Otro capítulo del uso de barbijos en las escuelas
Victoria.- La pandemia pasó, el barbijo quedó, y la recomendación de su uso sigue generando controversias a nivel de los establecimientos educativos locales, máxime cuando la Ciudad de Buenos Aires instaló el tema a partir de no exigirlos en sus escuelas, mientras que en Provincia Axel Kiccillof desestimó esta decisión, a la par que seguirá impulsándolo como medida sanitaria en línea con lo que sugieren el Ministerio de Salud y demás organismos como el Consejo Federal de Salud. Un caso cercano es el de Crespo, que fue la primera ciudad entrerriana en determinar el uso optativo, aunque la medida no alcanza a organismos estatales, como las escuelas. El Fiscal de Estado de la provincia, Julio Rodríguez Signes, hizo declaraciones posteriores indicando que «Los municipios no pueden derogar una norma que se aplica en todo el territorio del país»
En este contexto donde cada jurisdicción adopta las medidas que crea necesaria para seguir adelante con el ciclo lectivo y la llamada presencialidad plena, no son pocos los padres que tras la publicación de Paralelo 32 sobre un caso de la escuela N°48 de Victoria, han comenzado a hacernos conocer otros casos de similar relevancia, que los llevan a oponerse y hacer que sus hijos se nieguen a portarlos en estos ámbitos educativos, amparándose en la Constitución Nacional y en los Derechos de los niños y adolescentes.
Otros casos
“Mi hijo va a la escuela secundaria Elsa Capatto de Trucco (Comercio), y sabiendo que la Resolución N 416/22 habla sobre la recomendación del uso del barbijo pero en ningún párrafo se habla de obligatoriedad, me molesta que lo obliguen”, dijo una de las dos personas que esta semana ofrecieron su testimonio.
La otra persona habló en sintonía con el planteo que aquí reproducimos, con la salvedad que entre sus hijos tiene a uno que es hipoacúsico, hecho que llevó a acordar con los directivos, docentes y padres de la Escuela Normal el uso de máscara y no de barbijo.
Todos remarcan que se les solicita un certificado para dejarlos ingresar a las escuelas donde cursan sus hijos. Y que ese papeleo más que utilizarlo para atender un problema de salud real, es como forma de ‘cubrirse’ ante represalia del resto de la comunidad educativa.
Los papás y mamás que asumen el compromiso de exponer su caso ante este Semanario, resaltan los efectos nocivos que provoca el uso extendido del tapabocas, entre los que mencionan dolor de cabeza, mareos, dolor de estómago, debilidad general por la falta de oxígeno.
“No se puede pensar que quien padezca estos síntomas, sea niño o adulto, pueda estar sentado 4 o 5 horas en un banco intentando prestar atención y aprender. No quiero estigmatizar a nadie, pero que tampoco lo hagan con mi hijo, solo quiero que respeten sus derechos como niño, alumno, ser humano y que los dejen respirar libremente”, dijo otro de los que ofrecieron su testimonio.
En los distintos abordajes nos han interiorizado de los pormenores, así es que hemos leído atentamente notas y demás presentaciones que realizaron los tutores siguiendo las vías administrativas, pero como las escuelas en general derivan a la Departamental de Escuelas esa documentación, y no en todos los casos reciben una respuesta en consonancia con sus inquietudes o preocupaciones, no dudan en continuar su postura ante la justicia.
Asistimos así a un tiempo donde hay familias que acatan las disposiciones que bajan desde el Estado como una ley inapelable, y están aquellos otros que tras leer e informarse de los alcances de esas disposiciones, deciden enfrentarlos amparándose en derechos y disposiciones internacionales que también están vigentes. Por todo ello, no escribimos sobre estas posturas para ponernos a favor o en contra, sino para reflejarlas al punto de mostrar que existen resistencias cada vez más fuertes a algunas decisiones, máxime cuando conocemos cómo se desarrollan las clases en Entre Ríos, donde hay demandas históricas no resueltas en lo edilicio, en lo salarial y en lo estrictamente educativo. Esta es una arista más que se suma al problema. Ojalá la resolución acerque posiciones y contemple la diferencia, si no, estamos brindando un mensaje muy contradictorio hacia la generación que ve en la imposición la forma de hacer cumplir algunas ideas.