Crespo
Mauro representará a la provincia y la ciudad en la Olimpiada de Filosofía
Crespo.- El miércoles por la noche en el streming de Alta Pinta que se emite por el canal de Youtube de Paralelo 32, hablando con Ezequiel Carlson estuvo Mauro Riffel, un adolescente de 18 años que se encuentra terminando su estudio secundario en la Escuela N° 74 Walter Heinze de Crespo; y que el próximo miércoles 1° de noviembre estará viajando hacia Tucumán donde representará no solo a la comunidad educativa, sino que también a su ciudad y la provincia en la Olimpíada de Filosofía de la República Argentina es un certamen organizado por la Universidad Nacional de Tucumán, en convenio con el Ministerio de Educación de la Nación.
Mauro es desde los 12 años un activo militante político de la izquierda. Su objetivo al concluir el secundario, es estudiar la carrera de Trabajo Social. “Me gusta trabajar en el ámbito social, en lo público. Porque no se dimensiona el alcance que se puede tener a través de lo público con la gente. Es una llegada mucho más fácil, directa”, comenta.
El trabajo que le permitió a Mauro avanzar en las instancias tiene como tutora y asesora a la profesora Valeria Wendler, y cuenta con el asesoramiento de la profesora Romina Torresín para el formato de escritura que le dio al trabajo. “Con Valeria también tuvimos clases de filosofía el año pasado. Y fue quien hizo una convocatoria de alumnos a la que me apunté, y bueno, pasé las instancias que me permitieron llegar al nacional”, expresó el entrevistado que el próximo miércoles primero de noviembre viaja a Tucumán para participar de la Olimpiada.
¿Se puede saber que abordaste en el trabajo con el que ganaste?
El trabajo consistía en dos factores, la exclusión y la inclusión. Nosotros vivimos los tiempos de la pandemia en donde se agravó el problema de la educación; y en donde se quedó en evidencia que teníamos un sistema educativo pobre para el contexto que se atravesaba y lo que se necesitaba. Entonces, para arrancar todo el trabajo tenía que tener un punto de partida, un planteo que indicara que hacer, o una problemática que aportara el punto para comenzar a trabajar. Apoyado en un estudio realizado por la Organización Nacional de la Salud sobre que teníamos un mal acceso y uso de la tecnología; abordé el trabajo desde esos dos aspectos. Son dos puntapiés importantes que tomé para desplegar a lo largo de muchas páginas, un desglosamiento de la investigación que lleve a cabo.
¿Podes seguís trabajando el material investigado, sumando aportes, o una vez presentado no se puede tocar más?
Una vez cerrada la investigación, dándolo por concluido se envía a la Universidad, no se puede seguir desarrollando. Ese trabajo llega a manos de un jurado de tres personas que leen el escrito y lo tienen al momento de la ponencia que debo realizar, para corroborar que esté hablando de lo mismo.
¿Cómo surge tu gusto por la filosofía?
Fue más bien una intromisión donde poco a poco comencé a incursionar. Soy de pensar siempre que hay personas mejor que yo, y eso conlleva a que vaya paso a paso. Entré al interescolar, y me fue bien, así que pase a la provincia, donde me tocó estar con un chico que realmente tenía una muy buena preparación, y yo iba después de él. Pero en ese momento, mientras exponía, comencé a improvisar no siendo tan estructurado en la ponencia, y eso se ve que fue lo que a los jueces les gustó, el ver la soltura para defender el trabajo. Y pase a la instancia nacional.