No podemos aceptar listas negras y la idea de pensamiento único en democracia
Leandro Jacobi – Abogado – Secretario de UNO Argentina
Este domingo, me sorprendió el mensaje de allegados mencionando que era parte de una lista que contenía datos personales y sensibles de unas 400 personas e instituciones, y que éramos catalogados como peligrosos principalmente por defender la vida ampliamente, o sea por ser referente Provida.
Como hijo de la democracia, creía que este tipo acciones que buscan instaurar un pensamiento único, y que el que piensa diferente es el enemigo, habían sido superadas después de los años muy oscuros en nuestro país, pero al parecer hay grupos que piensan lo contrario, y con acciones como esta, fomentan la confrontación y el odio que dicen buscar repeler.
Pero analizando profundamente la cuestión, encontré también otro factor común en la inmensa mayoría de las personas que estamos allí, que además de ser provida, somos claros opositores a este gobierno nacional, siendo evidente como algunos referentes del kirchnerismo, fueron omitidos voluntariamente, dado que no puede desconocerse posiciones públicas de algunos legisladores k, que militaron por el pañuelo celeste.
Como vemos, la finalidad de la lista negra también tiene un tinte político, que puede observarse con el apoyo explícito de legisladores y referentes del gobierno, y aún más por el silencio de organismos nacionales que tiene la obligación legal de velar por los derechos fundamentales, pero si el avasallamiento es por medio de gente afín, estaría bien y los afectados no tendríamos dignidad o derechos humanos.
Es evidente que las personas que crearon este portal web, se quedan con aquellas erróneas palabras: “a los amigos todo, a los enemigos, ni justicia…” y no hicieron suyo el abrazo entre Perón y Balbín, o el Pacto de Olivos que permitió reformar la constitución e incorporar los Tratados de Derechos Humanos, que con la creación de ésta lista fueron ampliamente violentados.
Como un simple vecino y miembro de la sociedad me gustaría animar a que sigamos en el camino indicado, el del respeto democrático, y solicitar que no menosprecien los valores en la defensa de la vida que tenemos la gran mayoría de los Argentinos, y que es ampliamente popular en el interior del país.
Para los que quieren un pensamiento único, les recuerdo algunas palabras expresadas en 1983 por alguien que nos enseñó mucho de democracia, Raúl Alfonsín, “La democracia aspira a la coexistencia de las diversas clases y actores sociales, de las diversas ideologías y de diferentes concepciones de la vida. Es pluralista, lo que presupone la aceptación de un sistema que deja cierto espacio a cada uno…”
Por eso los que rechazamos este hecho, lo hacemos defendiendo el ejercicio pleno de los derechos humanos, la vigencia del sistema democrático, sin dar lugar a la idea de un pensamiento único, sino del respeto, el diálogo y los consensos.