Más Casero que gato de departamento
** Si tiras una piedra al mar no vas a errar. Sin pretensión de buscar la rima, he tipeado este pensamiento de Perogrullo tal como me surgió al pensar en Alfredo Casero y todas las acusaciones que se quieran lanzar al aire sobre cualquier tema. Si decimos que hay corruptos no erraremos el tiro, así acusemos a empresarios, trabajadores, políticos, periodistas, religiosos, jueces, gobernantes…. La sociedad es un mar extenso en cuyas venas hay colesterol del bueno y del malo. Si gritamos corruptos, siempre habrá quienes acusen el golpe. Si gritamos honrados, levantarán la mano los no contaminados por corrupción, que seguramente son mayoría.
** A esta altura de la semana ya no hace falta explicar que el actor Alfredo Casero –que ese día fue más Casero que nunca– lanzó una piedra al mar al enojarse con el periodista Majul y tratar de corruptos y pauteros (dependientes de las pautas publicitarias) a todos los que estaban en el panel. Todos, al barrer. El hombre tiene su carácter, pero la causa de su reacción fue el propio Majul, que en un punto se burló de él, lo que es indigno de un periodista. Su mal gesto le costó tener que escuchar las acusaciones de alguien que en ese acto representó el pensamiento de muchos argentinos del llano.
** El periodismo es información sobre hechos y situaciones, es análisis, reflexión, es explicar en palabras sencillas una cuestión compleja, o denunciar los actos de corrupción cuando se ha obtenido información o documentación respaldatoria. No está en sus principios pararse frente a una cámara a insultar, defender intereses personales o librar batallas corporativas, como se observa en medios no alineados con el gobierno y en los alineados también, estos últimos esforzados en negar evidencias que desfavorecen al gobierno.
Votar por algún milagro
** Si cortamos grueso, Buenos Aires tiene dos polos de opinión periodística. Cada uno dice su media verdad y calla la otra y no es cuestión de ideologías sino de intereses. Pero… pero… para defender u atacar a un gobierno o a la oposición hay que trabajar y reunir pruebas para evitar desmentidos o querellas judiciales. Ese es el beneficio que tiene el gran pueblo argentino salud, que entre el humo hay mucho dato fehaciente. En el barro es donde se encuentran las pepitas de oro. Nada peor que un país o una provincia donde la prensa y la justicia obedecen dócilmente al gobernante.
** Lo de Casero en LN+ es una metáfora de lo que está pasando en este país. Indignación, hastío, asco, hartazgo (lo indican las encuestas), que sumado a la desintegración social es el mejor caldo de cultivo para que aparezca algún mesías prometiendo salvarnos de nuevo para seguir haciendo lo mismo de siempre. Los Milei están de parabienes, y si Alfredo Casero se postulara probablemente recibiría una gran cantidad de votos. ¿Qué nos queda si el sindicalista Hugo Moyano sale a apoyar fuertemente al gobierno mientras los asalariados exhaustos esperan que reclame por el 60% de inflación y más de 40% de pobreza?
Ya lo dijo Baglini…
** Así las cosas, el pueblo necesita alguien les preste su boca para vomitar sobre la actualidad, y aparecen los candidatos apropiados. ¿Y cómo obtienen votos los presuntos salvadores que caen desde el cielo? Sencillo; mientras tienen pocas chances de ser gobierno, pueden decir lo que el pueblo enojado quiere oír pero que desde el gobierno son de imposible realización.
** ¿Quién no oyó sobre el Teorema de Baglini? Nuestros políticos han tenido tan poca imaginación que cuando el diputado Raúl Baglini formuló una obviedad pasó con ella a la historia, hoy se le llama teorema y lleva su nombre como quien hubiese descifrado las bases de la física cuántica. Baglini fue diputado de la UCR y en 1986 proclamó que el grado de responsabilidad de las propuestas de un partido o dirigente político, es directamente proporcional a sus posibilidades de acceder al poder. Es fácil prometer mientras no se tiene chances de llegar. Una cosa es hacerte el guapo explicando qué le harías al potro si estuvieras sobre él, y otra cuando estás a punto de salir sorteado para montarlo.
** En fin, cambiemos el tono porque esto no está pareciendo el Mangrullo sino un editorial. Uno de los más destacados pensadores europeos, Alain Touranine, de París, dijo hace mucho que la Argentina no padece tanto una «crisis de representatividad» de su dirigencia política, como una «crisis de representa-ti-bi-li-dad» de su sociedad.
** Para pasarlo en limpio, digamos que desde el punto de vista académico hay una sutil diferencia: la «gobernabilidad» significa la capacidad de gobernar y la de ser gobernados. Cuando Touraine habla de «representatividad» hace referencia a la capacidad de los gobernantes en sus funciones, y al decir «representatibilidad» se pregunta si los argentinos somos una sociedad en condiciones de ser gobernada. Y fue aun más lejos al preguntarse si aquí existe una sociedad. Eso fue hace 20 años. Es una pena que siga teniendo vigencia.
Lo que el pensador franchute nos dijo es que aquí se junta el hambre con las ganas de comer: los que no saben gobernar con los ingobernables. Tengo miedo que con el tiempo hasta lleguemos a disfrutarlo.
Menos mal, el humor
** Pero razonemos; desde que nuestros abuelos nos dijeron que aquí escupís una semilla y nace un zapallar, solo queremos votar a los que prometen que en pocos meses tendremos un zapallar y se arracimarán como uvas. Los candidatos que invitan a tomar las palas y las regaderas pierden como en la guerra. No son ellos, somos nosotros ¿viste?, pero si hay que buscar culpables… ¡abueeeloooo! ** Menos mal que los argentinos sabemos eructar pollo cuando comemos papa hervida. Nos jactamos de ecológicos e industrializadores fabricando ladrillos con cartones de tetra, pasando por alto que somos cartoneros (es una metáfora, sin subestimar nada). Está fea la cosa, hay gente que mira las bolsas de residuos y ve bolsas de supermercado. Con la inflación, ese señor que tiene un “Todo por 2 pesos” aquí a pocas cuadras, cambió el letrero; dice “Todo por Ella y Él”. Mientras tanto, a fuerza de humor vamos metamorfoseando la realidad (no entiendas mal, no es meta morfando. De eso cada vez menos). Sin embargo aquí también florecen los jardines de invierno y eso es lo que importa. Saldremos adelante cuando seamos un pueblo gobernable.