Victoria
“No cierran los números en la Edad de Plata”
Se ha vuelto insostenible y la última inspección exigió que incorpore profesionales médicos a su funcionamiento • Es una entidad sin fines de lucro, pero ese Estado que le exige calidad en la atención no le ayuda al sostenimiento.
Victoria.- Mientras la justicia resuelve el hecho que involucra a quien fuera el presidente de la residencia geriátrica Edad de Plata, la comisión directiva de la entidad designó como interino a Delfor Castro, quien estará en ese rol hasta diciembre del 2022.
Castro conoce la realidad de este espacio donde estuvo su abuela en 2021, cuando en medio de una serie de circunstancias poco ponderables, y temiendo por la salud de ella, decidió involucrarse en la nueva comisión que se conformaba en la búsqueda de una mejor calidad para los 32 abuelos que allí permanecen. “En medio de esta situación mi abuela fallece de neumonía, en condiciones cuanto menos preocupantes, y decidí permanecer vinculado por el riesgo institucional imperante”.
Pasados casi dos años de aquel suceso, la entidad hoy atraviesa nuevos problemas, “El estatuto de la entidad marca que la comisión directiva tiene la facultad de designar un presidente cuando, por causas de fuerza mayor, el titular en funciones se ve imposibilitado de ejercer su rol. Debido a esta medida de la justicia, el 1º de abril se reunió esta mesa de decisión y se convocó además a los familiares de los internos para que estén presentes, otorgándome esa responsabilidad”, dijo Castro a Paralelo 32, destacando también que se pudo escuchar los planteos tanto internos como desde los familiares, “a quienes se los convoca para asambleas u otras instancias, pero nunca asistieron en el número que lo hicieron ese día”.
Además, de aquella reunión también se llegó a un análisis objetivo de la situación general de la Edad de Plata, donde cada interno pagaba una suma de 42 mil pesos, y desde abril pasó a 45 mil, sin embargo sigue sin cubrir el desfase financiero que atraviesa la institución. Como dato comparativo vale agregar que los institutos privados habilitados de la provincia que atienden a personas mayores, rondan los 200 mil pesos mensuales que se debe pagar por cada interno.
Castro advirtió que los 45 mil —uno de los montos más bajos que se cobran por estas residencias de larga estadía en la ciudad— solamente alcanza para la comida y parte de los haberes del personal, “no podemos hacer ningún tipo de inversión ni mejoras, por ende impacta decididamente en la calidad del servicio que se presta. Entendemos que para avanzar en una recomposición, tendríamos que cotejar cuánto se necesita para funcionar y no seguir trabajando en estas condiciones que arrojan un saldo negativo”.
Lo monetario en un contexto de crisis inflacionaria sin dudas representa un desafío, pero además, la última inspección practicada en la Edad de Plata puso el acento en algunas irregularidades, donde la más urgente es la falta de un profesional médico que atienda a los abuelos, entre otras especificidades que exige el Estado para su funcionamiento. “Ahora esa es nuestra prioridad, hemos enviado consultas a los profesionales locales para ver cómo hacemos para cubrir esa nueva erogación, ya que hasta ahora nos habíamos manejado con el médico de cabecera” de Pami.
Teniendo en cuenta que esta entidad sin fines de lucro brinda un servicio a la comunidad, el entrevistado analiza que el Estado podría ayudar a paliar esa erogación de esta entidad civil. Castro hizo una analogía con las escuelas de gestión privada, donde el gobierno provincial colabora con los sueldos de los docentes mientras la administración y demás gastos de mantenimiento corren por cuenta del privado. “Aquí ocurre algo similar, salvando las distancias, hay una institución sin fines de lucro trabajando por la salud de los abuelos, pero si por cualquier circunstancia extraordinaria la comisión directiva—que colabora ad honorem— o la entidad como tal, no pudiera seguir cumpliendo con sus obligaciones, estas personas quedarían literalmente en la calle”.
Este escenario ya se planteó anteriormente con la entidad. Recordemos que tuvo serios inconvenientes impositivos y felizmente pudo salir adelante, pero nada está resuelto. Más bien podría decirse que está todo por resolverse. “Hemos pedido colaboración al Estado provincial y municipal, también estoy en contacto permanente con el Ministerio de Salud, pero la idea en este último caso es hablar en otro contexto y no en el de una inspección. Precisamente el próximo jueves tendré una reunión personal por este tema en Paraná, ya que necesitamos saber si todas estas exigencias se están cumpliendo en otras residencias de nuestra localidad. Este es un tema que necesita sinceramiento y claridad”.
Las explicaciones del presidente suenan casi como un ruego: “Necesitamos de la ayuda de todos los que puedan y quieran sumarse. Aquí, por supuesto, involucramos a los familiares de los internos, que por disposición de la comisión al ingresar a sus seres queridos deben asociarse”. De ese modo, la familia no se desentiende (hecho que ocurre con más frecuencia de lo que parecería —N. de R.) y además participa del sostenimiento de la residencia. “Estamos ahora por lanzar una rifa, campaña de nuevos asociados (la cuota social es de 200 pesos), entre otras acciones. Son propuestas que surgieron de ese intercambio sobre el funcionamiento financiero, no podemos seguir trabajando a pérdida”.
Sobre el final Castro dijo: “Lo mejor es dar a conocer lo que pasa, no ocultarlo, planteando con respeto y sinceramiento una realidad que debe cambiar, tendiendo a mejorar la calidad de los alimentos que se consumen, los ingresos de las trabajadoras que están, contratar el médico, todo eso va de la mano de visibilizar y actuar sobre el desfasaje económico que enfrenta la institución”.
Familiares colaborando con la realización de una actividad, empresas acercando donaciones, almas caritativas anónimas (que también hacen llegar productos de limpieza, pañales, rollos de papel higiénico, etc.) empiezan a golpear la puerta de la Edad de Plata, que como el Ave Fénix ha sabido resurgir en cada circunstancia crítica, intenta nuevamente levantar vuelo, y necesita de toda la ayuda que pueda brindársele, detrás hay adultos mayores que en sus últimos años siguen sin poder disfrutar de ese jubileo que tanto se anuncia pero que tan poco se logra practicar.