, debo reconocer que me gustaría que los tiempos nos dieran más para seguir y asesorar a todas las mujeres que tenemos en nuestro espacio (aproximadamente 1.400 mujeres). Pero cada una de esas mujeres saben que ante cualquier circunstancia o nuevo conflicto estamos a disposición con una línea abierta las 24 horas del día los 365 días del año (3436 511435).
Asesoramiento legal en relación a qué organismo dirigirse para diferentes trámites. Cuota alimentaria, denuncias, divorcios, finalización de vínculo de convivencia, régimen de visita del progenitor de los menores, etc. Nuestro espacio hoy ha superado la función de casos de violencia de género, nuestro espacio es hoy un organismo de consulta de todo tipo para las mujeres. Esto significa que hemos despertado credibilidad y confianza. Somos conscientes de que no hemos dado respuestas a todas las mujeres, pero hay respuestas que no dependen de nuestro espacio.
Por último, concluye: “Creo que el Día de la Mujer y el motivo por el cual es el 8 de marzo me causa mucha tristeza; tristeza por las que no están, por las que fueron asesinadas en tantos femicidios; por las que cayeron en la lucha. A pesar de esto, hay algo que merece ser festejado con los brazos en alto: simplemente festejar el hecho de ser mujer”.