Por qué el periodismo de misterio no es paranormal

Victoria.- Al periodista español Juan Jesús Vallejo no le gusta para nada que le digan que se dedica a asuntos “paranormales”. En cambio, argumenta que lo suyo es el periodismo de misterio. Vallejo trabaja hace ya un tiempo, entre otras cosas, para History Channel. Ha logrado cumplir el sueño de su infancia y vive de lo que ama.

El sábado pasado, toda la sala del Cine Teatro Victoria lo aplaudió de pie. En el marco del VII Congreso Internacional de Ovnilogía en Victoria, Vallejo maravilló a todos con su narrativa, cadencia y relatos.

“Yo era un niño que vivía en un barrio relativamente humilde de la ciudad de Granada y me encantaba leer libros de historia y ver documentales. Las películas de Indiana Jones me afectaron terriblemente, entonces yo quería ser como él: recorrer el mundo y perseguir el Arca de la Alianza y el Santo Grial”, dijo en diálogo con Paralelo 32.

“La arqueología y la historia eran una obsesión. Gracias a las vueltas de la vida, y a mi terquedad, fui a Madrid a estudiar realización de cine y televisión, soy periodista de oficio porque no soy licenciado en periodismo, yo soy técnico superior en realización audiovisual”, especificó.

“Trabajo en más de 30 países, en cinco continentes, yo he estado con el conservador de Jerusalén solicitando un permiso para rastrear con georradar el Arca de la Alianza. Mi primera obsesión fue recorrer el mundo a través de la historia, la arqueología y lo fantástico”, continuó.

Sobre el Arca de la Alianza remarcó que encontrarla fue, también, una obsesión de los nazis. “La historia del Arca de la Alianza aparece en La Biblia. Se trata de un objeto que la tribu de Leví era capaz de mover en torno a la ciudad de Jericó y que tenía la capacidad de acabar con los muros más grandes que había en la antigüedad. Por eso la buscó Adolf Hitler, en expediciones que fueron financiadas por Heinrich Himmler. En concreto, se llamó expedición Trompetas de Jericó y arrancó en 1942, donde se buscaba el Arca de la Alianza en Venecia, Italia, y en Tanis, Egipto”, narró.

“En mi ciudad me decían que cómo iba a creer en esas historias y, peor, cómo iba a creer que algún día iba a poder viajar para investigar esto. Pero el misterio va más allá y conseguí viajar y hacer lo que siempre soñé. La lección más importante que nos da el misterio es: nunca dejes de soñar, nunca dejes de creer, si la vida es mágica es porque tú te esfuerzas para que lo sea y si puedes pensarlo puedes hacerlo. Ésa es la lección más importante que nos puede dar el misterio, incluso más que saber qué hay detrás de los ovnis”, reflexionó.

Respecto de su animadversión por describir su labor como periodismo paranormal, sostuvo: “Me parece una huevonada hablar de periodismo paranormal en lugar de periodismo de misterio por algo simple, te lo explico: en mi último libro hablé del incidente del golfo de Tonkín. Esto es un supuesto ataque de barcazas vietnamitas a un destructor norteamericano en el Golfo de Tonkín. Esto provoca la guerra de Vietnam y que fallezcan más de un millón de personas. ¿Tiene esto algo de sobrenatural? No. Ahora, sí se sale de lo normal y de lo que podemos entender, porque murieron más de un millón de personas. Eso es el periodismo de misterio. Entonces, yo hablo de temas histórico, conspiraciones, vida después de la vida (en la que hay estudios científicos publicados en revistas especializadas). Es decir, cualquier cosa que se salga de lo usual, eso hago”.

A Vallejo el misterio lo fascina. Con él se puede hablar de temas concatenados como la Atlántida, que le fue descrita a Sólón cuando buscó sabiduría en los sacerdotes de Sais, y las pirámides de Giza, y el origen de su misteriosa creación; pero también se puede saltar a tópicos como el genocidio filipino a manos de Estados Unidos y, como dijo, el incidente del golfo de Tonkín.

Del mito al logos

Con la expresión “del mito al logos” se marca el paso de una forma de entender el mundo mágico-religosa hacia una forma político-filosófica. No obstante, descartar la existencia de conocimiento en el mito sería negarse a verlo.

Para el hombre griego de entre los siglos VIII y IV a.C el conocimiento se interpreta y expresa a través de la visión. Ver y saber son la misma cosa. 

Vallejo dijo que, muchas veces, hay científicos que se niegan a ver. De lo anterior se sigue que, también, se niegan a conocer. “El problema es que muchas veces la ciencia es negacionista, y es lo que le pasa con el fenómeno ovni: como no entiendo, no existe”, expresó.

En este sentido, señaló el caso de “los zombis de Haití”. Se trataba de personas “revividas” por hechiceros de vudú. Aunque, en realidad, el antropólogo Wade Davis investigó y descubrió que esos zombis eran personas envenenadas con un polvo creado a base de tetrodotoxina, obtenidos de pez globo. En los estudios que se realizaron en monos con esta droga se vio cómo éstos permanecían en una especie de letargo catatónico, conscientes, pero insensibles al dolor. Resultó, entonces, que este misterio nada tiene de paranormal.

La presentación de Vallejo, además de interesante, dejó en claro que incluso la ciencia requiere imaginación y que hay personas que se dedican a investigar seriamente distintos arcanos, por más absurdos que parezcan. Y que creer antes de ver es tan insensato como negar a primeras.