Río Paraná
¿Por qué las bajantes del Paraná son más problemáticas en Victoria?
Hay una razón más para preocuparse y es que en varias ciudades costeras es importante la dependencia del río a raíz de la alta influencia socioeconómica de la pesca
De acuerdo con el registro del día domingo, el Paraná ha crecido 7 centímetros en Victoria según indica la medición del día de hoy lunes 19, estableciéndose en 1,66 metros. Bajó 3 centímetros en Diamante y se mantuvo estable en Paraná (0,63 cm) y Rosario (0,91 cm.). El pequeño repunte frente a la costa de Victoria no tranquiliza a las autoridades, preocupadas por la calidad del agua y el abastecimiento a la población, complicado básicamente por modificaciones no naturales que ha sufrido en río en ese tramo de su extenso curso, dificultando el flujo hacia el riacho Victoria. Tampoco resuelve la demanda de ayuda por parte de los pescadores afectados.
Crisis anterior
A título de comparación, vale señalar que cuando fue declarada la crisis hídrica por el gobierno municipal victoriense, en noviembre de 2020, el nivel en la toma de agua había descendido a 1,10 metros y necesitó de urgentes trabajos en el río. Otra crisis se produjo en enero de 2022, cuando fue necesario realizar costosos trabajos en el humedal para remover sedimentos. En esa oportunidad, el director General de Hidráulica de la provincia, Cristian Gietz, dijo a Paralelo 32: “La solución que se está planteando, como factible e inmediata, es la limpieza de aproximadamente 2.000 metros del ‘canal de servicio’ entre el curso de agua denominado Carbón Chico y el Riacho Victoria, de manera tal hacer que el agua que venga por el mismo canal de servicio y por el curso de agua de Carbón Chico, se derive hacia el Riacho Victoria y de ahí a la zona de toma de agua que tiene la localidad para proveer un poco más de agua”.
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Fuente laboral
Tal como se informara pocos días atrás en Paralelo 32, hay una razón más para preocuparse y es que en varias ciudades costeras es importante la dependencia del río a raíz de la alta influencia socioeconómica de la pesca, que en el caso de Victoria representa a un millar de pescadores que entregan a los establecimientos procesadores de la zona, y aguas arriba se observan situaciones similares, como es el caso de Diamante.
La bajante hizo desaparecer a las especies comercializables y a cambio las aguas bajas se poblaron de especies sin valor comercial, perjudicando severamente la captura. De hecho, “han desaparecido variedades de interés comercial como el sábalo y la boga. Se incrementó mientras tanto la población de tarariras (taruchas) que tienen un escaso interés por parte de las empresas frigoríficas, desde las cuales se nos asegura que momentáneamente no hay mercado para colocar ese producto a nivel internacional”, reportó Mario Juárez para nuestro medio diez días atrás.
En el caso de Diamante, la bajante afecta a la industria del pescado de río pero no al abastecimiento de agua. En Victoria la situación se plantea, en parte, según el diagnóstico reciente del ingeniero hidráulico Jorge Di Persia, por el canal de servicio que construyó la empresa constructora de la unión vial Victoria Rosario, a cuya consecuencia el curso de agua se deriva por el arroyo La Camiseta y no llega a Victoria. Cuando los niveles altimétricos son más elevados, no se presenta este problema.
El canal de servicio fue construido al solo efecto de facilitar el transporte a lo largo del viaducto mientras se realizaba el terraplén y demás obras para construir la ruta que une las costas de Victoria y Rosario, y ya se sabe que toda intervención humana en el curso libre de la naturaleza, puede tener consecuencias.