El sacerdote Edgardo Segovia, tío de Rodrigo, indicó que “cada minuto es muy angustiante” y aseguró que, si bien se realiza la búsqueda, es “con pocos elementos, con tiempos muy reducidos”.
Rodrigo Segovia tiene 22 años y está desaparecido desde hace una semana, luego de que se arrojara al río Araza, en el departamento de Cusco, Perú, para rescatar a una mujer. El joven es oriundo de Paraná.
Oscar Segovia y Elsa Cardozo, padre y madre, viajaron hasta el lugar donde fue visto por última vez. La policía Nacional de Perú, la de Turismo, la de Alta Montaña y efectivos del pueblo, rastrillan la zona para ubicar al joven.
Al respecto, el sacerdote Edgardo Segovia, tío, contó que “la espera es angustiosa, casi desesperante. Es otro día más que pasa y no hay novedades. Los padres no perciben que se estén moviendo, ni tampoco la buena voluntad y disposición que manifestaron las autoridades. No así de de mochileros y baqueanos del lugar, que se reúnen y salen a la selva a buscarlo. Cada minuto es muy angustiante”.
Aseguró que les prometieron que dos Cascos Blancos se acercarían al lugar el miércoles y que también habría un gendarme en la embajada. Por otra parte, indicó que no se tiene conocimiento de que algún helicóptero recorra la zona. “Imaginamos que por la topografía, para visualizar a una persona extraviada, se necesitaría un drone o helicóptero, pero de eso nadie habla. Falta apoyo, gente, recursos. Se está haciendo algo, pero con pocos elementos. Los tiempos para ocuparse de la tarea son reducidos por la crecida del río o las inclemencias del tiempo. Ya pasó una semana y no tenemos novedad”, dijo a nuestro medio.
Sobre los padres de Rodrigo, informó que “están muy retirados, muy adentro, la comunicación es muy escasa, hablamos una vez o dos veces en el día. Están abocados a la búsqueda en las inmediaciones y tienen que volver temprano porque no puede agarrarlos la noche en la selva”.
(Elonce.com)