Navegando el mar de las maravillas por conocer
Por Luis Jacobi (Crespo).- Este lunes 1º de julio arribaremos a los 47 años de Paralelo 32, felices por la asombrosa evolución que ha tenido el mundo de la comunicación y expectantes sobre lo que aún puede sobrevenir en este campo, donde está en marcha una redefinición. Insisto, cuando hablamos de redefinición no nos referimos a un cambio tecnológico, que ya se produjo, sino a la nueva forma que de informarse que van adquiriendo los ciudadanos, más selectiva y centrada en sus intereses específicos; con más elementos disponibles para evaluar la calidad y veracidad de la información que reciben.
Hoy, en 15 minutos un entrerriano puede recibir la cantidad de información que le llegaba en todo un día en 1972, año en que fundé esta marca (sugerida por un amigo y socio inicial de este emprendimiento/aventura) bajo la forma de un modesto periódico. En aquellos años comenzó a desaparecer una tecnología que sirvió durante un siglo –la linotipo inventada por Mergenthaler en 1885– y la transformación tecnológica fue tan radical y paradigmática que no habíamos podido imaginarla antes. No pudimos anticiparla. Lo que aún queda por delante es deslumbrante pero previsible, porque ya sabemos cómo y hacia dónde evoluciona la tecnología del siglo XXI.
Está demás decir que en el presente nuestro trabajo puede ser leído, escuchado, o visto en producción audiovisual, en cualquier parte del mundo, con la ayuda de herramientas tan evolucionadas que en mi caso ni siquiera llego a manejar. En la era digital todo es posible, pero –y aquí está el punto– no creo posible el día en que una de esas máquinas elabore una noticia como lo hace un redactor de Paralelo 32.
Con esto he dicho todo. ¿Qué más? Porque no tiene sentido hablar de nosotros mismos buscando otras razones a la permanencia y la aceptación popular durante casi medio siglo. Paralelo 32 es la gente que lo hace.
Algunos medios llevan registros de la cantidad de entrevistas realizadas, otros les asignan un orden de importancia, otros se jactan de haber reporteado a algunas celebridades. Nosotros no tenemos siquiera una idea aproximada de la cantidad de entrevistados en 47 años y 2.309 ediciones (más 30 años en Victoria/Nogoyá, 1.555 ediciones –(*)-), ni ocuparíamos nuestro tiempo en averiguarlo. No establecemos un orden de importancia porque hemos aprendido, muy atrás en el tiempo, que puede causar las más hermosas emociones la palabra de una persona que nunca accedió a los medios pero cuenta la riqueza de su vida personal, familiar, laboral, o en sociedad. Tampoco valoramos haber llegado a celebridades para entrevistarlas, sino a la calidad final que tuvieron esas notas y la capacidad del entrevistador para obtener lo mejor del reporteado.
En nuestro modesto entender el oficio, éstos son los valores, a los que ni siquiera nos atreveríamos a llamarles méritos.
El mérito está, en todo caso, en nuestra abnegada dedicación a lograr una sociedad mejor, manteniendo principios altruistas, fomentando la educación, el trabajo, la cultura, el respeto mutuo, la valoración de las jerarquías, la tolerancia, la simpleza del “permiso, perdón, gracias”.
Y en el marco de la coyuntura actual, seguimos creyendo que los argentinos somos capaces de reconstruir nuestra convivencia en paz, dejando atrás esta maraña de rencores y odios que divide solo a los que son susceptibles de caer en esa trampa.
(*) Periodista. Fundador/Editor de Paralelo 32.
(-*-) En 1989 fundó un segundo periódico con la misma marca, en la ciudad de Victoria con corresponsalía permanente en Nogoyá, que cumplirá 30 años el 23 de setiembre próximo.