Posición de la avicultura entrerriana frente al país y el mundo
Nuestro entrevistado, el doctor en veterinaria Isidro Molfese, como se podrá verificar en su currículum, es una autoridad en el país para hablar sobre la sanidad actual y cómo está parada la avicultura argentina y la entrerriana en particular, en este aspecto. Pero su vasta experiencia en instituciones como en el asesoramiento de empresas y organismos internacionales, amplía el espacio para el entrevistador para abordar varias facetas, incluida la institucional, por sus servicios prestados en varias de las existentes en el país y el exterior. ¿Defienden el interés común del sector, o intereses individuales? También se lo preguntamos.
— En cuanto a nivel de competencia para la colocación de pollo y huevo industrializado, ¿en qué lugar del mundo se sitúa Argentina, en relación a otras naciones frente a los mercados y cuál es el lugar que ocupa Entre Ríos en ese ranking, con respecto al resto del país?
_Argentina tiene todas las condiciones para producir en niveles competitivos, pero a lo largo de los años el manejo de las políticas monetarias, han condicionado el comercio internacional.
A nivel nacional, las producciones y consumo de pollos y huevos han crecido en una tendencia ascendente, muy importante. Recuerdo cuando el consumo de pollo apenas alcanzaba los 7 kilos per cápita año y hoy, estamos casi en los 50 kilos, y lo mismo para el huevo, que de menos de 100 huevos per cápita año estamos próximo a los 300. Hay que tener en cuenta que Argentina es una gran productora de proteína animal, por lo que el pollo y el huevo han ido ganado espacio, con base en su mejora significativa en la calidad y precios.
Todos sabemos la importancia que tiene la Provincia de Entre Ríos en las producciones de la avicultura que nos interesan. No puedo dar en este momento, sin equivocarme, los números relativos y comparativos con otras regiones. Vale recordar que fue por Entre Ríos el ingreso de las primeras aves al país y que, en esta provincia se encuentra la Capital Nacional de la Avicultura.
— Qué es lo que hace más competitiva a una nación en cuanto a exportación avícola, independientemente de las fluctuaciones constantes de sus políticas económicas, que frecuentemente interfieren.
_Los aspectos que tienen que ver con la sanidad y la inocuidad tienen importancia destacada y limitante si no se logra cumplir con los requisitos que, en una controversia comercial, fija el Comité de Medidas Sanitarias -MSF- y Fitosanitarias de la Organización Mundial de Comercio -OMC-. Argentina está libre de la Enfermedad de Newcastle con vacunación desde 1995 y la situación tan especial, ante la preocupación mundial, que representa la Influenza Aviar.
En nuestro país tenemos ventajas en lo que hace a materias primas, ya que somos productores de maíz y soja, componentes de gran importancia en la ración de las aves. Contamos con agua, que es considerado como un componente alimenticio, que es muy necesario para la actividad digestiva de las aves.
Además, mano de obra de buen nivel y calificada, condiciones climáticas que no llegan a ser extremas y se pueden controlar. La automatización que comenzó hace algo más de 20 años en el área de las ponedoras, pone a la producción de huevos argentina, en condiciones competitivas.
— Como usted lo acaba de señalar, hoy somos un país libre de las principales enfermedades avícolas, libres de virus como el de la Influenza Aviar que no llegó a nuestro país pero todavía se anda difundiendo por el mundo, y de Enfermedad de Newcastle, ¿estamos además prevenidos por posibles ataques de nuevas cepas?, ¿cómo estamos en materia de bioseguridad?
_Todo lo que se hace y haga en relación con la bioseguridad es de importancia muy significativa, por las consecuencias que tiene cualquier filtración de los virus mencionados y bacterias que se deben evitar. Ante las medidas que se están tomando en relación con el uso de los antibacterianos, las medidas de bioseguridad adquieren un rol protagónico.
En este punto vale decir que quedan granjas antiguas con instalaciones a mejorar o reemplazar, así como la ubicación de las mismas, con riesgos de contaminación que afecta a los costos y que pueden llegar a afectar a los productos finales destinados al consumo humano en el país o en el exterior.
— ¿Se ha llegado ya al tope de la evolución genética y de la mejora de la conversión productiva, tanto en aves de postura como las de carne?
_Siempre he sostenido y sostengo que la evolución es inevitable en todos los órdenes, aunque se vaya dos pasos hacia atrás, con toda seguridad, se irá tres hacia adelante.
También esto es muy general, pero he tenido la suerte de ver que en el terreno de la genética y también como en todos los órdenes, va por delante la filosofía. Le diré que la toma de decisiones en lo que hace al mejoramiento genético, tiene condicionantes múltiples, que están dados por los requerimientos de los actores en el mercado.
Creo que toda la avicultura ha sido traccionada por la tecnología genética en los últimos 60 años o más, y no creo que existan factores que impidan que siga siendo de tal manera, aunque sea en otra dirección.
— Lo voy a llevar al plano institucional, dado que además de haberse destacado usted en el campo de la ciencia y también de las prácticas avícolas, ha sido director ejecutivo de ALA, además de haber acompañado a Héctor Motta en CAPIA durante varios años. ¿Las instituciones como ALA, tienen poder de transformación?, ¿defienden los intereses colectivos?, ¿son asociaciones de lobistas donde cada uno defiende sus propios intereses y eventualmente los de su país?
_ Pasamos rápidamente del presente y futuro al pasado, dado que, por mis nuevas responsabilidades, no me estoy dedicando a la gestión institucional. Podría hablar mucho acerca de lo que hicimos con el oriundo de Crespo, Dr. Héctor Motta desde CAPIA y desde ALA (Asoc. Latinoamericana de Avicultura). Con vocación de servicio y objetivos claros en relación con la actividad que hemos abrazado toda la vida, es fácil orientar la gestión, para el bien del sector.
Internamente hay que evitar el tomar partido por tal o cual nivel de producción, tal o cual región del país o sector productivo. A nivel internacional me resultó similar, sin embanderarme con país o región alguna, venciendo la tendencia natural a la exclusión. Hay una responsabilidad especial como representantes del sector privado, para interactuar con el sector oficial, cuidando ya no los intereses sectoriales únicamente, sino los del país o de los países.
Si visitamos el sitio de la FAO, hay organizaciones que representan a las aviculturas y organizaciones, que han desaparecido.
— ¿Qué opinión le merece la corriente que es crítica del hacinamiento de gallinas en jaulas y pugna por el bienestar animal? ¿Tiene futuro? ¿Se resolverá en el tiempo el problema de los costos mucho mayores y la población que no quiere pagar más por ese huevo supuestamente “desestresados”?
_Tenemos que definir qué es hacinamiento y ver en el concepto “una salud”, cuándo nos preocupamos por el bienestar animal y cuándo se considera como vive la gente, sin contar los miles de millones que no logran cubrir su ración diaria.
Hay interpretaciones sobre lo que es el bienestar de las aves, independiente de la prueba biológica perfectamente demostrada, en los niveles de producción que se logran cuando se trata de ofrecer todo lo que necesita un ave para producir. A veces parece que se pretende tratarlas como a mascotas, sin tener en cuenta las consecuencias por las dificultades para controlar parásitos internos, externos, bacterias y virus, cuando se las deja en contacto directo con el medio ambiente.
El futuro es interesante para quienes logren, con gallinas en semi libertad, cubrir los requerimientos de un mercado con mayor poder adquisitivo que puede pagar el diferencial del costo. Hoy el mercado (para este sistema de producción) es chico a muy chico, con niveles de consumo poco a nada significativos, pero reitero, irán consiguiendo un lugar especial y destacado. El bienestar animal llegó para quedarse, por lo que representa como diferenciación de producto especial y el hecho que las universidades han incorporado el tema en sus currículos. También la Organización Mundial de Sanidad Animal -OMSA- (ex-OIE) trabaja en la elaboración de estándares que se deben cumplir en el momento de responder a exigencias comerciales en negocios internacionales. En un principio lo consideré en el límite con una obstrucción técnica al comercio.
¿Quién es?
Isidro Molfese es un profesional activo a sus 78 años de edad, muy requerido como conferencista por su capacidad, formación científica y experiencia en el campo de la avicultura. Argentino por nacimiento, pero italiano de sangre, terminó la carrera en la Escuela de Veterinaria de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires.
Director Ejecutivo de la Asociación Latinoamericana de Avicultura ALA (2001-2017), Observador por ALA al Codex (2001-2017) y ex Coordinador del Comité Interamericano de Salud Avícola (CISA). Ocupó la Presidencia de la empresa Plumas S.A. de 1983 a 1999
En el ámbito docente, fue profesor de Fisiología Animal de la Escuela de Agronomía de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UBA. Ha realizado trabajos de investigación en fisiología aviar y lípidos, entre otros temas. Ha asistido a múltiples congresos desde 1970, que fue el Iº Congreso Latinoamericano de Avicultura en Buenos Aires. Además ha asistido a reuniones del Codex Alimentarius y OIE, en algunas ocasiones como observador de ALA, a múltiples seminarios, ferias y exposiciones de todo el mundo.
Pertenece y ha pertenecido al Comité Interamericano de Sanidad Avícola (CISA). Pero su trabajo en la industria avícola también ha sido en el sector farmacéutico veterinario, pues trabajó para empresas como Laboratorios Salsbury y Laboratorios TAD en Argentina. Asesoró a múltiples granjas renombradas en el país y a las más importantes casas de genética avícola.
También ha sido avicultor en una etapa de su vida. En el área gremial, pertenece a GTA (Grupo de Trabajo Avícola) en Argentina y GEA (Grupo de Especialistas en Avicultura) organización regional del mismo país, además de ALA. Su nombre ha sido inscripto también en el salón de la fama de la Asociación Latinoamericana de Avicultura (ALA).