Psic. Stella Cístola: No se puede atribuir toda la culpabilidad a la juventud
A opinión de todos los que tienen responsabilidad sanitaria y política, el incremento de casos de coronavirus responde en gran medida al descontrol de la juventud y especialmente las fiestas clandestinas. La pregunta obligada sería ¿qué hacemos para morigerar esto? ¿el camino solamente es través de procedimientos coercitivos?.
La Psic. Stella Cístola hizo algunas reflexiones sobre este tema ante una consulta de Paralelo 32.
En principio hay que determinar claramente a qué franja etaria se hace referencia, consideró que cada vez que aparece una crisis y la misma no se resuelve, se utilizan excusas justificando todo lo que no se va a hacer; dicen… ”esto no se realiza por culpa de la pandemia o no se puede llevar a cabo por este motivo”. En otros casos se busca un chivo expiatorio. “A mi me parece que los grandes chivos expiatorios de la pandemia han pasado a ser los jóvenes. Todo lo que sucede en tema contagios es culpa de este sector”.
En otro orden sostuvo que el año pasado fue difícil, lleno de desencuentros, distancias y aislamientos, sumado a incertidumbre o miedos, y todo indica que esta situación continuará durante un largo tiempo. “Pasó de todo, estuvimos asistiendo a un duelo mundial y la mayoría de nosotros de una manera u otra manera tuvimos circunstancias que atravesar y los jóvenes también”. Estos últimos perdieron el juego, el club, las juntadas, en algunos casos un ser querido, son los que están viviendo una etapa en la que tienen que salir a jugar en libertad, porque es la forma de crecer.
“Todo lo que está sucediendo no es culpa exclusiva de los jóvenes sino de la ausencia de los adultos”, dijo y agregó que la percepción del peligro es el resultado de un aprendizaje. El adolescente tiene una suerte de juego con el riesgo (conductas temerarias al manejar motos) y no la valoriza en los otros, la juventud está asociada a los desafíos, la bravura, el idealismo, y los que conocen todo lo relacionado a los espacios psicológicos de los jóvenes no tienen especialmente en cuenta que la debilidad de los otros, no les concierne.
No se le puede pedir a un chico de 14 años que se haga cargo de la debilidad o riesgos del abuelo de 70, si no se lo enseñó.
Acciones
“Habiendo instancias provinciales y municipales que tienen a su cargo las áreas de Adolescencia y Juventud, en Cultura o Deportes, esencialmente ¿qué les están proponiendo?”. ¿Qué espacio le otorgan a este sector las situaciones de riesgo?
Se preguntó a qué reunión se los ha convocado a participar o han promovido encuentros entre jóvenes para llevar adelante planes de concientización.
“¿Qué estamos haciendo en Victoria ante esta realidad? Trasciende que en tal o cual lugar hay fiestas ‘clandes’ como dicen los chicos. Se pregunta qué se hace con la información, se trabaja con estos jóvenes, obviamente para que ellos mismos dimensionen todo el peligro que representan estas juntadas, indirectamente para padres y abuelos”.
“Las situaciones de crisis colectivas como son las pandemias, se resuelven en red”, remarcó, y agregó que es un fenómeno mundial y no le podemos atribuir toda la responsabilidad a la juventud; el tema no se resuelve con un spot que dice “use la cabeza” y a partir de ahí las conductas cambian. Estas cambian cuando se comprende de quién se trata; son chicos de 17 años. Por otra parte atribuyó una responsabilidad importante a la comunicación, partiendo de que no es lo mismo hacer un mensaje para un adulto que para un adolescente. En cambio la sorprendió gratamente una publicidad dirigida a esta franja desde Presidencia de la Nación que habla de “cuidadanía”.
Disponibilidades
Aseguró Cístola que hay material humano para lograr estos avances; docentes de formación excelente, técnicos en minoridad, dirigentes e inclusive las juventudes políticas que han llevado a cabo campañas interesantes. Que sean los mismos jóvenes los que encabecen las actividades, acudiendo esencialmente al uso de las redes que llegan en forma directa a este sector, que no se informa a través de medios tradicionales. “Trabajar para generar conciencia, evaluar situaciones de riesgo y los niveles de co-responsabilidad”, puntualiza.
“No podemos salir a señalar, como se escucha, que culpa de los jóvenes se nos van a morir los viejos. Es un error”. Se debe armar una pirámide con una red interinstitucional con cabezas pensando, tratando de interpretar lo que está sucediendo y lo que implican las conductas de riesgo.
En otro concepto breve y claro, Cístola expresa: “Si seguimos así, seguiremos alimentando la chismografía, o buscamos chivos expiatorios, y de esa manera es poco lo que podemos avanzar”. Y analiza más adelante: “No he visto a nivel institucional y en general a los que tienen cargos de responsabilidad, que hayan consultado a los jóvenes sobre lo que podríamos hacer. “Ser promotor social de salud implica estas cuestiones, de lo contrario, desde el discurso médico, seguimos manejando con la omnipotencia del que tiene todo el saber y los otros no saben nada. Así no se construyen los lazos solidarios para salir de una pandemia que implican cuestiones más amplias, no se han tenido en cuenta los aspectos emocionales que han sido los grandes ausentes en estas campañas”, dijo una vez más, ya que en el comienzo de la pandemia fue la primera voz que advirtió que no sean ignorados los aspectos emocionales de las personas en general. Finalmente consideró que no es tarde para hacerlo porque la enfermedad todavía está lejos de resolverse.