Papá Estado, ese gran tentador
** No hay ninguna tentación ajena al género humano. Por más que busquemos, aún cuando creamos haber hallado a un ser superior capaz de mostrarse indiferente a todas las tentaciones, al someterlo a un examen descubriremos siempre alguna falla, un punto negro, un recoveco, que lo reduce al nivel de los humanos. Jesús fue capaz de vencer todas las tentaciones y eso nos vuelve escépticos en cuanto a que nosotros seamos capaces de semejante proeza. Pero el problema no es una flojera frente a una tentación, sino el hecho de amarla hasta convertirla en ambición, y si se vuelve un amor ardiente, será ambición desenfrenada.
** Las tenemos todos los días aún sin buscarlas, algunas son tan insignificantes que ni las consideramos como tales. Nos buscan o las chocamos, las rozamos o vemos pasar en el andar por la vida. “Andábamos sin buscarnos, pero sabíamos que andábamos para encontrarnos”, dice el gran Cortázar en Rayuela.
El ser humano ha sido advertido sobre esto en ‘la Palabra revelada’, o si prefiere llámelo El Manual del ser Humano, donde se nos explica cómo hacer para zafar del pisadero y no caer una y otra vez en él, porque no es lo mismo pisar el fango una vez, que revolcarse en él.
** La tentación no distingue edades, ni sexualidad, ni raza ni condición social. Nada. Si me apura le digo que quizás comienza cuando empezamos a caminar y nos tentamos de quitarle el chupete al otro gurí o gurisa. Nunca supe por qué los párvulos se tientan con tan poca cosa, pero por algo se empieza. Se dice de un ex presidente argentino que cuando le quitaba el chupete a otro bebé, se lo quedaba y al grito de ¡éxtasis! lo atesoraba en un chupetómetro que escondía tras una cortina. Uno sabe cómo empiezan pero nunca cómo terminan estas cosas.
Rico, pero pateador
** ¿En qué pensará la lectora o el lector cuando mencionamos la excitante palabra ‘tentación’? ¿En Adán que no se hizo cargo y culpó a Evita, aunque él fue quien agarró viaje sin que le pusieran un revólver en la cabeza? ¿En la última tentación vivida, o en la que le gustaría caer?
¿En qué habrán estado pensando los que robaron tanta plata que no podrán gastar ni viviendo cien vidas sin trabajar?
** Como me gusta simplificar, a veces lo relaciono con aquellos que creían que determinadas comidas se calzan unos borceguíes para meterle patadas al hígado. Uno les oía decir con voz cómplice y exculpatoria, hablando por ejemplo de un lechón al horno cocido en su grasa: “Es rico, pero muy pateador”. La tentación tiene esas características, te invita a morderla pero cuidado que te puede patear al día siguiente.
Cuando te la dejan picando
** También se ha oído decir que ‘la ocasión hace al ladrón’, sentencia que plantea que la tentación es proporcionalmente mayor a la facilidad que ofrece al tentado. Una persona honesta se sienta en un despacho ministerial donde resuelve todos los días por millones de pesos y comprende que hay poco control sobre esa guita, o controles totalmente ineficaces y corrompibles. Ahí se le confunde lo público con lo privado, lo propio con lo ajeno. Hace una excepción a sus principios y se afana un toco, se da cuenta que nadie lo advirtió y comienza a hacerlo todos los días.
** La justicia resucitada puede mandar presos a todos los corruptos y chorros y deschavar hasta a los ladrones muertos, pero si no se controla en origen, si no se dificulta la tentación, no alcanzarán las cárceles VIP a lo largo de los años. A la rama negra hay que matarla desde chiquita, si la dejas crecer te arruina la cosecha.
** Es tan desproporcionado el volumen de la corrupción y tan limitada la estructura tribunalicia, que quedan en el olvido causas anteriores al impactante volcán de “los cuadernos” y difícilmente se podrá destapar ollas que aún faltan, como la del Pami, Ministerio de Salud, Secretaría de Energía, corrupción en las provincias, etcétera. La llamada mafia de los contenedores (Aduana) ya tiene 50 procesados y la estafa se estima en 300 millones de dólares (12.000 millones de pesos criollos), ¿y quién habla de ella?
Robar era una fiesta
** Entre otras minucias que ya olvidamos porque quedan desdibujadas por las sombras de la megacausa nacional de la obra pública, está el Plan Qnita, por el cual está procesado desde 2006 Aníbal Fernández, donde pagaron el doble por las cunas haciendo una diferencia multimillonaria, lo cual está fehacientemente acreditado. También se halla en curso pero olvidada por el público la mafia de las netbooks, que al continuar el gobierno de Macri con el plan las pagó a mitad de precio, verificándose que antes se habían quedado con una suma de entre 500 y 700 millones de dólares (entre 20.000 y 28.000 millones de pesos criollos), pagados en exceso al chanta que traía las piezas de China y las armaba en Tierra del Fuego.
** No alcanza una modesta columna de periódico, se necesitan varios libros, y de hecho han sido escritos, para detallar todas las mafias que superan la posibilidad de trabajo de la justicia y la capacidad de recepción de las cárceles. Mientras tanto se habla de unas pocas, las más impactantes por supuesto, que representan miles de millones de dólares, que ya no se expresan en pesos porque la ristra de ceros produce vértigo.
¿Por qué no hablan de lo otro?
** Tenemos serios problemas en el país, donde hay gente que come mal y otra que come muy poco, hay cuentapropistas que desearían ser empleados porque ya no pueden hacer sus aportes ni sostener su actividad, empresarios preocupados por cómo pagar los salarios a fin de mes, y lo único que crece es el consumo de Clorazepam y Prozac… Un gobierno que quizás por soberbio cometió errores al querer sacar el barco de la zona de naufragio. También gente que, cuando se habla de la corrupción, dice que es para ocultar la espantosa situación social y económica.
** Pensemos que quizás una no podría existir sin la otra. Un almacén de propiedad familiar puede estar en quiebra porque varios miembros de la familia le meten mano a la caja cuando los otros no están mirando. En ese caso hay que hablar de la situación de quiebra, pero es inseparable de la cuestión de base, frenar a los chorros y ponerlos en evidencia, porque si no se cura la raíz del árbol no habrá frutos sanos.
** Es una realidad también que el terremoto histórico de empresarios y ex funcionarios procesados, condenados y presos, así como el tembladeral económico, no nos dejan ver que nuestras escuelas están siendo penetradas por ideologías que no tenemos por qué compartir todos los argentinos y de hecho el ochenta o noventa por ciento no las comparte, pero será tema de otra entrega.
** No aplauda que no hay asado. Y disculpe por habernos puesto demasiado serios en esta oportunidad.