“Masacre en el comedor”, promesa de un nuevo éxito editorial
El nuevo libro de Ceferino Reato vuelve a incomodar a tirios y troyanos, revelando los detalles y los responsables de la mayor masacre contra una dependencia policial en el mundo.
Por estos días se anuncia un nuevo trabajo publicado por el periodista crespense radicado en Buenos Aires, autor de numerosos libros vinculados con los años más sangrientos de la Argentina, la mayoría de ellos han sido resonantes éxitos editoriales y esta nueva investigación también promete serlo.
“Masacre en el comedor” es la primera historia documentada sobre el mayor atentado contra una dependencia policial en el mundo: la voladura del comedor de la Superintendencia de Seguridad de la Policía Federal en plena dictadura, y el papel de Pepe Salgado, autor material del atentado, y Rodolfo Walsh, hombre clave de la Inteligencia montonera. La bomba de Montoneros que explotó en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal el 2 de julio de 1976, a cien días de instalada la dictadura militar, dejó veintitrés muertos y ciento diez heridos. Fue el atentado terrorista más sangriento de la historia argentina hasta la voladura de la AMIA y sigue siendo el mayor contra una dependencia policial en todo el mundo.
Sin embargo, no ha despertado el interés de periodistas ni de historiadores; tampoco el de la Justicia, que cuarenta y cinco años después sigue sin haberlo investigado. Obra cumbre de la guerrilla, parece tratarse de una realidad incómoda para todos: contemporáneamente comportó una humillación poco digerible para la Policía y el gobierno de Videla; en perspectiva, constituye un hecho difícil de justificar para el relato hegemónico sobre los 70.
Más aún a la hora de hacer nombres. Si bien la bomba es colocada por un joven de clase media alta infiltrado en la institución, José María Salgado, el atentado lleva la firma del servicio de Inteligencia e Informaciones de Montoneros, cuyo hombre clave era Rodolfo Walsh. Este libro parte de la explosión y reconstruye el minuto a minuto de aquellos días, acudiendo a sus fuentes y protagonistas, desde deudos de las víctimas hasta familiares de Pepe Salgado. En ese gesto repone un capítulo interesadamente olvidado de nuestro pasado y tácitamente postula su argumento: la verdadera historia de los 70 es la historia de todas sus víctimas.